Por Luis Manuel Aguana
Lo voy a decir
claro y sin tapujos: existe un plan de la oposición oficial de venderle a los
venezolanos unas elecciones con la participación de Juan Guaidó como candidato en
contra de Nicolás Maduro. Y falta solo la aprobación de Leopoldo López. Aparte
de la locura de aceptar a Maduro como supuesto candidato (no solo por ser extranjero
y convicto por ladrón), y la estupidez de convencer a Venezuela de ir a unas
elecciones saliéndose de la ruta establecida que comienza con el “cese de la
usurpación”, el planteamiento es retrogrado y pasa por pensar a estas alturas
que los que todavía nos quedamos en Venezuela somos un atajo de estúpidos
resignados. Lo retorcido del solo planteamiento es asqueroso. ¡Por Dios! ¿Qué
habremos hecho los venezolanos para merecer esa oposición?
Y aun si no
fuera Maduro el candidato, plantear la inversión de la ruta –elecciones
primero- porque aun no se produce el famoso “quiebre” del régimen, es
simplemente suicida. De allí que Stalin González se encuentre trabajando a todo
vapor para salir con una propuesta de unos Rectores del CNE “equilibrados”, y
que como consecuencia del “arrase” de la figura de Guaidó a nivel nacional,
Maduro o cualquier otro que ponga el régimen “perdería” las elecciones. ¡Y
listo! Así saldríamos del régimen y todos seriamos felices, en especial la
corrupción régimen-oposición. ¡Pareciera que no han vivido en Venezuela en
estos últimos 20 años!
En lo
particular espero que Juan Gerardo Guaidó Márquez (si, su nombre completo) no
se preste a semejante vagabundería corrupta. Aunque de acuerdo a muchos
analistas sería parte principal de cualquier jugada de cohabitación futura,
porque es protagonista principal del acuerdo del G4 para esa solución política
ante la dificultad de lograr el “quiebre” del régimen. Prefiero ver más de esta
película para llegar a esa conclusión.
La insistencia
de la oposición oficial en la ruta electoral para salir del régimen sin haber
desalojado a Nicolás Maduro Moros de Miraflores no es de ninguna manera nueva.
Viene desde mucho antes del Referendo Revocatorio abortado ilegalmente en 2016.
Han desconocido la autoridad del Tribunal Supremo de Justicia legitimo en el
exilio que sentenció en Bogotá a Nicolás Maduro Moros en Octubre de 2018, a 18
años y 3 meses de prisión, y ordenó un nuevo sistema electoral con base manual
para Venezuela en sentencia del 13 de Junio de 2018.
Ese patético
cuadro obliga a que toda solución que se le de a la crisis política venezolana
pase por aceptar a los delincuentes que tienen secuestrado el poder en
Venezuela, tolerando elecciones amañadas permanentemente con un CNE fraudulento
y reafirmadas por un Tribunal Supremo de Justicia a las órdenes de Maduro, y presidido
por un ex convicto. Esta postura recibe cada vez más el NO rotundo del pueblo
venezolano.
Luego del 23 de
Enero de 2019 con la irrupción al escenario político venezolano de una figura
fresca que encarno las esperanzas casi perdidas de los venezolanos, y con el
establecimiento de una ruta clara que comenzaba con la salida primero de
Nicolás Maduro Moros del poder, se reactiva la protesta en las calles y se le
da un nuevo impulso a la oposición de la gente a la tiranía.
El mantra, como
he llamado a la secuencia lógica, 1) Cese de la usurpación; 2) Gobierno de
Transición; y 3) Elecciones Libres, se posicionó de la mente de todos los
venezolanos como la manera de resolver la crisis de nuestro país. Nadie
cuestionó la lógica de esta sucesión de eventos. Pero el primer paso, que
algunos “boys scouts” de la Asamblea Nacional creyeron que se daría de
inmediato porque se iba a introducir “si o si” la ayuda humanitaria por la
frontera el 23 de Febrero, no se dio. Se le mintió descaradamente al pueblo
venezolano en ese “si o si” porque pensaron que las Fuerzas Armadas se
“cambiarían de bando” solo porque el gobierno impediría que la ayuda
humanitaria ingresara al país. Más improvisado imposible.
No pasó el
“quiebre” y comenzó el calvario. El tiempo pasa y la aceleración de la crisis
es brutal. Los apagones, la hiperinflación, la falta de agua, alimentos y
medicinas, han agravado al extremo las condiciones de vida de los venezolanos.
Y en el medio del camino, las tendencias medidas del respaldo de Juan Guaidó
como Presidente de un Gobierno de Transición pasan del 81,4% el 23 de Enero al
63,3% el 14 de Marzo de 2019 (ver Meganalisis en https://twitter.com/Meganalisis/status/1107700862233862144)
en una caída vertiginosa de casi 20 puntos. El respaldo popular es crítico para
los políticos, y como hay que hacer algo porque el quiebre no se produce, ahora
están preparando el brebaje de unas elecciones con Maduro para hacérselo tragar
a los venezolanos. Y el “quiebre” nunca se producirá porque entendieron
finalmente la realidad: las Fuerzas Armadas están destruidas y lo que queda de
ellas está en poder de una fuerza militar extranjera, todo esto por obra y
gracia del régimen castro-chavista-madurista.
¿Cómo es
posible que la solución de Venezuela pase por tolerar, por la vía electoral, la
existencia de unas Fuerzas Armadas controladas por un país extranjero? ¿Cómo es
posible ni siquiera considerar que se vaya de nuevo a un proceso electoral,
demostradamente fraudulento y controlado por el régimen? ¿Cómo es posible que
aun la oposición oficial de Venezuela insista en un proceso electoral sin antes
haber salido del régimen de Nicolás Maduro Moros, invirtiendo el orden de los
factores de la ruta que se le vendió a los venezolanos? Mi respuesta es que
todo eso es posible porque la oposición oficial ya es parte del régimen a
través de operadores políticos comprados en la Asamblea Nacional.
De allí que
entendamos que factores del gobierno del Presidente Encargado Juan Guaidó se
opongan y obstaculicen internacionalmente la solución inmediata al problema
venezolano como lo sería la aplicación de la Responsabilidad de Proteger (R2P)
para Venezuela de la Comunidad Internacional, con la negación de la Asamblea
Nacional a la autorización del empleo de misiones militares extranjeras en el
país, como lo establece el Artículo 187, numeral 11, para el acompañamiento de
la Ayuda Humanitaria (ver Factores del Gobierno de Guaidó se oponen y
obstaculizan intervención en Venezuela
Entonces
tenemos dos posiciones encontradas para resolver el problema y queda a los
venezolanos decidir cuál de las dos debe ser aplicada: o unas elecciones
fraudulentas controladas por el régimen o la aplicación del Principio de la
Responsabilidad de Proteger (R2P) con fines humanitarios que ponga fin a la
usurpación para continuar la secuencia planteada desde el 23 de Enero. Creemos
que lo grave de la situación de Venezuela sobrepasó a Guaidó y a la oposición
oficial colaboracionista por lo que creemos que ya el asunto debe ser
consultado al pueblo venezolano.
La Alianza
Nacional Constituyente Originaria-ANCO ha hecho una propuesta que plantea
elevar a la consideración de los venezolanos, en Venezuela y en el exterior, este
problema que nos agobia a todos, a través de una Consulta Popular, preguntando
directamente a los venezolanos en los siguientes términos:
¿Autoriza usted, en ejercicio directo de la
soberanía popular, a los países que en la Comunidad Internacional sean aliados
de la libertad del pueblo de Venezuela, a que integren una Misión Militar
Extranjera de Paz con fines humanitarios, para que ingrese en territorio
venezolano con el objetivo de proteger, socorrer y liberar al pueblo,
realizando las acciones que fueren necesarias para el cese inmediato de la
usurpación en que ha incurrido Nicolás Maduro Moros al ejercer, de facto, la
Presidencia de la República? (ver Manifiesto para la Consulta Mundial, en http://ancoficial.blogspot.com/2019/03/comunicado-anco-manifiesto-ciudadano.html).
Esta autorización tiene unos alcances que pueden revisar en el referido enlace).
Una Consulta
Popular de esta naturaleza tendría un poder de movilización incomparable y
extraordinario en Venezuela. No sería un Cabildo, ni una Asamblea de
Ciudadanos, ni una marcha, sería una manifestación de voluntad contundente e
incontestable dirigida directamente a la Comunidad Internacional. De esa manera,
ni la Asamblea Nacional, ni Juan Guaidó o ninguno de sus representantes en el
exterior podrían hablar más por nosotros, quienes estamos sufriendo esta
tragedia, ya que estaríamos ejerciendo de manera directa nuestra soberanía como
lo establece el Artículo 5 de la Constitución Nacional. Quedaría de parte de la
Comunidad Internacional venir o no en nuestro auxilio. Esta Consulta no estaría
en contra de los esfuerzos de Juan Guaidó, sino todo lo contrario, sería una
manifestación claramente complementaria a la ruta que se nos planteó a los
venezolanos, cuyo primer paso es el “cese de la usurpación”.
No se puede
luego tener un Gobierno de Transición y menos aun Elecciones Libres sin haber
salido de estos delincuentes que han impulsado una invasión comunista armada
dentro de nuestro país. Y eso no se puede hacer sin el uso de una fuerza armada
inspirada en principios democráticos. Si esa fuerza ya no existe en nuestro
país porque fue extinguida deliberadamente por los invasores, nosotros los
dueños de la Soberanía debemos solicitarla.
Caracas,
26 de Marzo de 2019
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana