domingo, 14 de junio de 2020

Distorsiones

Por Luis Manuel Aguana

Tercera acepción de la palabra “distorsión”: 3. f. Acción de torcer o desequilibrar la disposición de figuras en general o de elementos artísticos, o de presentar o interpretar hechos, intenciones, etc., deformándolos de modo intencionado (DRAE, actualización 2019, https://dle.rae.es/) (resaltado nuestro). Esa acción de presentar la realidad, deformándola, torciéndola, desequilibrándola es lo que hemos vivido los venezolanos por más de 20 años, al punto que ya no somos capaces ni siquiera de asombrarnos.

La desaparecida Dra. Rosa María Zulueta, extraordinaria psicólogo social, insistía que el venezolano estaba psicológicamente enfermo producto de una estrategia deliberada del régimen al aplicarnos discursos violentos, intolerancia, chantajes y manipulaciones, engaños y rebotes de culpa, violaciones de derechos humanos, discriminación política, ineficiencia, corrupción y pobreza”, y que eso provocaba en la población “quiebres de lógica (disonancias), desesperanza, inermidad, incertidumbre, frustración, resentimiento, rabia tóxica, paranoia y reactividad” (ver Rosa María Zulueta, ciudadana integral, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/03/rosa-maria-zulueta-ciudadana-integral.html). Venezuela se ha convertido en un gran manicomio dividido en tres toletes: el régimen, la oposición oficial, y el resto de los venezolanos. Y por supuesto nosotros somos la mayor parte de esa torta desigual que está llevando la peor parte.

Ese sainete del nuevo CNE es parte de la distorsión que hace el régimen, que desconociendo los votos de los venezolanos en diciembre de 2015 inhabilita la Asamblea Nacional desde el mismo comienzo de su gestión, después de que la oposición lograra una mayoría calificada, aceptando desde el TSJ ilegitimo una “omisión legislativa” porque esa misma Asamblea no ha nombrado un nuevo CNE (¿cómo iba a hacerlo si la habían colocado en “desacato”, impidiendo reunir las 2/3 partes necesarias para el nombramiento del CNE como obliga el Art 296 Constitucional?), para luego nombrar Magistrados de ese mismo TSJ como Rectores del CNE, cobrándose y dándose el vuelto. Es como dice un twit de la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ: “Designar y ser designado a la vez. Ser juez y parte. Estar en el TSJ designando a los rectores del CNE y resultar " designada" rectora.” (ver twit en https://twitter.com/BMarmoldeLeon/status/1271865004678090752), es mas que una distorsión, es una aberración de la Justicia, de la esencia misma de ser Juez, de la decencia pública, de ética y la moral.

No contentos con esa distorsión, la oposición oficial se defiende y desde la Directiva de una  Asamblea Nacional desconocida por el mismo TSJ ilegítimo, el Gobierno Interino de Juan Guaidó responde en un comunicado del Centro de Comunicación Nacional que “2. Rechazamos esta decisión, desconocemos las pretendidas nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral, así como cualquier decisión o convocatoria que salga de este nuevo fraude a la Ley. Reiteramos que no convalidaremos el fraude de unas falsas elecciones parlamentarias y reconoceremos a la actual Asamblea Nacional hasta que los venezolanos puedan elegir nuevos diputados libremente” (ver Comunicado del Gobierno Legítimo de Venezuela a la Sociedad Civil venezolana y a la Comunidad Internacional, en https://twitter.com/Presidencia_VE/status/1271943626466131969/photo/1).

Esto es, al decir del Gobierno Interino la actual Asamblea Nacional que preside Guaidó quedará en funciones indefinidamente hasta que haya elecciones libres en Venezuela. O sea, esto es cuando “cese la usurpación”, ¿Qué tal? Esto, como ya todos los venezolanos hemos visto, parece enrumbarse a los mismos años de los Castro en Cuba. Mi pregunta a la Comunidad Internacional (ergo a los Estados Unidos): ¿Reconocerá el Gobierno norteamericano los resultados de las elecciones parlamentarias de Diciembre con esa nueva Directiva del CNE del TSJ ilegítimo?

Y ustedes me dirán: ¿¡Y cómo se te ocurre hacer esa pregunta!? ¡Claro que NO LOS RECONOCERÄN! No sé. Yo solo hago una pregunta inocente porque AD, UNT, la Mesita y demás asociados del régimen habían dicho que SI irían a esas elecciones con el PSUV y yo todavía no he oído a los norteamericanos decir nada respecto a ese nuevo CNE ni de las palabras de Guaidó, o que si seguirán apoyando a Guaidó después de esas elecciones como Presidente de una Asamblea que se le acabó el período. De ESA nueva Asamblea Nacional chimba que salga de esas elecciones saldría la nueva institucionalidad opositora “legítima” para hacerle frente al régimen. Y es claro que con un CNE como el designado a dedo por ese TSJ no saldrá nada de eso. Si la Comunidad Internacional decide respaldar el resultado de esa elección, QUE SI SE LLEVARÁ A CABO aunque nosotros no queramos, pueden jurar por los clavos de Cristo que los partidos de la oposición oficial SI IRAN a ese proceso. Y eso ya de por sí es otra distorsión…

Si todo esto que ocurre en Venezuela no es una distorsión a la institucionalidad de la República, no sé que lo es. Ni lo que ha hecho el régimen con el CNE, ni lo que está haciendo la oposición oficial quedándose “ad infinitum” con las diputaciones fuera de su período establecido constitucionalmente. Incluso, a estas alturas, el mismo Guaido es una distorsión del Artículo 233 Constitucional. Ya su Presidencia no se justifica. El solo tenía razón de ser por el “cese de la usurpación” y este todavía no ocurre ni parece que ocurrirá en un futuro cercano con él al frente. Guaidó ha demostrado en año y medio no haber podido resolverlo. ¿Por qué tendríamos nosotros que tolerar que se quede un minuto más sin ningún ancla constitucional que lo sustente? Son preguntas gruesas que debemos empezar a hacernos en Venezuela si vamos hacia una Presidencia Encargada y una Asamblea Nacional indefinidas…

Ahora bien, ¿cómo se corrigen unas distorsiones que han llegado tan lejos? Recurriendo a la fuente, al origen de la institucionalidad, que no es otra cosa que la convocatoria a la Soberanía Popular. No soy yo quien tiene la fórmula mágica para decirles cómo y a qué debe recurrirse para que esto ocurra, dado el nivel de destrucción institucional al que hemos llegado. Pero si alzo la voz a quienes dentro y fuera del país entienden de lo que estoy hablando. Debemos comenzar a trabajar en una estrategia que conduzca a la convocatoria de la Soberanía Popular, al Soberano Pueblo de Venezuela para volver todo a cero de nuevo. A “resetear” todo el sistema y recomenzar SIN las distorsiones que produjeron quienes en mala hora se hicieron con el poder en Venezuela. De otra manera alargaremos el sufrimiento de los venezolanos. Tarde o temprano la gente terminará entendiendo que ese es el único camino…

Caracas, 15 de Junio de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

martes, 9 de junio de 2020

¿Quo vadis Venezuela?

Por Luis Manuel Aguana

Un gran venezolano, Antonio Sánchez García, publicó en septiembre del año pasado un artículo preguntándose, “¿Dónde están los Gonzalo Barrios, los Pérez Díaz, los Moisés Moleiro, los Pompeyo Márquez del Gran Encuentro Nacional que los venezolanos reclaman a gritos?” (Antonio Sánchez García, La defunción de lo político, tl.gd/n_1sr0qdq). Le contesté que ese era un  buen grito de angustia para buscar lo que hace tanta falta en Venezuela, que no es otra cosa que un liderazgo a la altura de la circunstancia. Y precisamente en este momento crucial donde hacen falta los mejores conductores, pareciera que no se encuentran en ningún lado, dejando a Venezuela perdida en el camino.

Para poder responder la pregunta que titula esta nota se requiere preguntárselo a quien sepa dónde conducir a este país lleno de dificultades. Decía Seneca «Si no sabes hacia donde se dirige tu barco, ningún viento te será favorable».

La expresión latina que titula esta nota proviene de una historia cristiana que deberíamos recordar siempre todos los que de alguna manera intervenimos en política: Quo vadis es una frase latina que significa «¿A dónde vas?». La frase está vinculada a una tradición cristiana que gira en torno a San Pedro. De acuerdo con los Hechos de Pedro, el Emperador Nerón en el año 64 comenzó una persecución contra los cristianos. Temeroso de que algo malo le pudiera suceder, Pedro escapa de Roma por la Vía Apia, pero en el camino se encuentra con Jesucristo que iba cargando una cruz. Pedro, al verlo, le pregunta: «Quo vadis Domine» (¿A dónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). Pedro, avergonzado de su actitud, vuelve a Roma a continuar su ministerio, siendo posteriormente martirizado y crucificado cabeza abajo.” (ver Quo vadis? https://es.wikipedia.org/wiki/Quo_vadis%3F).

Jesucristo sabía a lo que vino al mundo y lo que debía hacer. De allí su firmeza al contestarle al discípulo que había perdido no solo el camino sino la fe, haciéndole avergonzar, colocándolo de nuevo en la ruta correcta. Y esa ruta, si se tiene clara, no debería ni siquiera causar temor porque se tiene la convicción de lo correcto, a pesar de los riegos involucrados. Eso lo tuvo clarísimo Alberto Carnevalli cuando escribe el documento “A la Rebelión Civil llama Acción Democrática”, fechado el 24 de Diciembre de 1952 después del fraude de Pérez Jiménez (ver http://pararescatarelporvenir.blogspot.com/2013/11/a-la-rebelion-civil-llama-accion.html) siendo Secretario General de AD en la clandestinidad.

Escribía en una nota en el 2013 (Rebelión Civil, https://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/rebelion-civil.html) que Carnevali tenía moral suficiente para hacer ese llamado. Decía que no solo estaba arriesgando su vida, sino que había trazado una raya entre lo que era y no era aceptable para un país. Después de más de 6 años reitero que no me imagino a Alberto Carnevali llamando a participar en otro juego electoral de la dictadura luego de ese fraude en descampado de un régimen perfectamente caracterizado. Por eso es que hay que aprender de la historia y de la moral política de los verdaderos liderazgos. Razón tiene Sánchez García de preguntarse donde están esos conductores de país.

La búsqueda del liderazgo adecuado es un tema que me ha preocupado (por no decir apasionado) durante todos estos años. Las razones del porque nace y cuales condiciones se deben dar en el país para que se manifieste. No creo que no existan hombres y mujeres dispuestos a asumir esa tarea, pero ¿qué les hace no dar ese paso fundamental?

En una nota del 2012 escribía que esos liderazgos estaban allí (La búsqueda del liderazgo perdido, en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/11/la-busqueda-del-liderazgo-perdido.html) pero que se manifestarían en su momento en la medida que la crisis arreciara, como en efecto está pasando. ¡Pero a estas alturas de la destrucción todavía no salen! ¿Por qué? Si existieran bancas de inversión de riesgo en el campo político, estuvieran interesadas en algunos proyectos (sin ruborizarme diría que el nuestro en ANCO es uno de ellos, particularmente en el interior). Pero estos proyectos no saldrán nunca en el actual estado de postración económica y política, pero sobre todo moral en que se encuentra el país. Hacer política en Venezuela se ha convertido en un negocio.

En la Venezuela actual nadie apuesta sino al caballo ganador que puede tener el poder mañana. Los financistas apuestan a Leopoldo, María Corina, Henry Ramos (aunque este último parece que se financia solo). Nadie invierte en proyectos con nuevas caras y nuevas propuestas porque se perdió la razón misma por la cual se hace política que es el bienestar de todos. En el pasado era más sencillo, los partidos salían de los ideales –y bolsillos- de sus militantes. Ahora salen de los bolsillos de los inversionistas. Eso debería resultar intolerable para cualquiera que pretenda hacer política con “P” grande en Venezuela.

No pierdo la esperanza de que eso cambie. Me consta la existencia, porque los he conocido, de personajes como esos que menciona Sánchez García en su artículo, en el interior de Venezuela y fuera de ella, a pesar de las dificultades. Uno de ellos, Hinderburgo Becerra, del hijo querido del Guárico se nos murió esperando ese cambio. Gente honorable y con vocación política y que no tienen la visibilidad que le da el dinero a la muestra inservible que se ve todos los días en la superficie a través de las redes sociales. Pero los partidos se cansan de venderle a la gente que eso es lo que hay. Y lo lamentable es que esas personas no resolverán la crisis de Venezuela y terminaran por la fuerza de los hechos en el basurero de la historia de este país.

Mi última nota del año 2018 la dedique al liderazgo de esos muchachos que ahora manejan el poder y la titulé “Por un liderazgo efectivo en el 2019” (http://ticsddhh.blogspot.com/2018/12/por-un-liderazgo-efectivo-en-el-2019.html). Allí me atreví a dar algunos consejos basados en un extraordinario trabajo de la revista Forbes. Mas de año y medio ha pasado y no se han cumplido en el accionar ninguna de esas recomendaciones, por lo que dudo que resulte exitoso nada de lo que salga de allí. El cuerpo de valores indispensables para llevar a Venezuela a algún lugar es absolutamente necesario en aquellos que se encuentren al frente de esta lucha. Si no los impulsamos o buscamos maneras que quienes los tengan salgan al ruedo, esta crisis será un mal sueño comparada con la que nos vendrá encima en un futuro previsible. Los que creemos estar conscientes de este problema debemos seguir insistiendo para poder tener una respuesta tan clara como la que le dio Jesucristo a Pedro en la Vía Apia, así sea que todos salgamos martirizados y crucificados como él, con la cabeza para abajo…

Caracas, 9 de Junio de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana