miércoles, 4 de septiembre de 2024

Venezuela, choque de verdades

Por Luis Manuel Aguana

English versión

A estas alturas, a un mes y días del 28J, no se ve por ningún lado un desenlace definitivo, ni a favor ni en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros. Los venezolanos nos encontramos en medio de un limbo tenebroso donde todo el mundo es sospechoso solo por haber ido a votar el 28J. Mucho de ese desenlace tiene que ver con lo que cada uno de los factores en pugna imponga como “su” verdad. Y como todos sabemos, solo hay una verdad…

A este punto algunos de ustedes estarán diciéndome: ¡¡¡¿¿¿cómo que su verdad?!!! ¡El régimen perdió las elecciones 70% a 30%! ¡Toda Venezuela fue testigo de eso! Muy bien, esa es nuestra verdad, que es comprobable como todos ustedes saben. Pero el régimen desea imponerle al mundo la suya, sustentada en un poder judicial subrogado a su control, sin mostrar las pruebas que le solicita la Comunidad Internacional, para poder reconocer que los resultados que anunciaron la madrugada del 29J son los correctos. Y de allí que nos encontramos estancados  todavía.

Basados en esa línea narrativa, el régimen intenta imponer su “verdad”, destacando que los resultados mostrados por la oposición son los falsos, y en consecuencia todos aquellos que sustenten lo contrario a esa “verdad” puesta en una sentencia del TSJ, son objeto de persecución porque solo esa es la “verdad” válida en el país desde el 29J por quienes detentan el poder. Y siendo congruentes con esa narrativa, a Edmundo González Urrutia (EGU), quien encabeza, junto con María Corina Machado (MCM) lo que nosotros consideramos la “verdad” verdadera, la Fiscalía le ha emitido una orden de aprehensión por los delitos de  usurpación de funciones, forjamiento de  documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, conspiración y sabotaje a daños de sistemas” (ver post de PROVEA en X, en https://x.com/_Provea/status/1830766432650506481).

Pero basados en esa narrativa de la “verdad” del régimen, ¿será posible que la oposición, sobre la que han desatado una horrible persecución, pueda negociar con ellos una salida política a la situación que tenemos los venezolanos, donde de repente el régimen acepte que no es verdadero en lo que hasta ahora han insistido como su “verdad”, liberando, según los últimos reportes, a las más de 1.780 personas detenidas al 26 de agosto de 2024 (ver balance del Foro Penal al 26-08-2024 en https://x.com/ForoPenal/status/1828901230657319247) y enjuiciando a los responsables de las al menos 24 muertes ocurridas hasta ahora desde las elecciones del 28J? (ver Provea, Informe Crisis postelectoral y de DDHH 2024 en Venezuela, Pág. 54, en https://provea.org/wp-content/uploads/2024/09/Libro-Negro-Informe-DDHH-Vzla.pdf). En verdad quisiera creerlo pero me es imposible.

Sobre la base de esta narrativa de negociación incierta, la oposición encabezada por EGU y MCM han decidido, de acuerdo a lo que todos hemos percibido en el país, a permanecer en Venezuela para hacerle frente a esa “verdad” del régimen. Ese curso de acción de enfrentamiento directo supone que existe la seguridad plena en la oposición de que se solucionará de alguna manera la crisis del régimen, recobrando el Estado de Derecho y la libertad antes de que ambos líderes sean detenidos.

Pero, ¿es eso posible? Si algo han desarrollado excepcionalmente bien en el régimen en 25 años de destrucción masiva, han sido sus sistemas de inteligencia y contrainteligencia, al punto de que difícilmente exista en el país alguna organización o institución de interés que no se encuentre infiltrada y/o penetrada por ellos en los niveles más inimaginables. Ese fue precisamente el aporte de organismos de inteligencia externos como el G2 cubano, siendo los partidos de la seudo oposición uno de sus objetivos más destacados, en conjunto con las FFAA. No en vano ninguna iniciativa de liberación ha funcionado en el país, aun cuando se haya tenido en algún momento la mayoría de la Asamblea Nacional.

En consecuencia, si EGU o MCM no han sido detenidos, no será porque no existan los medios y la información necesaria para eso. No estamos en la época de los 50s de Pérez Jiménez y la Seguridad Nacional. Ahora el autoritarismo dispone de aliados como Rusia y su satélite cubano, Irán y China, lo más eficiente del mundo en sistemas de inteligencia para la represión, sin contar con toda su tecnología asociada.

Pero ante esa decisión de peso del liderazgo opositor de permanecer en el país, a sabiendas de que la probabilidad de una negociación con el régimen para el retorno de la democracia es casi nula, pone su juego en suma cero. Esto es, o se impone la oposición o se impone el régimen. Y en la generalidad de los casos donde se plantea esa dinámica, el resultado final no se alcanza sin violencia para ninguna de las partes. De hecho, ahora mismo, de acuerdo a lo observado, la política del régimen es aplastar a la oposición violentamente, y ahora busca activamente detener a la dirigencia principal.

Ante esa perspectiva de enfrentamiento directo, no es de extrañar que se haya caído, sin planteárselo originalmente, en los primeros pasos de una dirigencia política en clandestinidad. Y eso no está mal “per se”. Sin embargo, aunque eso sería necesario ante un régimen de las características del que tenemos en Venezuela, no es de ninguna manera suficiente, porque la experiencia internacional nos indica que una organización de esas características no nace de la noche a la mañana.

Si se pretende manejar la crisis de manera política y pacífica la estrategia del juego suma cero tiene que cambiar, entendiendo que en un curso de enfrentamiento directo, el régimen tiene una ventaja competitiva de 20 años de violencia, sin contar con que nuestra lucha siempre ha sido noviolenta y desarmada. Ellos siempre han dejado claro que la suya es armada, y en consecuencia violenta. En ese terreno el régimen siempre ha ganado.

Creo que es un error pensar que si los líderes opositores ante la persecución desatada por el régimen optan por salir del país, retrocederíamos en nuestras convicciones o sería una muestra de debilidad o cobardía. ¿Fue cobarde Rómulo Betancourt o Andrés Eloy Blanco al elegir luchar desde el exilio ante la persecución del régimen de Marcos Pérez Jiménez? ¿Fue cobarde Charles De Gaulle al irse a Inglaterra para desde allí dirigir la resistencia en la Francia de Vichy? ¿Fue menor su lucha si decidieron impedir que un régimen violento los vejara y sometiera a torturas? Creo incluso que su lucha fue más inteligente y pudieron resolver muchos problemas que de otra forma no hubieran podido resolver, coordinando acciones de ayuda para volver triunfantes a sus países, aunque el brazo largo de la tiranía los hubiera alcanzado, como fue el caso de nuestro Poeta del Pueblo.

Entendiendo que lo que el régimen busca con desespero es una “normalidad” para que nos olvidemos del 28J, a sabiendas de que el resultado fue que la soberanía popular decidió su reemplazo, mantener indefinidamente al país en una suerte de “se van mañana” sin algún resultado concreto a corto plazo tampoco puede considerarse como una solución. De la misma manera, poner una orden de captura en contra de quien consideramos el Presidente Electo tampoco lo es. Tanto es así, que las reacciones de los amigos cercanos y vecinos del régimen no se hicieron esperar: la Cancillería colombina anuncio en un comunicado ayer en su cuenta de X que los Gobiernos de Brasil y Colombia “expresan profunda preocupación por la orden de detención,,, en contra de Edmundo González Urrutia” indicando que “Esta medida afecta gravemente los compromisos asumidos por el Gobierno venezolano bajo los Acuerdos de Barbados, en los que el gobierno y oposición reafirmaron su compromiso de fortalecer la democracia y promover una cultura de tolerancia y convivencia” (ver Comunicado de Prensa de la Cancillería de Colombia, en https://x.com/CancilleriaCol/status/1831106083521277971).

A este punto es imposible definir cuál es el mejor curso de acción, si entrar adentro en un terreno de enfrentamiento directo solo armados con la razón, frente a unos criminales donde nadie meterá la mano por nosotros, o movernos a un terreno de la política donde en estas circunstancias más podemos hacer afuera que adentro, sin dejar de conceder que el régimen desea que el liderazgo opositor salga del país.

En este sentido podríamos colocarnos en un punto intermedio donde MCM permanezca en el país y el Embajador González Urrutia vaya afuera liderando una ofensiva diplomática internacional, en especial si la Comunidad Internacional de importancia, comenzando por los EEUU y la UE, han reconocido su condición de Presidente Electo.

Los EEUU están en el medio de una elección, para lo cual se deben gestionar acuerdos con los partidos en disputa allá, y luego con el Presidente que resulte electo en noviembre. EGU en su nueva condición podría lograr importantes acuerdos en nuestro beneficio para una transición. Con una acción diplomática adecuada, como bien podría conducirla EGU con los EEUU, se podría comenzar a negociar que los socios del régimen (Rusia-Cuba, China, Irán) reordenen su influencia en Venezuela, con el consiguiente cambio en el balance de fuerzas dentro de quienes sostienen al régimen. Considerado así, sería posible una solución pacífica desde arriba de toda esta situación.

Nadie posee la verdad en una coyuntura política como esta. Solo señalo lo que está a la vista de todos, porque quizá lo que no lo está, posiblemente siga estando así en lo inmediato por razones obvias, que están fuera del alcance del venezolano común como nosotros, generando angustias a la población. No dejemos que la impotencia y el malestar desatado por lo ocurrido del 29J y siguientes, nos hagan salir de nuestra tradicional posición noviolenta y democrática porque chocan nuestras verdades, cosa que también resultaba previsible antes del 28J. Solo así recuperaremos a Venezuela…

Caracas, 4 de Septiembre de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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miércoles, 28 de agosto de 2024

Venezuela, entre el es y el deber ser

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Qué difícil es hacerle entender a alguien la diferencia entre el deber ser y el ES. Los venezolanos estamos permanentemente en esa discusión que no tiene fin. Y eso tiene que ver mucho con nuestra muy venezolana manera de ser, que tantas veces se ha manifestado históricamente. Pensar en esto me recordó un pasaje de uno de los últimos libros inéditos que dejó Francisco Herrera Luque, El vuelo del alcatraz y que fue publicado en 2007:

Al despedirse Bolívar de Páez en San Fernando de Apure, ciudad sitiada por el llanero, El Libertador, ya de vuelta hacia Angostura, nota que las tropas del General Páez se encuentran muy reducidas, y dirigiéndose al Centauro de los Llanos le dice:

“-Caramba General Páez –comenta Bolívar con preocupación- no me imaginaba que hubiese tenido tantas pérdidas. Le han matado la mitad de la gente…

-¡Ojalá hubiera sido así! – repuso desconcertante el llanero-. Las bajas que usted ve no es por muerte sino por deserción. Llanero no sirve para montarle guardia muy larga ni siquiera a una mujer. Ellos dicen que si se quedan demasiado tiempo en un sitio se les enmohecen las patas, que lo bueno es ir de un lado para otro, y entre tanto guerrear, saquear y matar.

-Pero supongo que usted hará con los desertores un escarmiento terrible –comentó el Libertador con acento grave-. Lo menos que merece un desertor es ser pasado por las armas…

-¿Para qué Libertador? –repuso Páez con llana resignación-. En lo que yo vuelva a los campos y ande de un lado para otro vendrán en mi busca, porque eso es lo de ellos. ¿Qué necesidad tengo yo de quitarme amigos por costumbres que nos son extrañas?” (1), Pág. 83.

Este solo párrafo de esa historia fabulada venezolana de Herrera Luque podría explicar la razón del porqué Páez se quedó con Venezuela, dejando al mismísimo Libertador fuera del país, y posteriormente separando a Venezuela de la Gran Colombia. El profundo entendimiento que Páez tenía, no solo del llanero, sino del pueblo venezolano de su época, le dio ciertamente una ventaja muy difícil de superar. ¿Para qué fusilar gente que podría usar luego, a favor de una costumbre europea? Ese es el ES. Lo de Bolívar era el deber ser de un oficial consciente de las reglas de la guerra, solo que sin tomar en cuenta que los sujetos de esa acción eran venezolanos.

En este largo trajinar político que pasa ya de los 25 años, los venezolanos seguimos insistiendo en tercamente ignorar el es por el deber ser. Eso nos causa todavía mucho estrés, malestar y desasosiego. La realidad ciertamente es dura, pero no por dura puede ser ignorada, atrincherándonos en que el deber ser -que no está siendo realidad- debe prevalecer y tiene que ser cambiado de alguna manera por fuerzas que escapan de nuestro control, y que nos garanticen que tenemos la razón en nuestro deber ser. Pero estas fuerzas no pueden (¿o quieren?) hacer nada para que esa realidad nuestra (o ES) cambie y se convierta en un deber ser.

El ejemplo más reciente de esa actitud social del venezolano son las elecciones del 28J. Edmundo González Urrutia (EGU) efectivamente ganó las elecciones del 28 de julio de 2024. El deber ser era que se le hubiera reconocido el triunfo, pero no fue así. Al contrario de lo que muchos pensaron desde la oposición, el régimen nunca tuvo la intención de reconocer el triunfo opositor (de hecho nos lo ha dicho insistentemente desde hace 25 años), y dándole una patada a la mesa dijeron que ellos habían ganado y punto. Como Jalisco, pues. Si no gano arrebato.

Sin embargo, la oposición en lugar de asumir que el régimen había dado un golpe de Estado y actuar en consecuencia de eso, insiste en que ese deber ser se cumpla por encima del talante de quienes se atrevieron a realizar semejante atropello a la Soberanía Popular, y que han profundizado luego del 28J todo un aparataje represivo para atornillarse en el poder después de tomar esa decisión (ver De fraude a golpe de Estado, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/07/de-fraude-golpe-de-estado.html).

Basándose en esa premisa, la estrategia que comenzó a aplicar la oposición luego del 28J es tratar de “convencer”, con la presión internacional correspondiente de aquellos que han reconocido el triunfo de EGU, a que el régimen aun dando un golpe de Estado -y que desataron una persecución indiscriminada y violenta en contra de cualquiera que afirme que fueron ellos quienes perdieron las elecciones-, “cambien su actitud” y vuelvan al cauce democrático para que todos volvamos a vivir en paz, si es que eso era lo que había antes del 28J, y nos movamos hacia un Estado de Derecho.

Tal vez es posible que yo me haya perdido algo de todo este cuento o bien no me lo sepa completo, pero una cosa es la reacción ante un fraude electoral y otra muy diferente ante un golpe de Estado. Son dos cosas completamente diferentes en enfoque y narrativa, incluso en lo que se refiere a una estrategia frente a la Comunidad Internacional. Pero hoy no nos enfocaremos en ese pequeño pero gran detalle.

Insistimos en un deber ser, que si no es imposible, tiene muy baja probabilidad de ser posible, dadas las circunstancias en que se están desarrollando las cosas y la represión desatada en el país. Pero a menos de que exista algo que desconozcamos –que con toda seguridad es así- el enfoque y la estrategia opositoras frente a los acontecimientos del país tiene que cambiar urgentemente, y de existir algo más allá del “wishful thinking” para una “profecía autocumplida” que implique la proclamación de EGU el 10 de enero, debe manifestarse urgentemente so pena de acabar con la esperanza y la confianza de los venezolanos.

La batería comunicacional opositora nos intenta convencer de que “Maduro se cae mañana” porque no soportará el rechazo cada vez mayor de la Comunidad Internacional y será aislado del concierto de naciones. O que se cae porque viola Derechos Humanos. ¡Por favor! Eso no ha sido mayor problema para países como Cuba, Nicaragua, Irán, Bielorusia, Corea del Norte o cualquier otro de talante descaradamente autoritario con más de 60 años en el poder. Los cálculos realizados por el régimen venezolano y sus actuales ejecutorias apuntan a su supervivencia de largo plazo, mientras nosotros insistimos en el deber ser.

Con estas palabras no pretendo desmoralizar a nadie y lamento la posible crudeza en la expresión. Solo deseo que despertemos del sueño “electoralista” que nos construyeron desde la oposición, que nos convencía de escapar de una realidad que no quisimos aceptar intentando un deber ser en contraposición al ES desde hace 20 años, cuando la Coordinadora Democrática se autodestruyó como una galleta de soda debajo de un palo de agua, el 15 de agosto de 2004, escondiéndose de nosotros para evitar darnos la cara después de las marchas apoteósicas que hicimos y jamás vistas en el mundo, reapareciendo luego para decirnos a que siguiéramos intentando salir de este grave problema con una estrategia electoralista, en lugar de reconocer que estábamos ante una tiranía que debía ser tratada como tal, construyendo desde ese entonces una estrategia opositora dirigida a no buscar votos sino libertad, porque nos habían cometido también un fraude en el Referendo Revocatorio de Chávez.

Y todos, incluyéndome finalmente, aceptamos esa estrategia porque de una manera u otra el régimen en todos estos años nos había tirado caramelos, como la Asamblea Nacional en el 2015 y una que otra gobernación o alcaldía en el país, en las diferentes elecciones regionales, pero sin cambiar su rumbo cada vez más asfixiante y autoritario. Imagino que aquellos que todavía no desean “perder espacios” estarán buscando sus números para la cola en el CNE que dio a Maduro como “ganador” en las elecciones del 28J, para las nuevas mega elecciones de 2025. Lo bueno de eso es que serán identificados públicamente como corresponde como parte del régimen y de toda esta tragedia continuista.

Pero los venezolanos somos resilientes. Eso es lo grandioso de nuestra nacionalidad.  Y tenemos historia para comprobarlo. Por ejemplo, nos diferenciamos de los colombianos en el enfoque de cómo abordar la lucha por la libertad, como bien describe Herrera Luque en la obra arriba mencionada. Solo lean este párrafo sin desperdicio:

“La Nueva Granada, a diferencia de Venezuela, que ha visto mermar en una cuarta parte su población y destruir su riqueza, es poco lo que ha sufrido con la reconquista española. Pablo Morillo cebó su retaliación en quinientos notables que intelectualmente conducían la revolución. Destruidos los cabecillas el resto de los neogranadinos no opusieron resistencia. En Venezuela cada cien millas había un caudillo que se oponía con fiereza al español, sin parar mientes en lo que le sucedía a sus colegas. Si en el llano estaba Páez, en Oriente pugnaban Piar, Mariño y Bermúdez, además de Zaraza y Cedeño. El gran mérito de Bolívar –como le decía Urdaneta al coronel caraqueño Ambrosio Plaza- era habernos unificado bajo un comando único. De no haber sido así ya estaríamos pelados. Casi un cuarto de millón de venezolanos fue el precio de nuestra desunión(resaltado nuestro) (1), Pág. 101.

A Morillo en la Nueva Granada le basto con descabezar a los jefes. En Venezuela había muchos jefes, solo que en aquel entonces esos jefes eran militares a diferencia de ahora. Y bajo un comando unificado, con Bolívar al frente, se logró lo que nunca nadie en el mundo civilizado de ese entonces hubiera pensado: que un pueblo descalzo venciera a uno de los mejores ejércitos del planeta y le quedara todavía para exportar libertad. Creo que es un buen momento para pensar que las condiciones están dadas para organizarnos primero a lo interno para enfrentar este nuevo reto que nos plantea el ES, que a mi juicio sigue siendo la única manera de asumir las cosas para poder cristalizar el deber ser al que tanto aspiramos…

Caracas, 28 de Agosto de 2024

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(1) Francisco Herrera Luque, El Vuelo del Alcatraz, 2007, Editorial Alfaguara, ISBN 978-980-15-0265-4

viernes, 23 de agosto de 2024

Ciberseguridad versus cuero seco

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Es obligante para este blog abordar el tema del decreto que crea el Consejo Nacional de Ciberseguridad, marco jurídico especialmente creado a pocos días de haberse realizado en el Poder Electoral venezolano, uno de los fraudes electorales cibernéticos más grandes de la historia del continente americano, y quizá del mundo.

Aunque el régimen de Nicolás Maduro Moros, e incluso alguna parte de la oposición, insista en la existencia de un “hackeo” del sistema automatizado de contar votos venezolano, el “mejor sistema electoral del mundo” a juicio de sus creadores, nadie ha demostrado hasta este momento con pruebas técnicas suficientemente comprobables, la existencia del tal “hackeo”, más allá de expresar que “como no ganamos” las elecciones, “nos hackearon” el sistema. Y hasta que eso no ocurra, no es posible creer en tal versión del régimen, que reaccionando de esa manera niega la verdad de lo sucedido el 28J.

A juicio de la doctora Jennie Lincoln, asesora principal del Centro Carter para América Latina y jefa de la única misión de observación electoral independiente en las elecciones de Venezuela, no hubo “hackeo” el 28J: “No hay prueba ni evidencia ninguna, mucho menos, hay evidencia al contrario. Hay compañías en la región que monitorean la denegación del servicio a sistemas de Internet en la región. No había ningún informe, ninguna denegación de servicio en Venezuela en esta noche. Segundo, la gente dentro de la sala de transmisión, había gente del CNE, había testigos en la sala de transmisión, monitoreando el ritmo de transmisión esta noche y ellos confirman, confirman que a medianoche habían recibido 92% de los votos por transmisión sin falta. Había un momento que el ritmo estaba más lento que el otro, pero no paró, no paró. Esto es prueba que no había “hackeo”…” (ver Confidencial,  Jennie Lincoln: no existe ninguna evidencia de supuesto hackeo en Venezuela, en https://youtu.be/soaQUkfUVvc?t=388) (resaltado nuestro).

En otras palabras, no queda otra que llegar a la conclusión de que el CNE, habiendo recibido a la medianoche la casi totalidad de las Actas del proceso, el 92% según el Centro Carter, suspendió las transmisiones o no admitió la existencia de tal hecho, esgrimiendo que la oposición había “hackeado” el sistema automatizado, cosa que en toda la historia de ese sistema, era imposible de realizar según su propia propaganda.

Pero aun así, y basándose en una narrativa creada para sostenerse en el poder sin los votos para respaldar eso, Nicolás Maduro Moros decreta un Consejo Nacional de Ciberseguridad como parte de ella, insistiendo en un “hackeo” inexistente -o al menos no comprobado-, pero que trae consigo elementos colaterales muy graves, pero sumamente útiles para afianzarse en la persecución de los ciudadanos y la violación de la libertad de expresión, para acallar una verdad muy incómoda a través de las redes sociales, que le grita al mundo cada segundo que el rey no tiene los votos para permanecer en el poder, reprimiendo a los ciudadanos por esa razón. Veamos por qué.

Se crea un Consejo Nacional de Ciberseguridad “como órgano asesor y de consulta dependiente del Presidente de la República…” (Artículo 1 del decreto), no como un organismo de la administración, capaz de ejercer acción alguna sobre los ciudadanos. Sin embargo, más adelante vemos que ese Consejo puede Requerir de las personas naturales o jurídicas de carácter público y privado los datos, estadísticas e informaciones relacionados con la seguridad informática de la Nación, así como su necesario apoyo” (Artículo 2, numeral 8), en clara contradicción con lo establecido en la Constitución de 1999 (ver Decreto de creación del Consejo Nacional de Ciberseguridad, en https://www.bancaynegocios.com/decreto-consejo-nacional-de-ciberseguridad-creara-red-de-vigilancia-permanente-de-incidentes-telematicos/).

¿Quién define la “seguridad informática de la Nación”? ¿Qué es eso? ¿Cuáles criterios aplican para definirla? ¿Los que diga quién sea que esté en ese Consejo de Ciberseguridad? Con base a ese seudo concepto CUALQUIER COSA CABE DENTRO DE ESA DEFINICIÓN. Todo lo que usted tenga en su computadora, desde una receta para una sopa de pollo, pasando por el informe de fin de año de cualquier pequeña empresa, o la fórmula para llevar un hombre a la luna, caen dentro de esa definición de “seguridad informática”, si así lo decide ese Consejo.

En virtud de no existir en el país ninguna regulación que proteja, de acuerdo a los estándares internacionales, los datos de los ciudadanos venezolanos, nuestra única protección se encuentra en el texto constitucional de 1999. Los venezolanos tenemos el derecho constitucional de proteger nuestra privacidad y ser celosos propietarios de todos los datos que de nosotros recojan y/o posean, no solo el gobierno, sino cualquier entidad pública o privada en el país. Y ninguna norma sub legal como un decreto presidencial, está por encima de esa protección. Y esa protección la conceden los Artículos 28, 48 y 60 de la Constitución de 1999. Sin embargo, pocos conocen que estos derechos son algo que sido materia de prioridad internacional en virtud de la vertiginosa aceleración del fenómeno tecnológico y su cada vez mayor globalización.

Les ahorraré buscar en la Constitución:

Artículo 28: Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras profesiones que determine la ley.

Artículo 48: Se garantiza el secreto e inviolabilidad de las comunicaciones privadas en todas sus formas. No podrán ser interferidas sino por orden de un tribunal competente, con el cumplimiento de las disposiciones legales y preservándose el secreto de lo privado que no guarde relación con el correspondiente proceso.

Artículo 60: Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.

(CRBV, Artículos 28, 48 y 60) (resaltado nuestro).

En otras palabras, de estos artículos se desprende que usted es el ÚNICO dueño de sus datos personales y tiene el derecho de protegerlos. Eso está garantizado en todo el mundo. Y más aun, la Administración de cualquier Estado, es decir su gobierno, que conserva datos suyos por múltiples razones, o cualquier privado, como por ejemplo su banco u otra entidad que los requiera, no puede usarlos sin su consentimiento, y usted tiene el derecho de ordenar destruir los que ellos tengan en su poder, si piensa que eso le va a perjudicar. Eso es lo que dice nuestra Constitución y es un derecho humano que se protege en todos los países civilizados del mundo, y tiene un nombre: el derecho a la Autodeterminación Informativa.

El 15 de diciembre de 1983 el Tribunal Constitucional de Alemania declaró la inconstitucionalidad de la Ley del Censo de 1982, decidiendo lo siguiente que se hizo posteriormente ley en toda la Unión Europea: “El derecho general de la personalidad...abarca... la facultad del individuo, derivada de la autodeterminación, de decidir básicamente por sí mismo cuándo y dentro de qué límites procede revelar situaciones referentes a la propia vida...: la libre eclosión de la personalidad presupone en las condiciones modernas de la elaboración de datos de protección del individuo contra la recogida, el almacenamiento, la utilización y la transmisión ilimitada de los datos concernientes a la persona.”. De esta manera nació el derecho internacional a la “Autodeterminación Informativa” (ver Sentencia de 15 de diciembre de 1983. Ley del Censo. Derecho a la personalidad y dignidad humana, en https://www.informatica-juridica.com/sentencia/sentencia-de-15-de-diciembre-1983-ley-del-censo-derecho-la-personalidad-y-dignidad-humana/).

¿Cómo puede entonces al gobierno, o régimen en este caso, sin un proceso judicial de por medio, y a través de un organismo “asesor” creado por una normativa sub legal “Requerir de las personas naturales o jurídicas de carácter público y privado los datos, estadísticas e informaciones” que les conciernen? Simplemente no puede.

Violentar el derecho humano a la Autodeterminación Informativa abre la Caja de Pandora de la vigilancia electrónica sobre los ciudadanos. Desde imponer la Muralla de Internet de China (ver  La Gran Muralla China del Internet, en https://expansion.mx/tecnologia/2023/08/31/gran-cortafuegos-de-china-como-es-el-internet) hasta los sistemas de vigilancia de alta tecnología para reprimir a la población,  como lo hace ese país en Xinjiang, de acuerdo a un informe de Human Rights Watch (ver China: cómo funciona la vigilancia masiva en Xinjiang, en https://www.hrw.org/es/news/2019/05/01/china-como-funciona-la-vigilancia-masiva-en-xinjiang).

Si eso es lo que pretende el régimen con esta nueva fase de “ciberseguridad”, perderán de nuevo, como perdieron el 28J. Se encontrarán igualmente con la decidida resistencia –y resiliencia- civil y pacífica del pueblo venezolano, y que tuvo como salida la desesperada narrativa del “hackeo” del CNE. Ante esta nueva deriva autoritaria del régimen, manifestada esta vez en la nueva ciberseguridad de Maduro, no nos queda más que invocar y reivindicar de nuevo la frase lapidaria de un presidente del siglo XIX venezolano, Antonio Guzmán Blanco: “Venezuela es como un cuero seco, lo pisan por un lado y se levanta por el otro”. Creo que después del 28J hay que entender y aplicar más que nunca esa frase histórica, y actuar en consecuencia para lo que se nos viene encima. Nos hará mucha falta de ahora en adelante, con un régimen que al parecer  todavía cree que en Venezuela el cuero seco se queda quieto cuando lo pisan…

Caracas, 23 de Agosto de 2024

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lunes, 19 de agosto de 2024

Misiles cubanos, lecciones para Venezuela

Por Luis Manuel Aguana

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Lo mucho que se ha escrito y referido en Venezuela en torno a la larga duración de la tiranía castrista, que ya ronda los 65 años, y el porqué aún no ha caído después de tanto tiempo, le dice al mundo que si puede existir un régimen de esa naturaleza capaz de montarse sobre los deseos de libertad su propio pueblo. Y que pesar del bloqueo al país, sanciones económicas y políticas, y múltiples condenas de la Comunidad Internacional, su régimen continúa vivo luego de 65 años, sojuzgando la voluntad del pueblo cubano.

Sin embargo, nadie se pasea por el hecho que una vez el régimen cubano se coludió con la Unión Soviética, ancestros de la Rusia actual, para poner al mundo al borde de una guerra nuclear. ¿Y por qué pasó eso? Porque Fidel Castro y su revolución comunista se colocaron en la órbita de los países simpatizantes de la antigua URSS como el primer país del continente americano que lo hacía, razón por la cual fue utilizado por esa potencia para colocar misiles nucleares que amenazaran a los EEUU a pocos kilómetros de sus costas.

Y como es historia bien conocida y relatada en infinidad de libros y películas, el mundo no se autodestruyó en ese entonces por una negociación que a cambio de retirar los misiles de la isla, los norteamericanos debían hacer lo mismo en Turquía e Italia, con la condición que EEUU nunca invadiría Cuba ni apoyaría a ningún grupo con esa intención. Esa promesa se ha sostenido por 65 años. El resultado de esta negociación y la protección soviética derivada de allí, quizás sean los responsables de esos 65 años del régimen iniciado por Fidel Castro en su país.

Para aquellos jóvenes que no les guste leer mucho, les copio el extracto de ese momento histórico acerca de cómo se resolvió pacíficamente ese problema de los misiles cubanos, donde todos estuvimos a punto de morir en el planeta por culpa de un régimen minúsculo que permitió que su país fuera asiento de bombas nucleares de una potencia extracontinental:

Jrushchov (Nikita Jrushchov Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética) propuso a Kennedy (John F. Kennedy, Presidente de los EEUU) el desmantelamiento de las bases soviéticas de misiles nucleares preocupado por la posibilidad de una acción unilateral cubana y así lo expresa en la carta de respuesta el 28 de octubre en Cuba, a cambio de la garantía formal y pública de que Estados Unidos no realizaría ni apoyaría una invasión al territorio cubano. Además, la propuesta soviética establecía que los Estados Unidos también deberían a cambio ejecutar el desmantelamiento de las bases de misiles nucleares situadas en territorio de Turquía, país fronterizo con la Unión Soviética. También se pedía el retiro del Misil balístico de alcance medio PGM-19 Júpiter que los estadounidenses mantenían en el sur de Italia. Los diplomáticos soviéticos y estadounidenses realizaron urgentes y continuas negociaciones secretas en Washington y en Moscú, transmitiendo las propuestas de uno y otro bando para solucionar la crisis durante todo el día 27. No obstante, en las negociaciones secretas estuvo excluido Fidel Castro, en tanto el gobierno soviético se negó a realizar consultas sobre el tema con el régimen de La Habana….Tras las negociaciones secretas, Kennedy y su gabinete aceptaron la oferta soviética en la madrugada del domingo 28 de octubre a espaldas de Fidel Castro quien reprochó pública y en correspondencia a Jruschov los días 28, 30 y 31 de octubre. Este acuerdo se conoció más tarde, ya que Kennedy lo aceptó con la condición de no invadir Cuba ni apoyar grupo alguno con esa intención. El desmantelamiento del Misil balístico de alcance medio PGM-19 Júpiter de Turquía no fue hecho público hasta que se llevó a cabo seis meses después” (ver Wikipedia, Crisis de los misiles de Cuba, en https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_los_misiles_de_Cuba).

Y ustedes se preguntarán ¿Por qué evocar ese recuerdo tan amargo? Porque el caso venezolano, comparado con el de Cuba en 1962, quizás presente una complejidad muchas veces superior al de la crisis de ese año, pero sin la amenaza inmediata, pero segura, de unos misiles nucleares apuntando hacia los EEUU.

De la misma manera como los EEUU negociaron con los soviéticos en 1962 el retiro de los misiles en Cuba sin la presencia de Fidel Castro, a cambio de sus propios misiles en Turquía e Italia y su no intervención futura para salir de ese régimen, los EEUU deben negociar el retiro de Rusia y su satélite cubano, Irán y China en los asuntos militares de Venezuela, sin la presencia del régimen de Nicolás Maduro Moros, a cambio de intereses que solo ellos pueden conocer.

¿Y por qué los EEUU harían eso? Porque la arremetida de estos 3 países en Venezuela, como consecuencia de una política exterior norteamericana que no priorizó a sus aliados naturales del continente, es la primera de muchas incursiones que probablemente se realizarían desde Venezuela al resto de los países de Latinoamérica. Y que si no es atajada de raíz, aislará a los EEUU del resto del continente americano, siendo esa situación mucho más peligrosa para ellos que la crisis originada por una simple isla caribeña con unos misiles apuntándolos, de rápida desinstalación. La crisis de los misiles cubanos de 1962 puede representar una lección para la Venezuela de hoy.

A una Venezuela en manos de estas potencias extracontinentales, como está planteado en este momento, le seguirá fácilmente Colombia, y el resto de los países latinoamericanos caerán como dominós en una secuencia predecible. Todo esto sin contar que igualmente esos países tendrían tiranías como la de Venezuela, que se alarguen como la cubana, por muchas generaciones. Esa negociación preventiva y pacífica le ahorrará a los EEUU, con mucha seguridad, una crisis semejante o peor a la de 1962, dada la tecnología militar que existe hoy, sin contar con la permanente y creciente amenaza del terrorismo y el narcotráfico. 

Las condiciones están dadas para esa negociación en este momento porque el pueblo venezolano se pronunció indiscutiblemente el 28J, y existe, a diferencia del pasado próximo, un liderazgo claro y competente para tomar las riendas del país, y un Presidente a quien el pueblo eligió con una mayoría que ya están envidiando los actuales presidentes del continente.

Sin embargo, aquí habría una diferencia fundamental que no existió en el caso cubano de 1962. Los venezolanos de hoy podemos, a diferencia de los cubanos de 1962, resolver nuestra crisis a lo interno, pero para que eso ocurra no debe existir el ruido del sostenimiento del régimen por parte de esas potencias, para que Venezuela tenga la oportunidad de volver a su cauce democrático de las manos de sus propios actores militares y políticos. No es posible pedirles a nuestros militares que resuelvan esa crisis sin antes resolver la mega crisis a lo externo, y que está fuera de nuestro alcance.

En anteriores situaciones históricas de Venezuela, donde las FFAA jugaron un papel protagónico para el regreso de la institucionalidad y la democracia, el mundo no tenía la complejidad política multipolar que presenta hoy, ni existían los tentáculos de los intereses geopolíticos para el sostenimiento interesado de una tiranía. Si ese sesgo se corrige en el lugar donde debe corregirse, el país volverá con toda seguridad, en el momento preciso y en su propia dinámica, a la senda de la democracia y la libertad.

Caracas, 19 de Agosto de 2024

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viernes, 16 de agosto de 2024

Venezuela, la trampa de lo obvio

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Deseo relatarles una pequeña anécdota personal. Hace muchos años asistí a un taller de supervivencia en el marco de un programa gerencial de alto nivel que realicé. Hicimos un ejercicio muy interesante que me dejo una enseñanza que deseo compartirles hoy. Reunieron a todo el grupo en un galpón para dormir en camas de campaña. Nos despertaron a las 3 de la mañana y nos dividieron en grupos de 5. A todos los grupos nos señalaron una fogata que se veía a lo lejos en el medio de la más negra oscuridad en el tope de una montaña y nos dijeron que nos encontráramos allí en menos de una hora.

La mayoría de los grupos eligieron la vía corta: una línea recta entre el sitio donde nos encontrábamos y la fogata que se veía a muchos kilómetros en la montaña. Nadie se sentó a pensar, solo salieron corriendo hacia la montaña sin siquiera tener una linterna. Hubo un grupo que cayó por un barranco antes de llegar al lugar señalado, gracias a Dios, sin víctimas fatales que lamentar, pero con una persona herida al caer. Nadie pensó como habían prendido una fogata tan lejos y avisarnos en tan corto tiempo y menos aún pedirnos vernos luego allá en menos de una hora, en un sitio que estaría a no menos de 10 kilómetros de distancia. Era ilógico creer que se podría llegar en línea recta: ¡tenía que haber un camino!

Y efectivamente sí lo había. Nos costó unos 30 minutos encontrarlo y bordear la montaña, y otros 30 para llegar corriendo al sitio siguiendo la senda. El camino era una pica escondida para rústicos que los organizadores usaron para prender la fogata. La ruta al principio parecía ir en la dirección contraria, cosa que originó discusiones en el grupo acerca de si era o no una opción. Al final todos acordamos seguirla porque el tiempo nos alcanzaba. De esa experiencia aprendí que para llegar hay primero que estudiar las opciones y eso toma tiempo. Pero una vez que lo haces y tomas una decisión, ya sabes que hacer, y lo emprendes hasta que consigues tener éxito. Sin embargo, así no lo pensó la mayoría de los grupos del ejercicio. Gracias a Dios, en mi grupo nos encontrábamos  gente con una mínima capacidad de razonamiento que nos preguntamos primero de que se trataba el problema y acordar entre todos una solución para resolverlo.

Pues eso mismo nos está pasando ahora. Venezuela se encuentra en la más completa oscuridad. Y en esa oscuridad vemos una luz a lo lejos y nos dicen que debemos llegar a ella para alcanzar la libertad. Queremos llegar allí desesperadamente y, en la gran mayoría de los casos, no nos detenemos a razonar que aunque pareciera que la línea recta a esa luz es el camino obvio para alcanzarla, la experiencia de 25 años debiera dictarnos que no lo es, y que se requiere sentarse a pensar cuál es la mejor ruta con serenidad, aunque eso nos tome tiempo y la desesperación nos consuma. En la medida que la pensemos mejor, tardaremos menos tiempo en llegar.

Otra vez se nos ha planteado un problema similar que pareciera tener una solución obvia: que las FFAA intervengan y resuelvan el problema. Pero, como veremos, el terreno donde se decidirá esta situación está en un contexto más amplio que el de Venezuela y sus FFAA, aunque desde aquí también tengamos un papel que cumplir. Y pensamos lo obvio porque las FFAA debieron hacer respetar la decisión de la Soberanía Popular el 28J, no solo porque era su obligación constitucional sino porque estuvieron presentes en el proceso electoral y saben muy bien cuál fue el resultado en todos los centros electorales, y se abstuvieron de hacerlo. Pero, ¿por qué paso eso? Debemos llegar más al fondo entonces y examinar con mayor precisión lo que ocurre. Para empezar, que las FFAA no hayan tomado la decisión en el momento que pensamos obvio no significa que no la tomen después. Solo significa que algo más grande que ellos está presente, metiéndole ruido a lo que suponemos obvio. Veamos:

En una entrevista realizada por American Thought Leaders en español, a Joseph Humire, Director Ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura (Center for a Secure Free Society) de la Fundación Heritage, publicada el 12 de agosto (ver Análisis exhaustivo de las elecciones venezolanas y las fuerzas ocultas: Perspectiva de Joseph Humire, en https://es.theepochtimes.com/videos/analisis-exhaustivo-de-las-elecciones-venezolanas-y-las-fuerzas-ocultas-perspectiva-de-joseph-humire-1301530.html), el experto en geopolítica indica que el sostenimiento en el poder del régimen venezolano no solo depende de las FFAA, como pareciera ser el convencimiento general:

 “Entre 2002 y 2004, Chávez usó los ingresos petroleros de Venezuela para financiar candidatos socialistas en Bolivia, Nicaragua, Argentina y Brasil, impulsando lo que se conoce como la marea rosa o la ola socialista en América Latina. Durante este periodo, Hugo Chávez financió campañas políticas y ayudó a colocar en el poder a Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Cristina Kirchner en Argentina y el primer mandato de Lula da Silva en Brasil. Este esfuerzo, conocido como petro diplomacia, utilizó los petro dólares de Venezuela para apoyar a estos candidatos. Chávez también creó la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América. Alba, que llegó a abarcar unos 13 países, aunque hoy en día se ha reducido a unos 9 o 10, incluyendo a los más autoritarios como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y anteriormente Ecuador. A través de esta red, Chávez promovió una visión geopolítica que alejaba a América Latina de Estados Unidos y acercaba a la región a China, Rusia e Irán. Venezuela se convirtió en el país más endeudado con China, solicitando préstamos por 60 mil millones de dólares, lo que permitió a China apoyar a Chávez y al régimen de Maduro. Rusia vio una oportunidad para vender su armamento, convirtiéndose en el mayor proveedor de armas de Venezuela, con más de 12 mil millones de dólares en equipos militares. Por su parte, Irán, aunque no suministró armas o dinero directamente, proporcionó la red y el conocimiento necesario. Su embajada en Venezuela se fortaleció, y estos tres actores comenzaron a utilizar a Venezuela como una plataforma para desafiar a Estados Unidos desde América Latina” (Entrevista J. Humire, min 21:11) (resaltado nuestro).

“…Entre 2007 y 2008, Chávez reestructuró Venezuela, dividiendo el país en ocho regiones en lugar de provincias y municipios, designó a sus militares para que dirigieran cada una de estas regiones. Las regiones, llamadas Zonas Integradas de Defensa Regional, cada región está impulsada por una economía ilícita específica. En el oeste puede ser el contrabando de petróleo, en el este la minería ilegal o el contrabando, en el norte del narcotráfico, y en el sur también el narcotráfico. Este esquema ha creado una intrincada red de crimen organizado transnacional, que está profundamente integrada con el Estado venezolano. Esta red no respeta fronteras y se extiende más allá de Venezuela, abarcando Colombia, Brasil, Panamá y sus territorios circundantes. La complejidad de Venezuela es tal que incluso si se logra una transformación política, la red criminal seguiría existiendo. Por lo tanto, si Maduro renuncia o es removido, eso sería un primer paso positivo, pero no suficiente por si solo para resolver la crisis. El problema subyacente es la red criminal que sigue operando y no se puede abordar completamente sin una intervención externa. El nivel de interés de Rusia, China e Irán, en mantener esa estructura de poder en Venezuela es demasiado grande para que el pueblo venezolano lo resuelva por sí mismo (Entrevista J. Humire, min 23:33) (resaltado nuestro).

Aquí el término “intervención externa” no necesariamente implica tropas de invasión armada, sino movimientos específicos de nuestra parte para solicitar ayuda exterior porque el problema va más allá de nuestras capacidades, incluso de NUESTROS VOTOS. Y en esto juega un papel fundamental los EEUU quien tendrá, quiéralo o no, que renovar su política hacia Latinoamérica en virtud de este problema que ha escalado proporciones nunca antes vistas: “Por lo tanto, Venezuela es un problema hemisférico que requerirá una respuesta a nivel regional. Estados Unidos necesita desarrollar una estrategia regional robusta, quizás una versión renovada de la Doctrina Monroe para enfrentar adecuadamente este desafío (Entrevista J. Humire, min 26:31) (resaltado nuestro).

En este sentido, EEUU puede y debe negociar directamente -a sus propias expensas- y ahora mismo, con estos 3 actores, Rusia, Irán y China, el costo de que saquen sus manos de nuestro país, por haber olvidado durante muchos años, no solo la Doctrina de Monroe, sino por haber ignorado que los venezolanos en libertad y democracia somos la mejor garantía de su propia seguridad hemisférica. Es por esto que será mucho más efectiva una ruta para recuperar nuestro país, que pase primero por un cambio forzado en la actitud de esos actores hacia Venezuela, con la ayuda de los EEUU, que seguir rogándoles a los militares venezolanos que cumplan con su deber constitucional, ya que resuelto lo primero, lo segundo sale como consecuencia, obteniendo de obsequio colateral la solución de la abierta invasión cubana porque los militares venezolanos se harían cargo de eso como les corresponde.

Les recomiendo ver completa la entrevista de Humire, que incluye otros aspectos muy relevantes de la actual situación geopolítica y postelectoral venezolana. Simplemente quise resaltar un aspecto extremadamente importante, que da una muestra de como el simple ejemplo inicial de llegar a una fogata en línea recta en la total oscuridad, sin pensar el problema, es un completo suicidio, cayendo en la trampa de lo obvio. Mientras tanto el tiempo corre para todos. Más vale que lo aprovechen…

Caracas, 16 de Agosto de 2024

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