martes, 8 de marzo de 2022

La realpolitik de EEUU para Venezuela

Por Luis Manuel Aguana

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Ciertamente, la realidad mata cualquier razón de política. A pesar de que un país tenga un curso de acción decidido previamente, las realidades le hacen cambiar de curso, así deje de lado acuerdos ya decididos. EEUU es una potencia mundial. No es de su interés lo que le pase a nadie, salvo a sus propios ciudadanos. Eso más que una realidad es un hecho comprobado. Tal vez la llamada primera democracia del mundo tenga voces fuertes que internamente hagan el balance entre lo que debe suceder y lo que en realidad sucede, pero termina imponiéndose la que se ha dado en llamar internacionalmente “realpolitik” o política realista, definida como “la política o diplomacia basada principalmente en consideraciones de circunstancias y factores dados, en lugar de nociones ideológicas explícitas o premisas éticas y morales” (ver Realpolitick en https://es.wikipedia.org/wiki/Realpolitik).

Ese pragmatismo de la política realista de EEUU de dejar a la oposición venezolana, o a los venezolanos en general, fuera de cualquier consideración a la hora de negociar directamente con Nicolás Maduro Moros –a solicitud del mismo régimen-  no debería extrañarnos, incluso hacernos sentir mal. EEUU vino a negociar el sábado pasado, utilizando la cobertura impuesta por el suministro petrolero y los altos precios impuestos por la guerra en Ucrania, sus intereses legítimos, no los de los venezolanos.

Si, efectivamente, hablaron con Maduro acerca de unas elecciones presidenciales y posible la vuelta a la mesa de negociación –cosa que el régimen rechazó si no soltaban a Alex Saab-, pero el centro del tema fue fundamentalmente el destrabamiento de las relaciones EEUU-Venezuela rotas a partir de 2019 con el reconocimiento de Juan Guaidó como Presidente Encargado. No vinieron a abogar por los cientos de políticos y militares presos venezolanos. No. Trajeron a su experto para abogar por sus presos de CITGO. Y yo me pregunto, aparte de la oportunidad presentada por la guerra en Ucrania, ¿por qué hacer algo ahora que siempre pudieron hacer directamente? Y la respuesta me parece muy obvia: Porque desde 2019 no se ha avanzado ni un milímetro con la solución del problema venezolano con el Gobierno Encargado que han apoyado desde el 2019. ¿Duro, verdad?

Porque así funcionan las naciones. Si algo no funciona, lo desechan y buscan otra solución. Y la solución ahora para ellos es hablar directamente con la cabeza del problema y llegar a un arreglo conveniente a ambas partes. Y san se acabó. Si no se hubiera abierto la ventana de oportunidad que se abrió para los venezolanos en enero de 2019, los EEUU ya hubieran abordado el problema directamente desde hace mucho tiempo. Pero al parecer lo peor que nos pudo pasar desde el 2019 –fundamentado en los hechos que han ocurrido- fue haber perdido 3 años corridos con un Gobierno Encargado que ha coexistido con el régimen sin tomar alguna decisión efectiva para deshacernos de el. Esa es lamentablemente la realidad.

¿Cómo queda el Gobierno Encargado luego de esa primera reunión del régimen con una comisión de alto nivel de los EEUU compuesta por Juan González, Director para las Américas del Consejo de Seguridad Nacional del Presidente de los EEUU, Roger Carstens, enviado presidencial especial para asuntos de rehenes, y James Story, Embajador de Estados Unidos en Venezuela, basado en Bogotá? Obviamente pintado en la pared. Vinieron a hablar con el jefe de la banda de secuestradores, y punto.

Y mejor composición para negociar imposible: el enviado del Presidente de EEUU, el Embajador de EEUU para Venezuela, y un experto en rehenes. Eso es lo que se enviaría a conversar con un delincuente para que suelte unos rehenes (aunque lamentablemente no hayan venido a hablar de los rehenes que somos todos venezolanos). Lo del petróleo no fue más que una excusa porque saben de sobra que Venezuela dejo de ser un país petrolero hace años. Pero eso no significa que no pueda serlo de nuevo en el futuro a instancias de EEUU en una negociación política.

Esta es para ellos la primera de una serie de reuniones que posiblemente lleven a la desaparición progresiva del Gobierno Encargado y al ablandamiento paulatino de las sanciones, con la contraprestación de que Maduro abandone a Rusia como principal apoyo internacional de su régimen y Venezuela recupere su estatus de proveedor confiable de petróleo a los EEUU. Si Maduro insiste en Putin y Rusia, será a él que le caerá todo el peso de la seguridad nacional de los gringos porque eso no le será permitido a las puertas de un posible conflicto nuclear internacional o una Tercera Guerra Mundial. Si no se lo dijeron en esta reunión, se lo harán saber. Y eso no implica que necesariamente el régimen salga del poder, sino que sea tolerado por los EEUU en los años por venir, como ha ocurrido con Cuba en más de 60 años, de nuevo, en “realpolitik”.

En ese contexto, ¿cómo quedamos nosotros los venezolanos? Con una oposición fatua, sin ninguna credibilidad en el país, al vaivén de una situación política internacional que por muy lejana que parezca nos toca muy de cerca, los venezolanos debemos hacer cuentas de lo que tenemos y lo que no tenemos. Y parte de lo que NO tenemos es una oposición creíble internacionalmente. No son creíbles porque si no fuera así, no se hubiera producido ese contacto directo EEUU-Maduro en primer lugar.

Entonces la construcción de esa nueva oposición con un nuevo liderazgo político, en primer lugar, es una tarea impostergable y de primer orden que debemos acometer dentro de lo que quede en la llamada sociedad civil organizada y la dirigencia política decente que todavía nos quede, teniendo como primer objetivo a alcanzar lograr establecer los canales necesarios con la Comunidad Internacional para hacer valer nuestras propuestas para salir del régimen de Nicolás Maduro Moros en el medio de esta crisis internacional, demostrándole a los EEUU que en Venezuela no se requiere mantener una tiranía para asegurar una América para los Americanos, como dictó una vez la Doctrina de Monroe. Eso no solo es posible sino absolutamente necesario.

Caracas, 8 de Marzo de 2022

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jueves, 3 de marzo de 2022

Notas acerca de cómo haremos una Constituyente

Por Luis Manuel Aguana

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A pesar de todos los años dedicados de alguna marera a influir en la política venezolana para que ocurra un cambio en el paradigma del poder en nuestro país, debo reconocer, no sin cierta decepción, lo poco que nos hemos sabido explicar a la población cómo debería desenvolverse el proceso Constituyente en Venezuela. Tal vez sea un problema en la forma en que hemos tratado de hacer llegar el mensaje, la manera de plantearlo, los canales utilizados, o bien la falta consistente de recursos que nos ha acompañado desde que comenzamos hace muchos años esta cruzada, para poder realizar una campaña comunicacional en plena forma para explicarles a los venezolanos cómo abordar el problema.

Lo cierto es que todavía al día de hoy me encuentro con personas que aún nos preguntan cómo haríamos ese proceso constituyente, ya que claramente tenemos al frente unos delincuentes manejando el poder en Venezuela, y que difícilmente lo abandonarán solo porque el pueblo se los ordene. No estamos tratando con políticos, como quieren seguir insistiendo quienes hacen oposición política en Venezuela, convenciendo a la Comunidad Internacional de ir a unas elecciones con unos delincuentes en el poder.

Hay dos consideraciones importantes que deben tenerse en cuenta en esta explicación que son definitorias para darle una respuesta clara a los venezolanos acerca de cómo realizar este proceso constituyente: a) ninguna explicación para este tema cabe en un mensaje de Twitter (por más hilos que se le pretenda dar); y b) la respuesta es y ha sido dinámica, y en consecuencia diferente en cada momento político que hemos tenido en Venezuela.

La primera consideración apunta al hecho comunicacional mismo. Los venezolanos deseamos respuestas rápidas y cortas a problemas complejos. Y si ya ha sido difícil explicar el porqué es necesario ir a un proceso Constituyente, la pregunta que viene a continuación es el cómo lo hacemos. Y allí entramos en la segunda consideración. La respuesta ha sido diferente desde que iniciamos la cruzada mucho antes de la fundación de ANCO en marzo de 2016.

No podíamos de ninguna manera fundar la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, sin decirle al país CÓMO íbamos a realizar ese proceso tan complejo y con quienes íbamos a hacerlo. De hecho, la base organizativa debía comenzar a construirse a partir de ese momento. ¿Y cuál fue el soporte teórico del lanzamiento de ANCO, que explicaba el cómo y sus fundamentos? El documento titulado “Bases Constituyentes, Propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el Cambio” cuya última versión se publicó el 26 de noviembre de 2017 (ver Documento Bases Constituyentes, en  https://tinyurl.com/8vjaccvu). Las Bases Constituyentes incluyen de manera extensa las Bases Comiciales de todo el proceso (cómo se realizarían las elecciones constituyentes y sobre qué fundamentos).

Encontrarán una explicación detallada de cómo haríamos ese proceso en mi nota titulada “Bases Constituyentes” del 22 de febrero de 2017 (ver Bases Constituyentes, en https://ticsddhh.blogspot.com/2017/02/bases-constituyentes.html), sin embargo, les adelanto: ¿De qué se trata este documento? Con base a nuestro derecho a la participación política consagrado en la Constitución, un grupo de venezolanos redactamos un manifiesto para la historia denominado Bases Constituyentes, donde aquellos que lo suscriban -denominados Activadores- nos constituimos en todo el país en Juntas Activadoras del Poder Constituyente Originario (JAPCOs), cuya misión tiene tres objetivos fundamentales: 1) Recoger las manifestaciones de voluntad del 15% del Registro civil y Electoral en todo el país (Artículo 348); 2) Alcanzado y superado ese mínimo del 15% constitucional, proceder a convocar a un Proceso Constituyente de carácter Originario; 3) Estar en la disposición de defender la voluntad del pueblo de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente por encima de cualquier desconocimiento que haga el Poder Constituido al Poder Constituyente Originario.

En ESE MOMENTO, previo a la convocatoria ilegítima del régimen a una Constituyente el 1ro. de mayo de 2017, nuestro CÓMO estaba basado (y sigue estando) en nuestro derecho constitucional a la participación política, ejerciéndolo por encima de los poderes constituidos, y convencer a todos los factores políticos, incluyendo a las Fuerzas Armadas, de respetar el resultado de ese proceso inédito.

Sin embargo, la situación política del país CAMBIÓ radicalmente a partir de ese 1ro. de mayo de 2017. El repudio del país a esa constituyente ilegítima del régimen frenó en seco nuestra iniciativa de levantar el 15% requerido para convocar una Constituyente por iniciativa popular y nos obligó a un cambio en la estrategia hacia una Consulta Popular (ver mi intervención con la JAPCOs de ANCO en Anzoátegui, en Constituyente Originaria versus fraude constitucional, en https://ticsddhh.blogspot.com/2017/05/constituyente-originaria-versus-fraude.html) para que fueran los venezolanos los que decidieran el destino de Venezuela, sin abandonar la lucha por una Constituyente Originaria que cambiara las bases del poder en nuestro país (ver mi nota del 20 de mayo de 2017, La lucha por una Constituyente Originaria debe continuar, en https://ticsddhh.blogspot.com/2017/05/la-lucha-por-una-constituyente.html). En esta nota explico en detalle el porqué hay que cambiar la Constitución de 1999 a través de un proceso Constituyente. La estrategia de ANCO de iniciar el esfuerzo consultivo sin los poderes públicos, llevó a la ejecución de las dos Consultas Populares en el 2017 y en el 2020, y estableció los mandatos populares necesarios para lo que ocurrirá en Venezuela en el proceso de la recuperación de la libertad.

Luego de estas Consultas Populares cuyos mandatos han sido ignorados por el régimen, pero peor aún por la oposición política, retornamos a nuestra lucha principista por la convocatoria al Constituyente Originario, pero teniendo en cuenta que la realidad política del país ahora es completamente diferente. Desde el año 2017, el régimen afianzo sus estructuras trayendo como consecuencia una destrucción exponencial de la planta física –y la reserva moral- del país, con el consiguiente éxodo de más de 6 millones de personas, aumento considerable de la persecución política y ruina económica del país, todo esto sin contar con una espantosa pandemia que ha arrasado a Venezuela hundiéndola aún más en la miseria del régimen. Este país no es el mismo en el 2022 que en el 2017. No existen las mismas condiciones políticas por lo que no se pueden aplicar las mismas metodologías y soluciones que una vez esgrimimos en las Bases Constituyentes, para tratar de imponer un mandato que surja de la decisión popular.

Entonces la aproximación debe ser otra, manteniendo nuestra propuesta de convocatoria Constituyente, pero a través de un proceso diferente al planteado hasta mayo de 2017. Y es allí donde debemos afinar nuestra creatividad política. Entre las dos Consultas Populares de 2017 y 2020 ya existe un mandato vigente y vinculante de: a) Ordenar el cambio de los Poderes Públicos; b) Exigir el Cese de la Usurpación de Nicolás Maduro Moros previo a cualquier llamado a elecciones; y c) La obligación de “… adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad”.

Con esos tres elementos podemos afirmar sin lugar a dudas que no solo ANCO, sino todos los venezolanos, tenemos el respaldo necesario ordenado en mandato popular por el pueblo venezolano en dos Consultas Populares, para plantear ante la Comunidad Internacional, un proceso constitucional, pacífico y en esencia electoral (sin la participación de ningún poder público del régimen) como lo es una Asamblea Nacional Constituyente, que nos lleve a una elección de Constituyentes, en contraposición a unas elecciones presidenciales y parlamentarias planteadas desde la oposición oficial como solución al problema venezolano.

De esta manera elevamos el planteamiento Constituyente a otro nivel, no sin dejar de lado lo que tengamos que realizar para que ese planteamiento sea hecho realidad. Esto es, si la Comunidad Internacional entiende que hay que cambiar todas las estructuras del Estado venezolano para poder salir de la crisis terminal donde nos encontramos, y de entre sus observaciones sale que todos los venezolanos debemos firmar para que eso se haga realidad, entonces idearemos la manera de que todos los venezolanos aquí y el resto del planeta firmen por esa solución.

Pero si se considera que para que exista paz en Venezuela se acuerda en una negociación política a cuatro partes, un Tribunal Electoral Ad Hoc (especialmente dispuesto para eso) fuera de las estructuras del régimen, entre la Comunidad Internacional, los partidos políticos, la sociedad civil y el régimen para una elección constituyente de cuyos resultados salga un Gobierno de Transición producto de la decisión de unos constituyentes legítimos, con unas Bases Comiciales discutidas entre todos los involucrados, entonces ese será el camino de ese CÓMO constituyente. En mi opinión, no se puede pensar en ir a recoger firmas ahora mismo sin que ANTES esto sea decidido en ese proceso de negociación política que incluya a todas las partes.

No estoy hablando de algo irreal. La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria sigue siendo nuestro desiderátum para organizar y Refundar a la Nación. Pero la gran mayoría de todos los venezolanos deben estar convencidos de eso. De todos los años que he estado estudiando y escribiendo acerca de este proceso nunca he estado más convencido que este  tendrá necesariamente que pasar por una NEGOCIACIÓN POLÍTICA ADENTRO Y AFUERA DEL PAÍS, como recientemente lo explicara en mi reciente nota (ver Refundación de la Nación en tiempos de guerra, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/02/refundacion-de-la-nacion-en-tiempos-de.html). Pero para que eso ocurra deberemos tener de nuestro lado a la gran mayoría de todos los venezolanos que aspiran a un cambio radical en nuestro país. De allí la fortaleza que deberemos tener en organización y penetración popular para convencer a los ciudadanos que esta es la última y única vía a transitar políticamente para salir de este problema sin matarnos entre todos. Espero en Dios que así sea…

Caracas, 3 de Marzo de 2022

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domingo, 27 de febrero de 2022

Refundación de la Nación en tiempos de guerra

Por Luis Manuel Aguana

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Desde hace bastante tiempo he insistido a través de esta tribuna de la red, acompañando la posición de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, que el problema venezolano no se resolverá en Venezuela, sino en los escenarios de poder de las grandes potencias que rigen al mundo, y en cuyo centro se halla el balance de intereses que tengan entre todas ellas para que Maduro y su combo de delincuentes abandonen el poder. De esta manera, todo lo que se haga con miras a resolver de manera pacífica y constitucional la grave crisis política por la que atraviesa el país pasa por estar exactamente en la misma página que la Comunidad Internacional y su posición frente al problema que vivimos los venezolanos.

Y así, si la llamada Comunidad Internacional insiste en elecciones presidenciales con Maduro en el poder, como por cierto también lo clama la clase política opositora, comenzando por el Gobierno Encargado de Juan Guaidó y los partidos del G4, entonces existe una altísima probabilidad que “ceteris paribus” (concepto que en economía indica, si el resto de las variables no cambian) nos quedemos con el régimen mucho tiempo más allá del año 2024.

Entonces el principal problema de los venezolanos, definido de esta manera, debería reducirse en colocar a la Comunidad Internacional en la página correcta y convencerlos que Venezuela NO PUEDE esperar ni un segundo más, y mucho menos una elección a tres años vista, sin que el país quede reducido a cenizas, sin detener la hemorragia del éxodo continuado y con un nivel de desinstitucionalización mayor, si esto aún es posible.

De allí la reacción de ANCO a la publicación del citado documento titulado “Síntesis de la reunión de coordinación de alto nivel sobre Venezuela” (ver publicación oficial de los EEUU en https://www.state.gov/translations/spanish/sintesis-de-la-reunion-de-coordinacion-de-alto-nivel-sobre-venezuela/) que tuvo lugar el 15 de febrero de 2022.

Efectivamente, ante esa posición de la Comunidad Internacional reunida de esos 20 países, ANCO publica su comunicado del 22 de febrero de 2022 titulado: “Atender el sufrimiento de la gente es lo primero” (ver Comunicado ANCO, 22-02-2022, en https://ancoficial.blogspot.com/2022/02/comunicado-anco-atender-el-sufrimiento.html), expresando las razones políticas y jurídicas según las cuales el país y la Comunidad Internacional reunida de esos 20 países deben acordar con nosotros que la manera correcta de resolver la crisis institucional del país pasa por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria y de ninguna manera por unas nuevas elecciones para el 2024.

Y hasta que no estemos hablando el mismo lenguaje con esa Comunidad Internacional, poco valdrán los esfuerzos que hagamos en Venezuela por convocar un proceso Constituyente si los que tienen el poder para hacer valer el mandato constitucional de un pueblo están pensando en una solución equivocada que va en perjuicio del país.

En eso no han ayudado en nada quienes tienen la representación oficial de la oposición venezolana en esos escenarios internacionales. En ANCO hemos asumido esa tarea haciendo los planteamientos públicos y privados que corresponden ante esas importantes instancias, comenzando por los EEUU.

A lo interno en el país, la Iglesia Católica venezolana reafirmó su pronunciamiento a favor de la Refundación de la Nación en su Exhortación Pastoral “Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti” Sal. 33, 22, del 13 de enero de 2022, Nos. 14 y 15  (ver CEV, en https://conferenciaepiscopalvenezolana.com/downloads/exhortacion-pastoral-que-tu-gran-amor-senor-nos-acompane-tal-como-lo-esperamos-de-ti-sal-33-22). Este pronunciamiento de la Institución más reconocida por los venezolanos va en completa sintonía y armonía con la convocatoria del poder Constituyente Originario como solución a la crisis venezolana, habida cuenta que una Refundación de la Nación es el objetivo primario y natural de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria.

La oposición oficial venezolana al insistir y mantener convencida a la Comunidad Internacional en el mismo cuadro electoral que no ha funcionado para los venezolanos en más de 23 años, habida cuenta que esos procesos son realizados bajo la supervisión de la parcialidad política de una institución electoral que solo responde a los intereses de quienes detentan ilegítimamente el poder en Venezuela, le hace un grave daño y perjuicio a la Nación. ¿Y por qué lo hacen? Porque saben de sobra que ellos serían los primeros en ser refundados y puestos al servicio de los ciudadanos, por lo que aquí nos estamos jugando la supervivencia del país versus la de aquellos que prefieren la suya a expensas del pueblo venezolano, así el régimen permanezca en el poder haciéndole daño a Venezuela.

Luego entonces debemos dirigirnos como venezolanos dolientes de nuestro país, como efectivamente ya lo hemos hecho desde ANCO, directamente a los países que definirán el rumbo de nuestra crisis política y hacerles entender esta situación. Si los venezolanos logramos que esa Comunidad Internacional entienda que existen mecanismos constitucionales capaces de voltear la crisis de manera inmediata a favor del pueblo venezolano, entonces podremos analizar en ese contexto con ellos de qué manera se puede hacer y cómo se debe aplicar los instrumentos que existen, así como las opciones para hacerlo.

De nada vale aplicar el último mecanismo constitucional disponible que es la convocatoria a una Constituyente Originaria si no tenemos cómo hacerla valer. Algunos me dirán por qué entonces aplicamos las Consultas Populares si igualmente no teníamos como hacerlas valer. Y yo les respondería que los mandatos surgidos de las Consultas Populares aplicadas en 2017 y 2020 siguen vivos y en vigencia, en especial la de 2020, cuando se exigió en la primera pregunta el cese de la usurpación a Nicolás Maduro Moros y la convocatoria a unas elecciones libres, justas y verificables. En otras palabras, cualquier evento electoral presidencial pasa primero porque Maduro no se encuentre en el ejercicio ilegítimo de la Presidencia de la República. De allí que la Comunidad Internacional mal podría apoyar unas elecciones con Maduro en el poder como lo propone la oposición oficial de manera ilegítima, desobedeciendo el mandato del pueblo venezolano expresado en una Consulta Popular vinculante.

En atención al resultado abrumadoramente positivo de la tercera pregunta del mandato popular irrefutable de la Consulta Popular de 2020 (99% de 6,4 millones de voluntades), todos los venezolanos, estamos en la obligación de “… adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad”. Y eso es lo que estamos haciendo desde ANCO para lograr el acompañamiento internacional necesario para hacer respetar el resultado de una Constituyente que se realice bajo el amparo y la ayuda de todos los países que deseen la recuperación de la democracia, el Estado de Derecho y la libertad en Venezuela.

Quién sabe si con las consecuencias del resultado final de la situación de guerra creada por Rusia en Ucrania, se dan las mejores condiciones para negociar un trato con los dueños de las fuerzas internacionales, para soltar a Venezuela del área de influencia de esa potencia agresora, dejando un margen de negociación a occidente para que Maduro abandone el poder en Venezuela. Y aunque ese ajedrez político internacional es en extremo dinámico, los venezolanos conscientes debemos dejar en claro con anticipación cuál es el mejor camino a recorrer para evitar la continuidad de una institucionalidad que ha sido corrompida por el régimen y que al parecer es del agrado de quienes pretenden llevar esta tragedia hasta el 2024. Y ese camino no es otro que la Refundación de Venezuela. Que a nadie se le olvide eso…

Caracas, 27 de Febrero de 2022

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miércoles, 23 de febrero de 2022

Las deficiencias estructurales de una tiranía

Por Luis Manuel Aguana

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Siempre hay dos maneras de presentar un vaso con solo la mitad del agua: o medio lleno o medio vacío. La presentación que hizo la Jefe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, Isabel Santos, del Informe Final de las Elecciones regionales y municipales  del régimen realizadas el 21 de noviembre de 2021, resultan en un vaso medio lleno, con intenciones serias de llevarlo a estar completamente lleno (ver Informe Final MOE UE Venezuela 2021, en https://eeas.europa.eu/election-observation-missions/eom-venezuela-2021/111308/informe-final-moe-ue-venezuela-2021_es).


El solo decir que existieron “mejores condiciones electorales en comparación con elecciones pasadas", aunque persisten ciertas "deficiencias estructurales"” (ver Publico.es, La Misión de la UE cree que hubo mejoras en las elecciones de Venezuela aunque persisten “las deficiencias estructurales”, en https://www.publico.es/internacional/mision-ue-cree-hubo-mejoras-elecciones-venezuela-persisten-deficiencias-estructurales.html) es decirle al mundo y en especial a los venezolanos que una mujer que comprobadamente está embarazada producto de una violación, esta “medio” preñada.


La definición de la palabra eufemismo del DRAE es la siguiente: “1. m. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.”. Y efectivamente sería malsonante decir que esas elecciones estaban viciadas de principio a fin por ilegítimas e inconstitucionales, incluyendo la designación de los Rectores del CNE. Pero la Sra. Santos prefirió el eufemismo “deficiencia estructural” para enmarcar su informe. Y eso fue la que utilizó Isabel Santos para definir lo que ha hecho el régimen de Nicolás Maduro Moros, no solo con el sistema electoral venezolano sino con el país.


La primera y principal recomendación del Informe Final de la Misión Electoral de la Unión Europea es nada menos y nada más que el respeto a la separación de los poderes, y que la Justicia funcione en Venezuela, pilares fundamentales de un Estado de Derecho en cualquier país:


“1. Reforzar la separación de poderes y la confianza en la independencia del TSJ con la aprobación de una nueva Ley de la Carrera Judicial y una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, para alinearlas con las garantías constitucionales que aseguran una selección de jueces transparente, apolítica y basada en el mérito, evitando la invasión de las competencias del poder electoral” (Pág 11/88 del Informe).


Y yo me pregunto: ¿A qué país creen que llegaron los de esa Misión de Observación Electoral de la UE? ¿A Narnia? ¡Por Dios! ¡Llegaron a la Venezuela de la tiranía en ejercicio del narco régimen militarizado de Nicolás Maduro Moros! Aquel que NO respetará, como en efecto concluyen la mayoría de las recomendaciones de este informe, toda ley, todo reglamento, todo procedimiento a fin de dejar que cualquier forma opositora se mida justamente en un proceso electoral. ¡Claro que tiene que haber un Estado de Derecho y una justicia que funcione para celebrar elecciones de cualquier naturaleza en un país! No era necesario que vinieran para darse cuenta de eso.


Entonces, de esa recomendación para abajo, cualquier consideración en ese Informe Final es irrelevante y confirma lo que escribimos de Josep Borrell acerca de haber ignorado por razones políticas las recomendaciones técnicas del Informe de la Misión Exploratoria de la UE en Venezuela, llevado a cabo del 8 al 23 de julio de 2021 (ver El Informe que ignoró Borrell, en https://ticsddhh.blogspot.com/2021/10/el-informe-que-ignoro-borrell.html).


Entonces, ¿para qué vino  la Misión de Observación Electoral de la UE? ¿Para decirnos algo que ya sabíamos acerca del atropello a las libertades fundamentales de los venezolanos, comenzando por nuestro derecho de elegir libremente a nuestras autoridades sin que exista una tiranía que viole nuestros Derechos Humanos? ¿O para tapar la barbaridad que sucede en Venezuela con un eufemismo, llamándolas “deficiencias estructurales”? ¿Es que la tiranía de Nicolás Maduro Moros tiene “deficiencias estructurales” que no nos permiten hacer elecciones libres, justas y verificables? Hay que tener riñones, por no decir la palabra correcta, señores de la Unión Europea…


Y no quiere decir esto que el resto del informe no contenga verdades como el atropello a algunos observadores al no poder acceder a los centros el día de la elección, cosa infinitas veces denunciada; o los retrasos deliberados en la apertura y cierre de las mesas; o el abuso del PSUV, partido del régimen, en el uso de los recursos del Estado para el beneficio de sus candidatos; o la inhabilitación arbitraria de candidatos por parte de la Contraloría del régimen; o el atropello a los medios de comunicación que no son oficialistas, solo por comentar algunas de las cosas señaladas en este Informe Final.


Pero decir que “El actual consejo directivo del Consejo Nacional Electoral (CNE), nombrado en mayo de 2021, ha sido descrito con frecuencia por interlocutores de la MOE UE y comentaristas políticos como el más equilibrado de los últimos 20 años” (Pág. 8/88), no refleja la realidad. La designación de esos Rectores por parte de una Asamblea Nacional completamente ilegítima y no reconocida internacionalmente deja un hueco fatal en ese Informe Final. Los Rectores fueron los “convenientes” para el régimen y su oposición que aceptó ir a esa farsa electoral.

 

Indicar “Si bien los tres rectores cercanos al gobierno tuvieron el control de los órganos ejecutivos del CNE, el Consejo logró mejorar las condiciones técnicas de las elecciones a través del diálogo interno, y los dos rectores vinculados a la oposición y a la sociedad civil no ocultaron sus votos disidentes en temas en los que no se pudo llegar a un consenso, como la inhabilitación o renuncia de candidatos” (Págs 8-9/88), da cuenta clara de la violación flagrante al espíritu de la letra constitucional donde los Rectores del Poder Electoral no pueden ser ni del gobierno ni de la oposición, revelando que aquellos que son “del gobierno” son los que tienen el control del proceso electoral por encima de quienes no lo son. 


Las supuestas “mejoras” de este proceso en relación con los anteriores de acuerdo a esta Misión de Observación Electoral se desvanecen a la luz de un marco de asociación tiranía-oposición comprada cómplice, para darle una apariencia democrática a un proceso electoral que desde el mismo comienzo fue ilegítimo e irrito para todos los venezolanos.


Ya va siendo hora que los países de la Comunidad Internacional, y en especial la Unión Europea, dejen de considerar lo que pasa en Venezuela como algo tan simple que se resuelve con elecciones. Los venezolanos desde hace varios siglos dejamos de comprar espejos pagando con oro a los conquistadores. Hará falta más que un eufemismo de una Misión Observación Electoral enviada por un socialista español para hacernos tragar eso. Comiencen por respetar el sufrimiento y la tragedia del pueblo venezolano…


Caracas, 23 de Febrero de 2022


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jueves, 17 de febrero de 2022

Las falsas premisas de la Comunidad Internacional

Por Luis Manuel Aguana

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Tal vez el indicador más exacto del porqué sucede lo que sucede en Venezuela lo acaba de publicar el Departamento de Estado de los Estados Unidos en su “Síntesis de la reunión de coordinación de alto nivel sobre Venezuela” (ver publicación oficial de los EEUU en https://www.state.gov/translations/spanish/sintesis-de-la-reunion-de-coordinacion-de-alto-nivel-sobre-venezuela/) ocurrida el 15 de febrero de 2022. Nunca antes lei algo más equivocado y producto de años de desinformación opositora sobre Venezuela que ese documento que resume lo que NO PASA en este país, y da cuenta de la montaña de basura que tenemos que sacarle de los ojos a esos países que se reunieron con las mejores intenciones para “ayudarnos” a salir del régimen de Nicolás Maduro Moros.


Esos países que se reunieron allí (Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Portugal, Suecia, el Reino Unido, la República Dominicana y la Unión Europea, además de los EEUU redactor del comunicado), son lo que hemos llamado insistentemente “Comunidad Internacional”, es decir, aquellos que supuestamente saben lo que pasa en Venezuela. Si eso es lo que saben, entonces lo que queda es incendiar este país por los 4 costados para que terminen de entender lo que sucede verdaderamente aquí.


En primer lugar, pongamos la situación en el debido contexto. Si los 19 países, junto con EEUU al indicar que ...acogieron con beneplácito la labor de la Misión de Observación Electoral de la UE y la importancia del marco de diálogo y negociación integral e incremental puesto en marcha el 13 de agosto de 2021 en Ciudad de México, como pasos importantes de cara a llegar a un entendimiento común de las condiciones necesarias para posibilitar unas elecciones legislativas y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes lo antes posible -no más de 2024- y ratificar su apoyo a una oposición democrática inclusiva, diversa y unificada en Venezuela”, nos están diciendo para empezar que ignoraron de entrada el mandato de las Consultas Populares de julio de 2017 y diciembre de 2020…O nadie se los informó oficialmente, lo cual es igual de grave porque simplemente miraron para otro lado.


Asimismo nos están diciendo al mismo tiempo algo completamente inaceptable para el pueblo venezolano: que para esa Comunidad Internacional unas elecciones írritas en el 2024 (porque Maduro sigue y seguirá siendo ilegítimo ese año) son completamente válidas, no solo ignorando olímpicamente el sufrimiento actual del pueblo venezolano, sino poniendo en blanco y negro el respaldo a las aspiraciones políticas de una dirigencia podrida que ha sido rechazada con los hechos los venezolanos. Con amigos así preferimos seguir solos, como hemos estado en la práctica durante todos estos años.


Ustedes dirán que sin esa Comunidad Internacional no se tendría el respaldo de Juan Guaidó como Presidente Encargado. Y allí es donde reside lamentablemente el problema. Si esa Comunidad de países acogió con el beneplácito que indican la labor de la Misión de Observación Electoral de la UE, no podrían NUNCA aceptar ninguna disposición que ponga a Maduro a contar ni un voto en Venezuela y menos aún a negociar con su régimen en México, ni en ningún otro lugar, cualquier otro proceso electoral.


En este momento Venezuela es parte de un ajedrez geopolítico de muchas naciones poderosas, que negocian su destino frente a un pueblo que se muere de hambre. No me llamo a engaños ante esa horrenda realidad. Pero de allí a que nos tomen por pendejos, es otra cosa completamente diferente. El pueblo venezolano no se merece eso, y menos aun habiendo puesto su sangre en las calles atendiendo el llamado de una dirigencia irresponsable que ahora negocia llegar al 2024 a “medirse electoralmente” de manera ilegal con un tirano, y pretende hacernos tragar que la Comunidad Internacional está de acuerdo con semejante barbaridad, manejando la información que políticamente convenga a sus intereses.


Cada país de esos nombrados allí tienen sus representaciones diplomáticas en Venezuela. Y aquellos que no la tienen están perfectamente enterados de lo que sucede en el país a través de sus servicios de inteligencia, propios o prestados. ¿Cuál es la razón de un comunicado de esa naturaleza? ¿Por qué se pretende internacionalmente en una elección presidencial y parlamentaria con un régimen que ha insistido que sus elecciones de 2018 presidenciales y de 2020 parlamentarias fueron legítimas y exige a como dé lugar su reconocimiento? ¿Qué hay detrás de eso? No puede ser solo el engaño permanente de una oposición que no nos representa, debe existir algo más.


Y no puedo menos que pensar en los intereses de cada uno de esos países, comenzando por quienes siguen auspiciando ese diálogo en México que no tiene en absoluto ningún beneficio para los venezolanos. No se puede insistir en unas “elecciones presidenciales libres y justas”, así como el resto de las peticiones de ese documento (“... la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos arbitrariamente; la independencia del poder judicial; el derecho de los partidos políticos y las personas a participar sin restricciones en el proceso político; la independencia de las autoridades electorales; la igualdad y la inclusión requeridas para garantizar, entre otras cosas, la participación plena e igualitaria de las mujeres en la vida social, económica y política; el derecho a la libertad de expresión, en particular para los miembros de los medios de comunicación; y el fin de las violaciones de los derechos humanos”) sin que antes el régimen deje el poder. Y eso lo saben bien quienes de esos 20 países que han librado batallas contra las dictaduras en el pasado. ¿Debemos nosotros recordarles esa simple regla?


La Comunidad Internacional al señalar la importancia de “reanudar urgentemente en México las negociaciones y de que estas sean inclusivas y de buena fe, en el espíritu del Memorando de Entendimiento firmado en Ciudad de México”, se pliega a la autodefinición opositora según la cual no existe un Gobierno Encargado y si una “Plataforma Unitaria de Venezuela” no definida en ninguna parte y cuya representación no se sustenta, es un error conceptual grave y de fondo que puede ser considerado como el “pecado original” de esa negociación. El reconocimiento implícito al “Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela” establecido en ese Memorando de Entendimiento írrito, no puede de ninguna manera ser el marco de ningún proceso que llegue a nada con el régimen de Nicolás Maduro Moros.


Al hacer la Comunidad Internacional “hincapié en la necesidad de llegar a un acuerdo sobre un organismo electoral independiente e imparcial, con la máxima autoridad sobre el proceso electoral, y de contar con un sistema judicial independiente e imparcial que actúe únicamente como garante de las libertades políticas, como condiciones esenciales para celebrar un proceso electoral libre y justo en 2024”, reconocen de nuevo que este sainete trágico llegará con su ayuda al 2024 sin importar que Maduro siga en el poder, negociando las migajas de un CNE y un TSJ potables para esa elección. Nada más alejado de la realidad del país. ¿Es esa la Comunidad Internacional que nos ayudará a salir de este grave problema? Definitivamente NO.


Al ser los dueños de las sanciones los países “... reiteraron su voluntad de revisar las políticas de sanciones si se registraran avances considerables en el marco de estas negociaciones lideradas por Venezuela”. De nuevo, a los países de la Comunidad Internacional que se reunieron, si el instrumento de diálogo (el Memorando de Entendimiento inicial) está viciado desde el primer momento de la definición de los participantes, cualquier cosa que venga luego como consecuencia estará igualmente viciado. Ni la oposición que se reunió en México está completa por la ausencia abrumadora de un importante sector del país como lo es su sociedad civil no representada allí por los políticos de la MUD, ni la condición negociadora del Gobierno Encargado está presente. Conclusión: están tomando decisiones de ayuda de importancia fundamental para los venezolanos partiendo de unas premisas falsas.


Si Juan Guaidó-MUD-G4 insisten en el camino de la negociación con Maduro donde sea, “para conseguir elecciones”, se deberá hacer presente en esa pseudo negociación en su condición de Presidente Encargado constitucionalmente. Pero como ese camino dejó de existir desde el mismo momento que se definieron los roles del Memorando de Entendimiento al reconocer el régimen, tendrán que hacerse a un lado. A partir de ahora a los venezolanos, sin intermediación alguna, nos quedará explicar al mundo qué haremos para resolver nuestro problema. Ya los EEUU y su Departamento de Estado saben que significa y las implicaciones que tiene para el país la convocatoria inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria para Venezuela. Ojalá hagan lo correcto y lo expliquen al resto de los 19 países de la Comunidad Internacional que se reunieron en esta ocasión. Es hora de comenzar a hacer las cosas bien a favor de los venezolanos…


Caracas, 17 de Febrero de 2022


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