Por Luis Manuel Aguana
“Bienaventurados los que tienen el valor de cambiar porque de ellos será el reino de la libertad”
(A la memoria de) Carlos Alberto Montaner
Noviembre, 2016
Es difícil navegar en las aguas de la oposición en Venezuela. Hay demasiados espejismos. Por falta de agua creemos, repetidamente, como náufragos que no logramos llegar a tierra firme, que viene en la distancia el barco que por fin nos recogerá. Y cuando no pasa, viene el desencanto y la depresión, volviendo a las ganas de terminar con todo.
Pareciera que se nos hubieran olvidado las multitudes que nos congregamos en Chacaíto el 18 de febrero de 2014 solo para mirar cómo se llevaban detenido a Leopoldo López, el entonces principal líder de la oposición venezolana, sin que nada pudiéramos hacer para evitarlo. ¿Hemos aprendido algo de eso? Ahora vemos como la principal líder opositora, María Corina Machado (MCM), enfrenta los mismos embates del régimen. Y la respuesta sigue siendo la misma, como si no hubiéramos aprendido nada en todos estos años: “¡Ganaremos! ¡El régimen está asustado! ¡Los derrotaremos porque somos mayoría!”.
Y no tengo ninguna duda de que a la larga así será. Mientras tanto el régimen acciona y nosotros reaccionamos. Nunca ha sido lo contrario. Algunos lectores me han reclamado, y no sin cierta razón, que mis planteamientos son pesimistas. Y claro que lo son porque veo ese mismo aire de triunfalismo frente a la misma maquinaria demoledora que nos tiene completamente tabulados, y que conoce claramente como reaccionaremos ante cualquier barbaridad que hagan.
La inhabilitación de MCM va dirigida a exacerbar los ánimos de la oposición para aferrarse al mecanismo de primarias, llevándola precisamente al sitio más conveniente para el régimen. Victimizando a la “candidatura salvadora” de la oposición (ver nota anterior del mismo nombre en https://ticsddhh.blogspot.com/2023/06/candidatura-salvadora.html) como efectivamente lo han hecho, logran que ella se comprometa a insistir por esa vía con el respaldo de todo el mundo, y medirse en octubre aunque no sea la candidatura de MCM la que finalmente lo enfrente en el 2024. El régimen con eso gana 3 largos meses, tiempo suficiente para que toda la oposición esté metida en una elección estéril y sin sentido, que no mostrará a quien finalmente sea el verdadero contendor al candidato del régimen, sino hasta finales de octubre.
Una vez conformado el nuevo CNE -cosa que ocurrirá a la brevedad- el régimen podrá adelantar las elecciones lo más cercano posible, y el candidato que verdaderamente pueda competir no tendrá ni una fracción del respaldo que necesita para ir en contra de ellos, no solamente porque la mayoría estará lamentándose de lo que le hicieron a MCM y le negarán su apoyo, sino porque a este no le quedará tiempo suficiente para aglutinar las alianzas necesarias para lograr un bloque ganador creíble frente al régimen.
El régimen al victimizar a MCM conocía muy bien cuál sería la reacción. MCM seguiría "triunfante hasta el final" como esperaba el régimen, y si la estrategia sigue siendo la misma, difícilmente la candidatura de primarias escogida ganará esas elecciones. Y sus enemigos del G3, que son aún mayores que los del régimen, estarán encantados y no moverán un dedo para evitar eso, aunque perdamos todos.
¿Qué cosa debería estar estudiando una verdadera oposición, si realmente cree que la solución pasa por un enfrentamiento electoral con el régimen? Replantear la estrategia de las primarias y encontrar un candidato(a) INMEDIATAMENTE que reúna la suficiente adhesión opositora, y que no es ninguno de los que están en la papeleta de las primarias, incluida MCM. En otras palabras, llamar AHORA MISMO a una concertación política entre toda la oposición participante, incluido el G3, para poner todo el capital político de todo el mundo opositor en una figura indiscutible que todos acuerden. Esto es, encontrar una figura unificadora, moral y políticamente, como lo fue en su oportunidad Ramón J. Velásquez, capaz de montar y negociar entre toda la oposición, una transición a tres años con todos los sectores políticos, después de ser electo presidente en el 2024.
En este punto ustedes se preguntarán ¿y cuál es la diferencia? Esa nueva figura también sería objeto de inhabilitación política, como lo es ahora MCM, o cualquier otra medida que le impida competir electoralmente con el régimen. La diferencia estaría en que luego de un esfuerzo como ese de toda la oposición, al agotar todos los caminos democráticos posibles para dirimir la crisis con el régimen, quedaría demostrado definitivamente ante el mundo, en especial ante los países que siguen insistiendo en eso, que no existe camino electoral posible en Venezuela.
Creo que establecer esa diferencia sería lo racional si los actores políticos de verdad desean una salida electoral que defendamos todos sin apasionamientos por nadie. Pero lamentablemente estamos, de nuevo, en un juego de emocionalidades y egos. Y cualquiera que asome lo contrario de “ir de frente hasta el final” será etiquetado de “pesimista”, “conformista” o “derrotista”. Y no es una crítica, es una realidad. No soy más que un analista político que aporta ideas frente a lo que sucede, dejando de lado las pasiones que puedan surgir de lo que hagan los delincuentes que nos desgobiernan.
En esta pelea, a diferencia de nosotros, estos criminales se están jugando la vida, y harán todo lo que tengan que hacer para quedarse. Y nosotros seguimos siendo reactivos frente a lo que consideramos un "encuentro electoral" que ganaremos porque somos mayoría, poniéndole el pecho a las balas con cartones. MCM es el personaje más estudiado de la oposición en estos momentos, así como el sentimiento de apoyo que genera. Es por eso que será muy fácil para unos criminales entrenados en operaciones psicológicas con los cubanos y rusos, realizar acciones y predecir los movimientos reactivos de ella y sus seguidores ante cualquier cosa que emprendan, si no es que no son los mismos cubanos y rusos quienes las están aplicando.
Escribo esta nota en homenaje a la memoria de Carlos Alberto Montaner, considerado el mejor analista político latinoamericano de nuestro tiempo, cuyo fallecimiento ha pasado por debajo de la mesa por todo este escándalo montado por el régimen por la inhabilitación política de MCM. Montaner descartaba la salida electoral a la crisis venezolana, a pesar de que conocía muy bien que no había espacio político para una intervención militar en Venezuela.
Cuando el Grupo de Lima descartó el uso de la fuerza para resolver el problema de la tiranía de Maduro, Montaner insistió, argumentando un texto de Humberto Belli, ex ministro de Educación de Nicaragua, en estos términos contundentes: “El problema es que el chavismo ha constituido una dictadura dedicada al narcotráfico y a expandir el terrorismo islamista. De ahí que Humberto Belli, el ex ministro de Educación de Nicaragua, ha planteado la necesidad de ponerle fin al régimen de Maduro por medio de las armas colectivas. Sus argumentos son impecables: si existe el “internacionalismo revolucionario”, y si la izquierda aplaude “la divina presencia del Comandante Che Guevara”, nadie puede oponerse a la existencia del “internacionalismo democrático”, especialmente cuando se estaría actuando a favor de la soberanía venezolana y por invitación de un gobierno legítimo presidido por Guaidó. Su texto termina con una salutación a “La Legión del Caribe” creada por José Figueres para luchar contra las tiranías de la época. Fue una magnífica iniciativa” (ver Carlos Alberto Montaner, ¿Qué pasará ahora con Venezuela y Juan Guaidó? en https://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/carlos-alberto-montaner/article227023009.html).
Pero Humberto Belli, fue incluso más allá: “Seguramente, también, se escucharán voces criticando de injerencistas o contrarios a la soberanía nacional, a los gobiernos o instituciones que decidan tomar medidas concretas contra los que atropellan a sus pueblos. Al respecto es preciso recordar que la soberanía no reside en los gobiernos o estados, sino en los ciudadanos, y que cualquier régimen que niegue a ellos el derecho de elegir y quitar libremente a sus autoridades, no puede alegar a su favor un principio que pisotea en su propia casa. Respeto sólo merecen los gobiernos que respetan a sus pueblos; los que acatan la voluntad popular y protegen sus derechos” (ver Humberto Belli Pereira, Es hora de la solidaridad democrática, en http://www.elblogdemontaner.com/es-hora-de-la-solidaridad-democratica/). Nada más cierto que eso.
Si hemos de forzar una situación que nos conduzca a ese escenario concreto a través de unas elecciones que abiertamente se robe el régimen de Maduro en presencia de la Comunidad Internacional, será claro que todos los actores políticos deberán previamente cambiar sus posiciones inflexibles creando una posición electoral única frente al régimen de Nicolás Maduro Moros, con el máximo apoyo de todos los sectores de la oposición, dando un paso inusitado hacia la libertad. De ser así, se harán en ese momento realidad las palabras, ahora inmortales, de Carlos Alberto Montaner: “Bienaventurados los que tienen el valor de cambiar porque de ellos será el reino de la libertad”. En ese caso, si encuentran el valor, el reino no solo será de ellos, sino de todos nosotros. Ojalá que así sea…
Caracas, 5 de Julio de 2023, un año más de la Declaración de Independencia de Venezuela, pero sin independencia…
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