miércoles, 3 de septiembre de 2025

Venezuela: Desplazamiento, Transición y Refundación

Imagen resumen de la nota cortesía de AI Google Gemini
 

Por Luis Manuel Aguana

English versión

No hay nada más desesperante que intentar redondear una idea que estés expresando en un momento y de repente haya una interrupción. Me pasa cuando estoy escribiendo, y en el medio de una idea, de repente llega mi nieta a pedirme un papel para dibujar, y pierdo el flujo del pensamiento. O peor aún, cuando en el medio de una entrevista, se cae el internet y te quedas con la palabra en la boca, en especial para mí, que no soy particularmente de palabra hablada sino escrita.

En una reciente entrevista a la que gentilmente fui invitado por Mingo y Erika, en el programa “Arrímate al Mingo”, en MingoTeVe en YouTube, sucedieron esas interrupciones, no una sino varias veces, debido al internet horrible que tengo (y que en general hay en el país), y al que no tengo esperanza de poder cambiar en este momento. Esto dejó recortado el planteamiento que deseaba hacer, sin permitirme un cierre general. A pesar de todos los esfuerzos de mis anfitriones, ya las interrupciones en si mismas generan un desvío de las ideas. Esto trae como consecuencia que al truncarse el mensaje, no expresas la idea general de lo que deseabas expresar, aunque se hayan podido transmitir acertadamente algunas partes (ver Tenemos que hacer política ¡pase lo que pase! / ARRÍMATE AL MINGO / Martes 02 de septiembre de 2025" en YouTube, en https://www.youtube.com/live/p6S1UGJUe2E).

No repetiré todo lo que dije allí (les invito a ver la entrevista en el enlace arriba señalado), pero me gustaría con esta nota terminar de expresar las ideas que intentaba exponer allí, y que por razones de tiempo e interrupciones técnicas no pude concluir, reconociendo que en un programa con tiempo limitado ya de por sí es bastante difícil.

Existe una idea equivocada, creada artificialmente en el país, debido a múltiples razones (bien sea por las narrativas implacables de los factores en conflicto, los intereses políticos de la dirigencia involucrada, el temor por perder la influencia política) de que los EEUU acabaran con nuestra tragedia “extrayendo” a quienes se mencionan en los carteles de “Se busca” que circulan internacionalmente. Gran parte de esta equivocación ya la he explicado en mis tres últimas notas, en especial la más reciente, y motivo de la invitación al programa “Arrímate al Mingo” (ver Hacer política en Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/08/hacer-politica-en-venezuela.html).

A diferencia de lo que la matriz generalizada de opinión creada artificialmente difunde, no existe tal cosa de que Venezuela esté comenzando una “transición”, entre otras razones por que Venezuela aún no ha entrado en esa fase. ¿Y por qué creo que eso es una fase? ¿Una fase de qué? Veamos.

Se ha dicho incontable número de veces que “hay que salir de Maduro y su régimen” para comenzar un proceso de transición. Y eso es verdad. Sin embargo, a pesar de eso, aún la gente confunde la “gimnasia con la magnesia”, como decían mis abuelos. He aquí las fases a las que me refiero:

Fase DESPLAZAMIENTO

Esta es la fase donde estamos trancados. La narrativa opositora ha convencido a los venezolanos que la única manera de salir del régimen es por la fuerza. Ese convencimiento por parte de los actores políticos a la población nos tiene a todos la espera de los marines de Trump, o las bombas de los barcos, o del comando de “extracción”, porque eso terminaría con el sufrimiento del pueblo venezolano.

Eso ha cancelado toda discusión, debate, intercambio de ideas entre los factores afectados, para abordar las consecuencias de esa supuesta acción, todo. En otras palabras, de hacer política en el país. De hecho, todo el capital político opositor está invertido en esa acción, que NO DEPENDE DE ELLOS, y que, si no se materializa, ese capital terminará rematándose al precio de gallina flaca en el mercado político, con la consecuente ruina política de quienes  impulsaron esa ruta. Tanto el régimen como la oposición mercadean cada vez más agresivamente sus narrativas al mejor postor a la espera de una decisión de los EEUU.

Los factores opositores, al plantear una solución como la anterior, tienen la obligación a cambio de responder a los EEUU, país al que le están solicitando esa ruta que podríamos llamar de “violencia controlada”, con lo que se podría llamar “un plan político”. Esto es, fundamentalmente, responder qué pasaría cuando ellos hagan su parte, que garantice que ellos, los EEUU, no sean los que recojan los vidrios rotos que esa acción traiga como consecuencia. Ese es el plan que reclamó James Story, ex embajador de los EEUU en Venezuela, en su entrevista con Gabriela Perozo de VPItv (verla en mi nota pasada referenciada arriba).

En esta fase, que he llamado “Desplazamiento”, si se escoge la violencia como factor fundamental como nos lo han vendido, luego de “extraídos” los más buscados, los militares tienen un rol fundamental que jugar. La oposición ha demostrado haber raspado esa materia desde que en el 2019 dejaron abandonados a cientos efectivos que desertaron de las FFAA de Venezuela en apoyo al interinato de Juan Guaidó (ver La Tercera, Las historias de los militares que desertaron a favor de Guaidó, en https://www.latercera.com/mundo/noticia/las-historias-los-militares-desertaron-favor-guaido/583844/).

Difícilmente, sin garantías, ningún uniformado volverá a creer en ningún dirigente político opositor. NINGUNO. Y hasta donde sepamos, las cosas no han cambiado. Al contrario, se sigue solicitando como disco rayado (perdonen la expresión sesentosa), como en el 2019, que se inmolen a favor de un cambio político, sin decirles cómo será ese cambio en relación con ellos. Esa es una pregunta clave que debe ser respondida antes de cruzar esta fase importantísima para el cambio político en Venezuela.

El desplazamiento del régimen que existe en Venezuela NO SE PUEDE REALIZAR sin contar previamente con un comando militar perfectamente definido. Léase bien: DEFINIDO. Del jefe máximo para abajo, con nombre, apellido y rango militar. Los militares no obedecen a políticos sino a militares de mayor rango, y no a cualquier militar, sino a quienes ellos reconozcan como superiores y se hayan ganado su respeto en la Fuerza Armada. Y esa es precisamente la definición misma de quienes son ellos: “los tres pilares fundamentales en que descansan la organización, administración, operatividad y unidad de mando de la Fuerza Armada.. son la DISCIPLINA, LA OBEDIENCIA Y LA SUBORDINACION” (ver ver Jacobo Yépez Daza, Réquiem por un General civilista, en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/jacobo-yepez-daza-requiem-por-un.html y Doce Ejes y un Destino: 10) Institucionalización de las Fuerzas Armadas, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/10/doce-ejes-y-un-destino-10.html). 

No me corresponde sugerir a la oposición cómo hacer eso, entre otras razones, porque esa es una responsabilidad que le compete al liderazgo político, como una pieza fundamental con la que debe contar una oposición que todavía no ha dado muestras de entender todavía esta fase. Lo único que puedo decir es que esta fase ha sido conducida en el pasado extraordinariamente bien, por políticos como Rómulo Betancourt, que estuvieron a la altura del momento político que transitaron, entendiendo y respetando a cabalidad el rol de los venezolanos de la institución militar para el ejercicio del poder en Venezuela.

Ahora bien, si ocurre, como es previsible, que no se pueda salir de esta fase porque se escogió la ruta equivocada, se hará necesario entrar en una discusión POLÍTICA, esto es, HACER POLÍTICA en Venezuela, para encontrar entre todos la mejor manera de pasarla con éxito, con cualquier ayuda que nos puedan brindar desde el exterior, que no necesariamente se traduzca en fuerza militar.

Y aquí introduzco la solución pacífica propuesta por la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, cuyos términos sean negociados a 4 partes, entre Oposición, régimen, Sociedad Civil y Comunidad Internacional (EEUU a la cabeza).

Esa convocatoria sería la resultante de acuerdos políticos (de nuevo, haciendo política) entre todos los involucrados, donde se garantice transparencia electoral para la elección de Constituyentes, a través de un Tribunal Electoral Ad-Hoc, controlado por esos 4 factores (pueden profundizar el tema en ANCO Proclama: Hacia una negociación Constituyente- 02-05-2025, en https://ancoficial.blogspot.com/2025/05/proclama-anco-hacia-una-negociacion.html y una nota mía titulada, Negociación Constituyente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/05/negociacion-constituyente.html). 

Las 4 partes acuerdan que una vez reunido el Constituyente, este decidirá un Gobierno de Transición, que se ocupará en menos de un año de redactar un nuevo Pacto entre gobernantes y gobernados, esto es, redactar una nueva Constitución, para luego convocar a elecciones de acuerdo a ese nuevo Pacto, después de aprobada la nueva Constitución en Referendo.

Fase: TRANSICIÓN

La dificultad de esta fase dependerá de cuál ruta escogida en la fase anterior. Si el desplazamiento fue violento (en cualquiera de sus formas), será violenta la transición, por lo que cobra más importancia contar con una defensa militar clara de la nueva estructura de poder que vendría. Esto sería materia a cubrir en la fase anterior. Sin embargo, no perderé el tiempo explorando lo que sería esa hipótesis porque no creo en una solución violenta en la fase de desplazamiento. Me atrevo a afirmar con la mayor seriedad  que ningún político opositor en Venezuela está preparado para la desaparición inmediata de quienes nos desgobiernan. Y eso es precisamente porque NO EXISTE hasta ahora un plan que aborde todos los demonios que se desatarían de suceder esa eventualidad.

La transición se debe entender como el producto de un acuerdo nacional entre todos los factores políticos involucrados en el cambio. Nadie cooperará con un nuevo gobierno producto de decisiones donde no hubo participación, por lo tanto, no se sostendría por mucho tiempo, y ocurriría una repetición en mayor escala del fracaso opositor del 11 de abril de 2002, donde la acción del pueblo y los militares lograron el desplazamiento del régimen, pero solo duró horas porque nadie en el sector político se encontraba coordinado para el siguiente paso en la sucesión del poder. Aún hoy, después de 23 años, pareciera no haberse aprendido esa lección.

De realizarse una Asamblea Nacional Constituyente en la fase de desplazamiento, el gobierno de transición tendría un piso absolutamente constitucional y político para poder gobernar y tomar decisiones trascendentales en el ámbito económico, social y político. La opción contraria requeriría de la fuerza de las armas, en el medio de un cuadro de desestabilización política promovido por quienes fueron desplazados del poder. Entraríamos en una espiral de violencia política que se uniría con la de Colombia, por sus vínculos con el negocio del narcotráfico.

Igualmente, la composición de ese gobierno de transición nacería de los acuerdos llegados en la primera fase, así como de los resultados de la elección Constituyente. A ese nivel debe apreciarse la voluntad política y el amor por Venezuela en la escogencia de ese gobierno, que indudablemente debe estar compuesto por los mejores en su campo de actividad, a fin de afrontar los retos de un país en ruinas.

Fase: REFUNDACIÓN

Hemos llamado Refundación a la fase donde se desarrolla la discusión de un nuevo paradigma para nuestro país, donde exista el debate abierto de los representantes legítimos del pueblo venezolano, en una Asamblea Nacional Constituyente, de las reformas institucionales que hay que realizar para la nueva Venezuela democrática del futuro, donde todos podamos estar seguros de que esta tragedia no vuelva a repetirse.

En la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, hemos propuesto un Proyecto de cambio institucional, fundamentado en un planteamiento formal de reformulación político-territorial del país, que incluye un modelo de autonomía federal de los Estados. No estoy diciendo aquí que sea ese el proyecto que se aplique, sino que se contrasten diversos proyectos para dar con una fórmula de consenso en la que los representantes del pueblo estén de acuerdo. Nuestro Proyecto se denomina El Gran Cambio, una propuesta para la Refundación de Venezuela (pueden descargar el documento en, https://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).

 

El Gran Cambio NO ES UN PROGRAMA DE GOBIERNO. Es una propuesta de cambio estructural del Estado y reasignación de responsabilidades entre los Poderes Públicos. No es discutible, sino en una Asamblea Nacional Constituyente, a los fines de reescribir nuestro actual texto Constitucional para Refundar la Nación. Responde también a la angustia de la Iglesia Católica venezolana de REFUNDAR la Nación, y cuya tesis fue respaldada por ANCO en ocasión del mensaje relativo al Bicentenario de la Batalla de Carabobo de la Conferencia Episcopal Venezolana el 23 de junio de 2021. A partir de ese momento, nuestro proyecto está dirigido a la REFUNDACIÓN de Venezuela (ver ANCO expresa su apoyo al Mensaje de Refundar a la Nación de la CEV, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/07/anco-expresa-su-apoyo-al-mensaje-de.html).

Nótese aquí que la última fase no es llegar a unas “elecciones libres”, como rezaba la trilogía del interinato. Es cambiar las estructuras del Estado, y dentro de ello generar las condiciones de país necesarias para unas verdaderas elecciones libres y transparentes, garantizando la paz y la estabilidad política para poder retomar el rumbo democrático perdido de Venezuela.

Conclusión

Como se ha podido notar en este planteamiento, no se ha comenzado siquiera con la primera de las tres fases necesarias para retomar la ruta del restablecimiento Constitucional de Venezuela. De hecho, a mi juicio, se ha comenzado mal la primera fase, sin garantizar todos los elementos necesarios para evitar que la tragedia social del país se agrave e incluya la violencia política nunca antes vista en Venezuela, el mal endémico de nuestros hermanos colombianos.

Nos encontramos abiertos a discutir otras opciones pacíficas para la crisis política venezolana. No somos propietarios de la verdad. De eso se trata la política. Pero si la creencia, ya dada por descontado, es que el conflicto violento entre venezolanos es la solución de la crisis, o que esta viene de los barcos de Trump o cualquier otra medida que incluya militares extranjeros, no hablemos de política.

Las personas que crean de verdad en esa solución, que den un paso al frente, que busquen los recursos necesarios  y comiencen un enfrentamiento armado. No seré yo quien discuta eso. Al menos presentarán una solución venezolana, que puede ser digna de respeto, aunque la considere equivocada, porque después de ella necesariamente tendría que continuar el arreglo político pacífico, pero luego de quién sabe cuál número de muertos. Así, al menos no se pretenderá que otro país ponga su sangre para solucionar un problema que es definitivamente nuestro…

Caracas, 3 de Septiembre de 2025

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