martes, 30 de agosto de 2022

El Cambio fundamental

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Cuando insistimos tercamente que hay que cambiar el sistema institucional del país, erróneamente creemos que la gente nos entiende. Cualquier cosa que implique la palabra “cambio” encontrará la resistencia natural de las personas. La famosa definición de la locura einsteniana que dice que insistir en hacer lo mismo y esperar resultados diferentes, es en definitiva un círculo vicioso que jamás termina en nuestro país. Es por eso que los mismos actores políticos nos insisten en aplicar sus mismas fórmulas (electorales) a la grave crisis que nos aqueja, esperando lograr resultados distintos con esta pila de delincuentes, consiguiendo una y otra vez los mismos resultados fracasados.

De allí que sea necesario ir un poco más allá, explicando la razón de los cambios que hay que aplicar en Venezuela, con la esperanza de poder convencer a los venezolanos que esa no es en definitiva la ruta por la que hay que luchar para salir de esta tragedia. Y para eso es necesario comenzar analizando esa expresión inicial, “el sistema institucional”, que ha definido las relaciones de poder en Venezuela, no de ahora, sino prácticamente desde el comienzo de la República como Estado independiente. Sin embargo, como son muchos los cambios propuestos en nuestro proyecto, El Gran Cambio, por ahora comenzaré explicando el cambio fundamental que hay que principalmente aplicar, que no es otro –nada más y nada menos- que el de la estructura de la Constitución.

Partiendo de la “Constitución del Estado de Venezuela del 24 de septiembre de 1830”, que así era como se titulaba el texto fundamental de nuestro país aprobado luego de la separación de Venezuela de la Gran Colombia, hasta nuestros días, la estructura del poder aplicada a la Constitución ha sido la misma: definición mínima de los Poderes Públicos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, con delegación al Poder Ejecutivo de la Administración de la Hacienda Pública Nacional y las Fuerzas Armadas, con los controles correspondientes delegados al Poder Legislativo.

Esta estructura centralizada del poder, en manos del Poder Ejecutivo, de todas nuestras Constituciones partiendo de 1830, ha sido el sello indiscutible del devenir histórico venezolano. El Ejecutivo es que centraliza el poder de las armas y el dinero de todos los venezolanos. Eso no es malo en sí mismo. Ese es el sistema que nos hemos dado desde el principio de los tiempos republicanos. Pero tiene un defecto estructural: depende altamente de la eficiencia de quienes ocupan la única posición de poder en el país. O dicho de otra manera, la regla establecida en todos nuestros Pactos fundamentales entre gobernados y gobernantes, le entrega a quienes nos gobiernan en el Poder Ejecutivo, la patente de corso de hacer lo que les venga en gana con lo que es de todos.

Y aunque “deberían” existir los contrapesos con el resto de los poderes (Legislativo y Judicial, 3 hasta la Constitución de 1961), lamentablemente en toda nuestra historia estos mecanismos definidos como tales en el Pacto Fundamental, la Constitución, no han sido lo suficientemente eficientes para evitar los desmanes de quienes han ocupado el poder en Venezuela. No ha existido nunca un equilibrio entre los Poderes Públicos, ocasionando que quienes han ejercido el Poder Ejecutivo, hayan tenido permanentemente una influencia perniciosa en la administración de lo que es de todos, trayendo como consecuencia subdesarrollo y pobreza, y últimamente destrucción institucional del Estado y éxodo masivo de la población.

Entonces, la primera conclusión a la que podemos llegar de este hecho completamente comprobable, es que los problemas de los venezolanos nunca se solucionarán solamente cambiando el Poder Ejecutivo (en otras palabras, otro Presidente), sino cambiando la estructura y todo el sistema de relaciones que se den entre los componentes que conformarían una nueva estructura a definir. Y eso nos lleva a la definición de sistema.

Tomaré la definición de Karl Ludwig von Bertalanffy (1901-1972), en su Teoría General de Sistemas, y que ha sido generalmente aceptada por todos, y aplicada a muchos campos del saber humano: “Un sistema se define como un conjunto de elementos que interactúan entre ellos”. Esta definición coincide con la definición del DRAE: “1.m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí” (ver definición de Sistema en DRAE en https://dle.rae.es/sistema?m=form).

El sistema de relaciones entre los distintos Poderes Públicos define el “sistema institucional” que tenemos en Venezuela. Si definimos en nuestro Pacto fundamental que existirá un Poder Ejecutivo que administrará la Hacienda Pública del país y las armas de la República, estableciendo asimismo que los restantes Poderes lo controlarán, no habrá manera de salirse de esa trampa si el Poder Ejecutivo logra evadir a través de la penetración –o corrupción- de los poderes restantes, controlar el sistema y su estructura, esta última definida en el DRAE como la “1.f. Disposición o modo de estar relacionadas las partes de un conjunto” (ver definición de Estructura en DRAE, en https://dle.rae.es/estructura?m=form). Esto último es lo que ha ocurrido en Venezuela durante los últimos 23 años.

Entonces, queda al libre arbitrio de cualquiera que ocupe la Primera Magistratura del país hacer las cosas apegadas o no a la Constitución, porque así fue establecido dentro del sistema de relaciones institucionales definido en ella. Esto es, en nuestro sistema y desde el comienzo de la República de Venezuela, hemos atado toda la vida del país a una persona, el Presidente –y quienes estén bajo su control- desde la misma definición del Pacto. De esto se concluye que para que el sistema funcione, independientemente de quien sea el Presidente, debemos definirlo de una manera tal que el poder descanse sobre una estructura institucional lo más cercano a quienes resulten afectados de su mala administración. Esto es, a los ciudadanos.

Estos principios no los inventé yo. Fueron esbozados inicialmente por Thomas Jefferson (1743-1826), redactor de la Declaración de Independencia norteamericana, donde indicó claramente que, en primer lugar, el poder de los gobiernos deriva de sus ciudadanos, siendo su principal responsabilidad el proteger la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y en segundo lugar, que este poder debe ser arbitrado y administrado por Leyes e Instituciones, NO POR PERSONAS. En otras palabras, dentro de un Estado de Derecho, independientemente de quien detente el poder. Esto debe estar claramente estructurado y sistematizado en la Constitución, y nosotros hemos hecho todo lo contrario.

El Cambio fundamental que ANCO plantea en su propuesta El Gran Cambio (ver El Gran Cambio, Una propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://tinyurl.com/5n6enjrr), es voltear la pirámide del poder en Venezuela. Establecer en nuestro Pacto fundamental que el poder y la administración de los recursos no esté ya absolutamente en manos del Poder Ejecutivo, sino que se quiebre –de menor a mayor poder- en las tantas entidades federales que existan en el país, y en los tantos municipios que definan los ciudadanos dentro de cada entidad federal, de acuerdo a su propia realidad político-territorial actual. Que el poder se encuentre fundamentalmente en los Municipios, que es donde viven y se desarrollan los ciudadanos, luego en los Estados, como entidad política, y luego en el Gobierno Federal, representante genuino de todos ellos.

Al disolver el Poder en muchísimas piezas, será virtualmente imposible que una sola persona y sus cómplices, nos arruinen y nos roben masivamente en el futuro, como ya lo ha hecho este sistema de relaciones de poder existente, con Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros a la cabeza.

Hay que cambiar el sistema, no a las personas. Estamos conscientes que partiendo de esa premisa fundamental, se derivarán muchísimos cambios y nuevas maneras de intercambio en las relaciones institucionales, que hay que construir completamente de la nada, como por ejemplo, el sistema de distribución del ingreso, actualmente definido en la Constitución. Este nuevo sistema de relaciones nos llevará a que NO SEA el Presidente en su Consejo de Ministros el que decida cuanto darle a las regiones o que proyecto desarrollar en ellas, dentro de los múltiples mecanismos que están establecidos en una Hacienda Pública que actualmente se maneja como la chequera de los partidos que administran el poder de turno.

Cada Estado y Municipio en un nuevo sistema de relaciones institucionales no serían los que reciban sino los que aporten a un nuevo conjunto federal de acuerdo a la potencialidad de cada uno, y entre todos formalizar un Pacto para financiar al Gobierno Federal constitucionalmente. No estamos hablando de “descentralizar”. NO. Estamos hablando de definir una nueva República basada en el aporte de todos los ciudadanos, empoderados de abajo hacia arriba en la pirámide, debido a una nueva formulación del sistema institucional.

Esta propuesta requiere reunir al Constituyente a la brevedad posible y proponerles a los legítimos representantes del pueblo en una Asamblea Nacional Constituyente, una nueva manera de concebir el sistema institucional actual, que nos ha perjudicado históricamente y  que se encuentra completamente agotado. Y esto pasa por explicarles primero a los ciudadanos de Venezuela que estos cambios, que traerían una redefinición profunda del sistema político, van más allá de la idea simplista de cambiar un Presidente en unas elecciones por ahora intrascendentes, pero que los empoderaría para materializar la Refundación de la Nación, necesaria para el bienestar de las nuevas generaciones.

Caracas, 30 de Agosto de 2022

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miércoles, 24 de agosto de 2022

Elecciones versus Constituyente, una decisión trascendental

Por Luis Manuel Aguana

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Hace algún tiempo atrás, hice algunas consideraciones relativas al posicionamiento que debía emprender ANCO, en el marco de una reunión con las Coordinaciones Regionales de la Alianza del oriente del país. Usualmente, publico las intervenciones que realizo, no solo para mantener un registro de la evolución del proceso político que vivimos y que cambia todos los días. Sin embargo, en esa ocasión consideré más importante mantener esta estrategia a lo interno de la organización porque creí en ese momento que sería más importante a nuestros objetivos mantener dentro de ANCO una posición diferenciadora frente a llamada oposición oficial, dirigida a la opinión pública nacional.

Hoy creo que esa estrategia de diferenciación ya no debe ser solo de ANCO sino de todos aquellos que crean, como nosotros, que ir a un proceso electoral con el régimen en el 2024, o cuando el régimen lo decida, es un suicidio colectivo que está siendo cada vez más aceptado por venezolanos desinformados que aún creen en la abrumadora campaña comunicacional de los partidos.

Después de la consulta de diciembre de 2020 promovida e impulsada por ANCO, NO HA EXISTIDO, ningún pronunciamiento auténtico del pueblo venezolano, fuera de los realizados por los servicios electorales del régimen de Nicolás Maduro Moros. De lo anterior se desprende que el único y más reciente pronunciamiento válido del pueblo venezolano en la actualidad, acerca del problema político que afrontamos, es la CONSULTA POPULAR, realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020.

Entonces, la Consulta Popular de 2020 y el mandato que de ella se desprendió, constituye la única y última institucionalidad en pié en el país, incluso más allá de la que sostiene al Gobierno Encargado de Juan Guaidó, que aún siendo constitucional, no está validado por la soberanía popular.

¿Dónde nos encontramos entonces? Luego de las decisiones políticas asumidas por la Comunidad Internacional, expresadas en la Declaración Conjunta de los EEUU, la Unión Europea y Canadá, del 25 de junio de 2021, según la cual, “La solución pacífica a esta profunda crisis política, social y económica debe provenir del mismo pueblo venezolano, a través de negociaciones de amplio alcance impulsadas por los venezolanos en las cuales participen todos los actores interesados. Un proceso de negociación integral, con plazos concretos, debería posibilitar el restablecimiento de las instituciones del país y permitir que todos los venezolanos puedan expresarse políticamente por medio de elecciones locales, parlamentarias y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes (ver Declaración EEUU-UE-Canadá: Declaración conjunta sobre Venezuela, en https://www.state.gov/translations/spanish/ee-uu-ue-canada-declaracion-conjunta-sobre-venezuela/) (resaltado nuestro), se desprende que estos países, en conjunto con la dirigencia política opositora, YA HAN DECIDIDO POR LOS VENEZOLANOS, que unas “elecciones locales, parlamentarias y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes” con Nicolás Maduro Moros ejerciendo ilegítimamente el poder en Venezuela, posibilitarían “el restablecimiento de las instituciones del país”. Lamentamos disentir de esa conclusión. Eso es como apostar todo nuestro dinero en un casino que ha sido comprobadamente declarado tramposo e ilegal y esperar ganar, sin antes asegurarnos que quienes lo regentan estén fuera del negocio y en la cárcel.

Es por eso que los partidos y el sector político en general, se han volcado a un proceso de primarias con miras a unas elecciones en el 2024, sin detenerse en el carácter ilegitimo y autoritario del régimen, lo que hace completamente imposible garantizar que esas elecciones efectivamente se realicen, o se posterguen indefinidamente. O todo lo contrario, se adelanten a favor del régimen como ocurrió en el año 2018.

La posición de ANCO frente a la Comunidad Internacional ha sido que se respeten y materialicen los mandatos que el pueblo venezolano ha expresado en dos Consultas Populares vinculantes, y  lamentablemente el mundo entero ha preferido apoyar una vía electoral sin garantías, en tanto que el régimen poco le importa negociar condiciones electorales porque ya consiguieron lo que buscaban en ese diálogo de México: el reconocimiento de la oposición política, expresado en la firma del Memorando de Entendimiento el 13 de agosto de 2021 (ver Negociación Constituyente, la última alternativa, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/08/negociacion-constituyente-la-ultima.html).

En consecuencia, ¿qué debemos hacer los venezolanos ante esa realidad? GENERAR DESDE ADENTRO el suficiente empuje político para POLARIZAR la opinión pública venezolana para enfrentar esa decisión que ha tomado por nosotros la oposición oficial en cohabitación con el régimen, de ir al matadero de unas elecciones con Nicolás Maduro Moros en el poder, versus ACTIVAR UN PROCESO CONSTITUYENTE DE CARÁCTER ORIGINARIO.

¿Cuál debe ser el papel de los ciudadanos que acompañan a ANCO en esta propuesta en todo el país? Generar esa matriz de opinión, basada en 3 líneas de actuación  fundamentales, que deseo compartir con todos:

1.- Explicar y difundir claramente la propuesta de ANCO al país. Esto es, debatir el  proyecto fundamental de cambios que deberán ser discutidos en una Asamblea Nacional Constituyente: El Gran Cambio (ver El Gran Cambio, Una propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://tinyurl.com/5n6enjrr). Pueden revisar un resumen, de una ponencia realizada en el Estado Carabobo (ver Por un Gran Cambio para Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2021/11/por-un-gran-cambio-para-venezuela.html). Este proyecto propone cambios profundos en la distribución y el alcance de cada poder en Venezuela, incluyendo el Poder Ejecutivo y cómo acercar el poder al ciudadano.

2.- Explicar y difundir en Venezuela que los ciudadanos de cada Estado son los protagonistas de esos cambios propuestos. De allí que sus ciudadanos, en especial aquellos que representan a ANCO, deberán extraer de esa propuesta su propia versión de El Gran Cambio en su Estado, así como las ventajas y cambios estructurales al desarrollo que sobrevendrían de aplicar los cambios constitucionales propuestos, planteando y convenciendo a los ciudadanos de cada Estado UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO basado en el Gran Cambio constitucional propuesto, tanto Federal, como Estatal.

3.- Explicar y difundir en toda Venezuela que solo el Constituyente reunido en una Asamblea Nacional Constituyente Originaria puede resolver grave el problema nacional e internacional que ha ocasionado el régimen, decidiendo en su seno, inmediatamente luego de ser instalada, el destino del gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro Moros, designando un Gobierno de Transición hasta la aprobación de una nueva Constitución, y la posterior elección, con todas las garantías, de todos los Poderes Públicos, previa reingeniería técnica del Poder Electoral. Todo este proceso, en una sola expresión, es lo que ANCO llama REFUNDACIÓN DE LA NACIÓN.

Y esa es en blanco y negro, en pocas líneas, la propuesta de ANCO a los venezolanos. No se trata de que no creamos en elecciones. La gravedad de la destrucción institucional del país REQUIERE de la intervención de todos los venezolanos, y va muchísimo más allá de “elegir” a un nuevo conductor de un país destruido. Eso lo siente intuitivamente cada venezolano, y es por eso que rechaza un nuevo proceso electoral, como sugieren todas las encuestas. La propuesta de los políticos no puede ser vendernos a “alguien” que “arregle Venezuela” después de unas elecciones, y mucho menos convencer de eso a la Comunidad Internacional. Eso lo debemos hacer entre todos y en el ínterin asegurarnos que no se puedan dar las condiciones para una nueva destrucción en el futuro. Eso es lo que estamos proponiendo.

La Constituyente no es de ninguna manera la solución final de nuestros problemas. Será el acuerdo entre todos de las reglas y los procedimientos para sentar unas bases sólidas para que lo que construyamos por arriba sea duradero. Cada Estado deberá reconstruirse de acuerdo a su propio modelo de desarrollo y sus propias potencialidades; y entre todos los Estados, establecer un Pacto de convivencia Federal. Ese Pacto será lo que estará escrito en esa nueva Constitución, basada en un Proyecto que discutamos entre todos.

De esto se deduce que cualquier cosa que pase en Venezuela lo debemos decidir los venezolanos, no los políticos ni la Comunidad Internacional. La decisión de acompañar a la oposición oficial a una nueva elección con el régimen, o plantarse y exigir al mundo que somos nosotros quienes decidiremos nuestro destino a través del mecanismo Constituyente  que existe en nuestra Constitución, será una decisión trascendental que selle nuestro destino. Desde ANCO seguiremos insistiendo y trabajando para que quien decida el futuro de Venezuela sea el propio pueblo a través de su representación legitima Constituyente.

Caracas, 24 de Agosto de 2022

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jueves, 18 de agosto de 2022

Negociación Constituyente, la última alternativa

Por Luis Manuel Aguana

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El 13 de agosto de 2022, cumplió un año el reconocimiento que hizo la oposición oficial a Nicolás Maduro Moros, con la firma del Memorando de Entendimiento realizado en México por Jorge Rodríguez, en representación del “Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, Gerardo Blyde, en representación de la Plataforma Unitaria de Venezuela y Dag Nylander, en representación del Reino de Noruega (ver Memorando de Entendimiento, en https://dqtjif.bitlydns.net/2021/08/13/memorando-del-acuerdo-de-entendimiento-entre-la-oposicion-y-el-chavismo-documento/).

Luego de un año, eso es lo ÚNICO que los venezolanos hemos obtenido de ese acuerdo írrito, ya que los principales firmantes de ese documento, salvo el representante de Noruega, NO representaban a quienes decían representar. Por un lado, Jorge Rodríguez, en representación del régimen de Maduro no podía representar a los venezolanos por su condición de usurpador, y, por otro lado, la oposición oficial, bajo el pseudónimo de “Plataforma Unitaria de Venezuela”, tampoco representaba formalmente, ni al Gobierno Encargado, ni a la Asamblea Nacional de 2015, al no existir ningún documento público del interinato o Acuerdo de la Asamblea Nacional de 2015 que así lo comprobara.

¿Y por qué creen ustedes que no existe tal documentación o acreditación a presentar en una negociación internacional, que pretenda llegar a acuerdos de tal trascendencia que afectarán a todos los venezolanos, con el régimen de Nicolás Maduro Moros? Porque el régimen NO ACEPTO que se iniciara ningún diálogo que pusiera en entredicho su supuesta condición de gobierno legítimo. Y ESO FUE ACEPTADO POR AQUELLOS QUE DICEN REPRESENTARNOS.

Hace un año y de un plumazo, Gerardo Blyde, en representación de los opositores venezolanos, borró miles de protestas en las calles, cientos de muertos, persecuciones, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas, encierros en mazmorras y éxodo, de venezolanos que desconocemos al régimen de Nicolás Maduro Moros, como un gobierno legítimo. ¡De esa firma no se ha obtenido nada! ¡Ni siquiera la liberación de un preso político!

Está de cumpleaños también -4 años exactamente- esta misma semana, el 21 de agosto, elACUERDO DE  RATIFICACIÓN DE LA DECISIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE DECLARAR EL ABANDONO DEL CARGO DE NICOLÁS MADURO MOROS, Y SOBRE SU RESPONSABILIDAD PENAL POR HECHOS DE CORRUPCIÓN VINCULADOS A LA EMPRESA ODEBRECHT”, aprobado el 21 de agosto de 2018, según el cual la Asamblea Nacional de 2015 ratificó que “…mediante acuerdo de fecha 7 de enero de 2017, la Asamblea Nacional declaró el abandono del cargo del ciudadano Nicolás Maduro Moros como Presidente de la República, lo cual produjo la falta absoluta de dicho cargo, y manifestar respaldo político de este Parlamento a la anunciada decisión suscrita por los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, designados y juramentados por esta Asamblea Nacional, del pasado 15 de agosto de 2018” (resaltado nuestro) (ver Acuerdo del 21 de agosto de 2018, en https://tinyurl.com/mse4jrm7).

De este Acuerdo se infiere que mal podría esa misma Asamblea Nacional designar representantes para negociar nada con el régimen del usurpador de Miraflores. ¿Cómo se entiende entonces que se siga sosteniendo esa charada de México? Se deduce de allí que los representantes políticos del G4 asumieron una representación de los venezolanos que solo podrían tener actuando como diputados electos por el pueblo en el 2015, para designar a Gerardo Blyde y al resto de quienes le acompañaron, para negociar con el régimen a espaldas de los venezolanos, sin estar capacitados para eso, por lo que CUALQUIER COSA QUE DECIDAN ALLÍ, ES NULO, INVÁLIDO E INAPLICABLE en Venezuela. Eso debería saberlo la Comunidad Internacional.

De esta manera, toda esa discusión nacional e internacional que se ha montado alrededor de ese dialogo en México, de sí el régimen va o no va, que sí vamos “si nos entregan el avión” o “nos entregan a Alex Saab”, o si la oposición afirme que pronto tendremos “elecciones con condiciones”, no es más que un montaje catalizador para unas elecciones en el 2024 que el régimen hará, independientemente de lo que diga nadie, sirviendo solo como un circo del siglo 21 para la distracción de pendejos.

He sostenido -y todavía sostengo- que lo único negociable con el régimen de Nicolás Maduro Moros y el resto de los criminales que ejercen ilegítimamente el poder en Venezuela, son los términos de su salida del gobierno. Eso es lo que la oposición debió de entrada plantearse ante la posibilidad de establecer alguna aproximación negociadora, solicitada por la Comunidad Internacional.

En mi perspectiva, expresada desde el mismo día siguiente de la suscripción de ese Memorando de Entendimiento, el régimen logró solamente con esa firma, la desaparición de la Presidencia Encargada de Juan Guaidó Márquez (ver Una ruta de negociación diferente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2021/08/una-ruta-de-negociacion-diferente.html), y en consecuencia, obtuvo lo que quería ese día desde hace ya un año, por lo que no necesita negociar mas nada a partir de allí, para imponer sus condiciones en cualquier elección que decida o no hacer, con o sin la oposición oficial, que fue arrastrándose a “negociar” con ellos, y que lamentablemente todavía ostenta la representación opositora ante la Comunidad Internacional.

Ante la inminencia de la firma de ese Memorando de Entendimiento que terminó firmándose el 13 de agosto de 2021, el 8 de agosto de ese año, la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, propuso al país y a la Comunidad Internacional, una Ruta diferente para REFUNDAR LA NACIÓN, que implicaba una negociación Constituyente, SIN EL RECONOCIMIENTO DE MADURO Y SU RÉGIMEN, en unos términos completamente diferentes a la entrega que terminó haciendo la oposición oficial, al firmar el Memorando de Entendimiento en México (ver ANCO reafirma y propone al país y a la Comunidad Internacional una Ruta para Refundar la Nación, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/08/anco-reafirma-y-propone-al-pais-y-la.html).

Desde ese momento hemos insistido en la negociación Constituyente, que ahora se plantea como la última alternativa pacífica de los 4 artículos finales de la Constitución, al llegar después de un año al punto muerto de agotamiento predecible, de una negociación que murió al nacer. Considerar negociar una Constituyente con el régimen de Nicolás Maduro Moros, en los términos descritos en nuestra propuesta, es lo único negociable que puede establecer su salida pacífica del poder: que sea el pueblo venezolano el que lo decida.

Caracas, 18 de Agosto de 2022

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sábado, 13 de agosto de 2022

El paradigma de la libertad

Por Luis Manuel Aguana

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Intervención en el Foro-chat “Democracia y Derechos Humanos, realidades y expectativas para Venezuela”, auspiciado por ANCO Mérida, 13 de agosto de 2022

Audio de la ponencia y respuesta a las preguntas formuladas, en https://youtu.be/lWf50QivUOo

Buenas tardes, mi nombre es Luis Manuel Aguana, y formo parte de la Directiva Nacional de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO. Antes que nada mi agradecimiento a ANCO Mérida, en la persona de su Coordinadora, Mari Sol Arreaza, por la invitación a esta importante oportunidad de dirigirme a ustedes en este Foro, para intercambiar acerca de la realidad de la Democracia y los Derechos Humanos en Venezuela, y las expectativas que muchos todavía tenemos de que en un futuro muy cercano podamos alcanzarlos. Sin embargo ambos constructos, Democracia y Derechos Humanos, son solo posibles y consecuencia directa de un derecho superior, que asegura la libre determinación de las personas: la libertad.

Sin libertad no puede existir la Democracia y mucho menos asegurar que se cumplan los Derechos Humanos de las personas, porque su respeto es condición fundamental de un Estado de Derecho. Sin libertad estamos expuestos a ser atropellados en cualquier momento porque no hay límites para quienes estando en el poder abusan de él con la intención de perpetuarse en su ejercicio. De allí, que más allá de describir lo que ha sucedido y sigue sucediendo en Venezuela por la ausencia de Democracia y el atropello de los Derechos Humanos por la pérdida del Estado de Derecho, debemos tratar de entender porque hemos bajado la guardia en la búsqueda de ese derecho superior que es la libertad. Más adelante justificaré esa afirmación.

Hoy haré con ustedes un ejercicio que a mi juicio puede explicar ese comportamiento, comparando la libertad que dábamos por sentada antes de llegar el régimen, con el concepto de paradigma. Para nuestro caso, el significado de paradigma, de acuerdo a su segunda acepción en el DRAE, es: “Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra  la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento”. Con base a eso, no cuestionamos los paradigmas, dejando de de lado, de alguna manera y por cuenta propia, el derecho supremo de la libertad.

Lo más cercano y sencillo que he visto para explicar en el contexto actual las implicaciones de no entender a cabalidad la palabra paradigma, lo vi hace algunos años en las redes sociales de un autor anónimo, del cual les extraigo la siguiente historia, que tal vez les parecerá un poco larga, pero si me tienen un poco de paciencia la encontrarán muy significativa:

“Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo golpeaban.

 

Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le acomodaron tremenda paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales golpizas.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto y, finalmente, el quinto de los veteranos fue sustituido. Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaban subir la escalera, con certeza la respuesta sería: “No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así”. ¡¿Te suena conocido?!” (autor anónimo).

Desconozco si este experimento en realidad tuvo lugar, pero explica a cabalidad el comportamiento humano del venezolano ante la realidad de una tiranía que persigue, encarcela, tortura y mata a la disidencia civil y militar. Al comienzo de estas luchas ciudadanas, el bien supremo de la libertad, como la describía El Libertador, era perseguida por todos. Los venezolanos se echaron a las calles buscando la libertad. Eso lo demostraron las marchas gigantescas de los primeros años de la tiranía, siendo la fundamental la gran marcha del 11 de abril de 2002. Y ese día, no lo olvidemos nunca, por unas horas, cayó la tiranía.

Pero uno a uno, como en la historia contada, al intentar alcanzarla, el régimen se las arregló para castigar todo esfuerzo de la población para conseguir la libertad. Y finalmente, al ir desapareciendo quienes activamente pedían libertad, ya bien sea por éxodo o por el cansancio de los años y la entrega de la dirigencia política, los venezolanos nos quedamos luchando y protestando, ya no por nuestra libertad sino por la subsistencia, sin percatarnos que esa era la fórmula del régimen para continuar en el poder.

Y a las pruebas me remito: de acuerdo al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, las protestas relacionadas con las exigencias de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), más que duplicaron aquellas dirigidas a exigir nuestros Derechos Civiles y Políticos (DCP). Durante el primer semestre de 2022, el 73% de las protestas (2856 protestas) fueron en reclamo de mejoras en la calidad de vida, mientras que el 27% (1036 protestas) fueron y cito, “en rechazo a la persecución, estigmatización y detención contra defensores de derechos humanos, trabajadores humanitarios y otros miembros de la sociedad civil. Mientras, las personas privadas de libertad y sus familiares denunciaron retardo procesal y pésimas condiciones de reclusión” fin de la cita (ver OVCS, Conflictividad Social en Venezuela, Primer semestre 2022, en https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/destacado/conflictividad-social-en-venezuela-en-el-primer-semestre-de-2022). Esto significa, que los números indican que los venezolanos están protestando principalmente por sobrevivir, no para alcanzar su libertad.

De acuerdo a la clasificación de los Derechos Humanos de la ONU (ver Clasificación de DDHH según la ONU, en https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/eventos/tipos-de-derechos-humanos-segun-la-onu), se conciben dos tipos de Derechos Humanos: Los Derechos Civiles y Políticos (DCP), y los Derechos Económicos Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA).

En el primer tipo (DCP), se encuentran los llamados Derechos de Primera Generación, y son los referidos a nuestras libertades, o Derechos de Libertad. Aquí se encuentran, por ejemplo, entre otros el derecho a la libertad, a la vida, a la seguridad jurídica, libertad de expresión, libertad de asociación, derecho al debido proceso, libertad religiosa, libertad de derechos entre hombres y mujeres. Son también llamados Derechos Fundamentales. No se puede hablar de Derechos Humanos sin que existan antes estos derechos.

El segundo tipo, los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) conocidos también como de Segunda Generación, se encuentran referidos a aquellos que deben cumplirse en un Estado Social y de Derecho. Aquí se encuentran, entre otros, el derecho a la seguridad social, el derecho al trabajo, derecho a sindicalizarse, derecho a tener un nivel adecuado de vida, a la salud, vestido, vivienda, servicios sociales necesarios, derecho a la educación, derechos del niño y la maternidad.

Se han agregado una tercera, cuarta, y hasta quinta, sexta y más generaciones de Derechos Humanos. De estas últimas no nos referiremos en esta discusión. La tercera generación se vincula a la justicia, paz y solidaridad de los pueblos, estando entre otros, el Derecho a la Autodeterminación, derecho que ANCO está exigiendo a través del llamado Constituyente, Derecho a la Independencia Económica y Política, Derecho a la Identidad Nacional y Cultural, Derecho a la Paz, Derecho a la Coexistencia Pacífica y Derecho al Desarrollo.

Los Derechos de Cuarta Generación surgen a partir del uso masivo de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs). Entre ellos se encuentran el Derecho a acceso a las TICs, el Derecho a la Autodeterminación Informativa, Derecho al Habeas Data y la privacidad y seguridad digital. Citando acertadamente al portal Unidiversidad, cito: “Actualmente en un mundo donde se habla de Big Data, del Internet de las cosas, de inteligencia artificial debe existir un marco legal que regule este progreso digital para que se evite la violación o vulneración de los derechos humanos” Fin de la cita. (ver Clasificación de los DDHH, Unidiversidad, en https://www.unidiversidad.com.ar/como-se-clasifican-los-derechos-humanos). Este modesto espacio que abrí en la red “TICs & Derechos Humanos” hace más de 10 años, estuvo dirigido especialmente a la vigilancia de estos derechos de Cuarta Generación, en especial la Privacidad de los Datos de los venezolanos (Ver nota Censo 2011 en Venezuela y el Derecho a la Autodeterminación Informativa, en https://ticsddhh.blogspot.com/2011/08/censo-2011-en-venezuela-y-el-derecho-la.html).

Una de las tesis fundamentales que he sostenido públicamente en mi blog, y que fue una de las principales hipótesis de mi trabajo doctoral, es que la tecnología resulta ser el mejor aliado de regímenes políticos del corte del que tenemos en Venezuela, constituyéndose en su sostén porque se llega a controlar hasta la más mínima pieza de información del ciudadano. Es por eso lo tecnológicamente avanzado de su proceder en todos los órdenes de la administración. El ejemplo más representativo de esto es nuestro actual sistema electoral y de información del ciudadano. Este es otro de los derechos pendientes de conquistar.

Poco a poco la tiranía de Nicolás Maduro Moros ha logrado que los venezolanos vayan olvidando sus Derechos Civiles y Políticos, reventando a la población por todas partes, y especialmente a los que no han intentado subir las escaleras, tal y como lo hacían con los monos los científicos de nuestra historia, para que nosotros mismos nos olvidemos y peleemos entre sí para descartar la lucha por lo fundamental: la libertad. Y no es que no sea importante luchar por los sueldos, la salud, la seguridad social y el resto de los derechos que el régimen ha violado. Es que con los años hemos dejado de percibir que sin las libertades, los derechos de 2da., 3ra., y más generaciones jamás serán alcanzados. Ese es el verdadero éxito del régimen para continuar en el poder. ¡Hay que romper ese paradigma!

Y si continuamos en esa dirección, llegará el momento –tal vez no muy lejano- en que dejemos de intentar siquiera subir por las escaleras, en que diremos como los monos del experimento: “aquí las cosas siempre se han hecho así”, y seguiremos protestando, pero no por los motivos a los que el régimen realmente teme, habiendo olvidado las verdaderas razones por las cuales luchamos en algún momento para salir de la tiranía, quedándonos con las sobras que el régimen nos termine dando cuando protestemos por ellas, porque seguirán en el poder. Lo lamentable es que tienen una oposición blandengue, corrupta y cómplice que los ayuda, no nos olvidemos de eso, y que se conforma con las migajas de poder que les tiran.

Hay que comprender bien el paradigma que nos plantea la libertad, para voltear esa proporción medida por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social durante el primer semestre de 2022, si queremos mejorar las expectativas de que se respeten el resto de los derechos que nos han conculcado. Primero son las libertades individuales. Esa es la primera lucha por los Derechos Humanos que hay que dar en Venezuela, y por eso termino y comienzo –otra vez- exigiendo Derechos Fundamentales, como lo son la vida y la libertad: ¡Libertad para los presos políticos!

Muchísimas gracias… 

Caracas, 13 de Agosto de 2022

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miércoles, 10 de agosto de 2022

Maduro, métete con el santo pero no con la limosna

Por Luis Manuel Aguana

English versión

De acuerdo al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, las protestas en Venezuela tuvieron un crecimiento consistente a partir del año 2015, después de un año muy conflictivo de muerte en las calles. Efectivamente, luego de haberse registrado 9.286 protestas en el año 2014, la conflictividad social cayó en el 2015 a 5.851 protestas para luego consistentemente mantenerse en ascenso (6.917 en 2016, 9.987 en 2017, y 12.715 en 2018) hasta el año 2019, cuando se registró su mayor volumen, con 16.739 protestas. Las protestas cayeron de nuevo en el año 2020 a 9.533, se estima debido a la pandemia COVID-19 que encerró a los venezolanos, ese y el siguiente año 2021, cuando se registraron 6.560 protestas (ver 10 años de protestas en Venezuela 2011-2021, OVCS, en https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/el-conflicto-de-la-semana/10-anos-de-protestas).

De no haber persistido la pandemia y el agravamiento de la situación sanitaria del país, estamos seguros de que las protestas de 2020 y 2021 hubieran superado con creces el número presentado el 2019. En el primer semestre de lo que va de año, ya la conflictividad social supero en 14,7% la del mismo periodo el año 2021, pasando de 3,393 el primer semestre de 2021 a 3.892 el primer semestre de 2022. Y por lo que hemos notado, ese número se superará con creces para el segundo semestre de 2022. La pandemia le dio una tregua al régimen, y al parecer los venezolanos ya dejaron de temerle, por aquello de que si vas a morir de COVID por falta de un sistema de salud y seguridad social, entonces prefieres morir en las calles protestando por tus derechos.

Pero si a todo esto se le suma, a la ya nefasta crisis de los servicios, las torpezas de las decisiones del régimen de violentar las convenciones colectivas de los trabajadores del sector público, la conflictividad social alcanzará niveles históricos. Los maestros se han lanzado a las calles de nuevo, no solo por los salarios de hambre que se les paga, sino por la estafa de Maduro dictada a través de la Oficina Nacional de Presupuesto, ONAPRE, de no pagarles completo su bono vacacional, y por si fuera poco tomando como referencia el salario de 2021 (1,52 dólares al mes), argumentando que no ha sido firmada una nueva convención colectiva (ver Maestros del sector público protestan en Venezuela, en https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2022-08-02/maestros-del-sector-publico-protestan-en-venezuela).

Y afirmo que la estafa es de Maduro, porque es bien conocido que la ONAPRE es solo un organismo ejecutor dependiente del Ejecutivo Nacional, y su instructivo en contra de los trabajadores solo le pone la cara técnica justificando el despojo sufrido, cuando la cara escondida del responsable es la de Nicolás Maduro Moros. “Distrito Capital, Aragua, Miranda, Táchira, Carabobo, Lara, Portuguesa, Mérida, Apure, Barinas, Sucre, Nueva Esparta y Monagas son algunas de las entidades en las que salieron los trabajadores por quinta ocasión consecutiva para exigir sus reivindicaciones laborales” (ver Tal cual, en https://talcualdigital.com/protestan-en-varios-estados-contra-el-instructivo-onapre-y-amenazan-con-paro-nacional/).

Pero si lo anterior fuera poco, el régimen, en lugar de negociar con los educadores, los amenaza a través de sus más connotados voceros, como el diputado del PSUV, Mario Silva, quien manifestó en su programa de televisión, La Hojilla, ante la posibilidad de un paro nacional de educadores, lo siguiente: “¡Láncenselo, pues, láncense un paro nacional, échenle bo…, verán cómo la marea rojita se les va pa’ encima!, amenazó el conductor… Instó a los trabajadores a que entiendan que en estos momentos el país está viviendo unas condiciones especiales, estamos en batalla, y creciendo para más dolor, para que más les duela” (ver Mario Silva amenaza a los maestros que reclaman por sus derechos, en https://impactovenezuela.com/y-ellos-temblando-mario-silva-amenaza-a-los-maestros-que-reclaman-por-sus-derechos/). Lo que no dice el diputado Mario Silva es que parte, o sino toda, esa “marea rojita” forma parte activa de esas protestas que le preocupan tanto, al amenazar a ese gremio que se ha caracterizado por protagonizar las luchas laborales más importantes de la historia contemporánea de Venezuela. Se llevará una sorpresa cuando convoque a su “marea rojita”.

Pero lo más asombroso es que ahora resulta que los venezolanos tenemos que comprender a quienes han destruido prácticamente todas las instituciones, comenzando por la principal industria generadora de ingresos del país, que ellos no puedan pagar la nómina de los empleados del sector público. Cuando una empresa llega a ese estado de quiebra, el resultado invariable es que cierra sus puertas. Y en este caso, como los países no quiebran, lo que sucede es que sus gobiernos generalmente caen. Pero Venezuela es un país muy “sui generis”. Tenemos más de 22 años de conflictividad social aguda, reportada en sus últimos 10 años por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, y el régimen sigue muerto de la risa.

Pero, ¿hasta cuándo puede ser eso? ¿Hasta cuándo puede cualquier gobierno, de la naturaleza que sea, aguantar miles de trabajadores en las calles protestando por su sustento? Tal vez eso tenga una respuesta. En marzo de 2014 publique una nota -de hecho es la más leída de mi blog hasta ahora- (ver Caída inevitable, en https://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html) donde reseñaba la investigación de la Dra. Erica Chenoweth de la Universidad de Colorado, en Boulder (ver conferencia TED de la Dra. Chenoweth en http://youtu.be/y4xcimkAFNc), que arrojó que durante el período de 1900-2006 las insurgencias No Violentas de todo el mundo tuvieron dos veces más probabilidades de triunfar completamente sobre aquellas donde hubo violencia. La investigación reveló que NINGUNA insurrección había fracasado durante ese período (1900-2006) después que se llegara a una participación activa y constante de solo el 3,5% de la población, habiéndose contabilizado históricamente  insurrecciones exitosas con mucho menos que ese porcentaje.

Quiero resaltar de nuevo esa investigación, porque si antes no pudimos llegar a ese porcentaje del 3,5% de la población protestando activamente en las calles, el régimen la está poniendo de “jonrón” como se dice en el beisbol, para llegar en un santiamén a esa cifra y más allá, amenazando de manera estúpida a los trabajadores, cuando es esa misma masa la que una vez estuvo con ellos, y ahora lucha por sobrevivir a pesar de ellos. Al parecer la dura realidad nos está indicando que si alguna posibilidad existe de salir de estos delincuentes, paradójicamente será protestando por la falta de comida, no por la falta de libertad. En otras palabras, Maduro métete con el santo pero no con la limosna…

Caracas, 10 de Agosto de 2022

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