martes, 10 de septiembre de 2024

Un ciclo infinito de tiranía

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Con gran sorpresa me encuentro en las redes sociales el “ratón espiritual” que supuso para la gran opinión nacional el exilio de Edmundo González Urrutia (EGU), cuando este escribidor pensaba en contrario que más bien había sido el primer paso serio –en este caso, lamentablemente provocado por el régimen- en la dirección correcta, en respuesta al golpe de Estado perpetrado el 28J. ¿Y por qué lo llamo así? Los de mi generación llamábamos “ratón” al malestar que seguía después de haber pasado una borrachera, bien sea de alcohol o de algo apreciado, que resultó en una decepción porque los eventos no salieron como esperábamos. Una depresión, pues.

Y es que los venezolanos hemos sido sometidos desde hace muchos años a un bombardeo paralizante de parte y parte de mensajes como “la revolución vino para quedarse” o el mismísimo “hasta el final” de María Corina Machado (MCM). ¿Cómo no esperar entonces actitudes y conductas masivas en la gente cuando las cosas no salen como esperamos? En especial, llegando a la conclusión de que EGU “huyó” dejándonos con el paquete, después de una campaña brutal que indicaba que todos –y en especial EGU- moriríamos en Venezuela con las “botas puestas” hasta el final.

Pienso que la oposición, a pesar de hacernos ver todo lo contrario, no calibró en su justa medida hasta donde eran capaces de llegar los que hoy detentan el poder en Venezuela, aun después de haber visto todo lo que hemos visto en 25 años. Nunca esperaron que el régimen le diera una patada a la mesa y se quedara con las elecciones a lo Juan Charrasqueado. Pensaron de verdad que el régimen entregaría después de todos los fraudes cometidos desde el año 2004 porque ellos mismos querían creer en el sistema de contar votos del CNE. Pero la verdad les golpeo la cara y pareciera que aún no reaccionan, creyendo igualmente que incluso respetarían a EGU.

La consecuencia inmediata de ese fraude-golpe de Estado fue la feroz persecución de todos quienes pudieran haber tenido contacto con las actas del proceso electoral, para encontrarlas y quemarlas. Desde el mismo momento del manotazo EGU como Presidente Electo legítimo debió estar fuera de Venezuela, no un mes después cuando era perfectamente previsible que lo amenazaran y chantajearan con su familia. Nadie se paseó que con EGU muerto volvemos al principio de todo esto, sin una legitimidad comprobable, porque esas actas no valdrían ni el papel donde están impresas en algún lugar -que espero sea fuera del país- porque todas señalan a EGU como el legítimo vencedor del 28J. ¡EGU es en persona el depositario de la voluntad popular del 28J!  Mis disculpas por la crudeza y que Dios resguarde y cuide la vida del Presidente Electo.

Sin embargo, todavía existe una oposición mezquina, que siguiéndole la narrativa al régimen es capaz de expresar que salió huyendo, sin acabar de entender el sacrificio de dejar atrás a su hija mayor con su respectiva familia, en resguardo de lo que tiene plena conciencia, como depositario que es del altísimo costo que han significado esas actas en muertos, detenidos y torturados. EGU sabe que si caía en poder del régimen todo eso se hubiera perdido en un segundo. Con ese peso a cuestas, EGU deja a su hija, yerno y nietos como rehenes en Venezuela. Difícilmente alguien quisiera estar en esa posición.

Pero no, a juicio de mucha gente, EGU tenía que quedarse en el país por la repetida consigna citada millones de veces, donde su papel político es insignificante frente al de MCM, más allá de decir que el Presidente está en el país luchando contra a un golpe de Estado, del que poco o nada podemos hacer desde Venezuela.

En otras palabras, la persona más valiosa que resultó de este proceso electoral y que más puede hacer fuera de Venezuela para convencer a la Comunidad Internacional de su propia legitimidad, se dejó expuesta a lo que el régimen le diera la gana de hacer. Sin embargo, ahora, gracias a esos héroes caídos y apresados, y muchísima gente esperanzada en Venezuela que colaboró el 28J, no solo tiene el respaldo de unas Actas que lo legitiman como Presidente frente al mundo, sino que puede  lograr una estrategia diplomática clara y firme que determine acciones en contra de lo que pasa en el país.

Sin importar lo que el régimen diga de ahora en adelante, lo mejor que nos pudo haber pasado fue que el legítimo Presidente de Venezuela haya salido del país, sin importar las circunstancias que rodearon a ese episodio.

He insistido en repetidas oportunidades acerca de la importancia que EGU, como diplomático de carrera, experimentado en el lenguaje que maneja la Comunidad Internacional, se ponga al frente de una ofensiva diplomática, que no puede esperar de ninguna manera, para comenzar a abordar temas como su propio reconocimiento como Presidente legítimo de Venezuela y las acciones que la Comunidad Internacional puede y debe adelantar para remover al régimen ilegítimo del país, y comenzar a preparar conjuntamente con las potencias occidentales, una estrategia que nos pueda librar de la injerencia de China, Rusia, Irán y Cuba en nuestro país.

De ninguna manera ese es un trabajo fácil de realizar, y necesitará contar con toda la ayuda que la diáspora preparada pueda facilitarle. Pero no han pasado ni 24 horas luego de la partida de EGU a España, donde con la pequeña ayuda de la propaganda oficial, un sector de la oposición está desprestigiando este importantísimo paso, que si bien debió haber sido previsto y previamente programado por la oposición, a fin de que EGU no tuviera que temer por su familia, era y es definitivamente fundamental para que el proceso de recuperación del país avance aceleradamente desde el exterior.

Yo no sé si la solución del problema venezolano esté a la vuelta de la esquina, como piensan muchos anclas mediáticos de la oposición que ruedan todos los días en las redes sociales. Ojalá sea así. Lamentablemente, más de 20 años de esperar ese “tren rápido” o ese “fast track” muy propio del venezolano, son más que suficientes para no seguir creyendo que sin un trabajo arduo y sostenido de una oposición cuya única preocupación sea liberar a Venezuela, se logrará algo concreto en la dirección correcta.

Pues bien, MCM y EGU lograron con ese indiscutible trabajo sostenido llegar adonde hemos llegado. ¡Nunca se había llegado tan lejos! ¡Por Dios! ¡Démosle chance a tanto sacrificio! A que se termine el esfuerzo hacia el 10 de enero de 2025 y se complete una etapa que comenzó el 22 de octubre de 2023, con unas primarias que reflejaron un masivo rechazo al “status quo” político del régimen y su oposición. De otra manera, estaremos condenados a nunca terminar lo que comenzamos, viviendo en un ciclo infinito de tiranía. Si no lo hacemos así, verdaderamente nos lo mereceremos.

Caracas, 10 de Septiembre de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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viernes, 6 de septiembre de 2024

Venezuela, de local a global

Por Luis Manuel Aguana

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Ian Bremmer, uno de los analistas de política global más prestigiosos del mundo, tituló un artículo en fecha reciente de la siguiente manera: “Maduro no se irá” (Maduro won’t go), concluyéndolo pragmáticamente con este párrafo:

“Hasta la fecha, tanto el enfoque de mano dura de Trump como la estrategia de compromiso de Biden han fracasado, porque Estados Unidos no está en mejores condiciones para desalojar a Maduro que las que tuvo para barrer al cubano Fidel Castro. Maduro, al igual que Castro, tiene amigos en Pekín y Moscú dispuestos a proporcionar cobertura diplomática y el dinero suficiente para hacer inútil la influencia estadounidense. Hasta que no se produzca una revuelta en el seno de la alianza interna de patrocinadores, clientes y facilitadores de Maduro, el hombre fuerte seguirá siéndolo. (ver Gzero, Ian Bremmer, Maduro won’t go, 04-09-2024 en https://www.gzeromedia.com/by-ian-bremmer/maduro-wont-go).

Ninguna tiranía latinoamericana ha tenido antes tanto apoyo exterior como lo ha tenido la tiranía de Nicolás Maduro Moros, por lo que se hace imposible analizar la permanencia o no en el poder del régimen de Maduro sin revisar antes esa perspectiva ampliada, lo que sesga de manera determinante las decisiones y opciones que podría tener la oposición para encontrar una solución adecuada para enfrentar el golpe de Estado a la soberanía popular perpetrado el 28J.

Con base a eso, la oposición debería leer con cuidado la última frase: “Hasta que no se produzca una revuelta en el seno de la alianza interna de patrocinadores, clientes y facilitadores de Maduro, el hombre fuerte seguirá siéndolo”. Pero, ¿cómo se produce todo lo mencionado por Bremmer si la estrategia demostrada tiene mayor peso en la perspectiva local del problema, actuando en consecuencia en una sola dimensión? Porque en ese planteamiento existen efectivamente dos dimensiones, la local y la global.

Como la “alianza interna de patrocinadores” referimos a quienes desde adentro –la dimensión local- apoyan y sostienen al régimen porque es de su más alto interés el tipo de gobierno de corte delincuencial que impera en el país: los narcotraficantes, la guerrilla colombiana, los responsables de la explotación ilícita de recursos –minerales y de otro tipo-, y en general toda la corrupción del régimen, especialmente en las FFAA.

Desde afuera –la dimensión global- se encontrarían “los clientes y facilitadores de Maduro”, a quienes por otras razones, geopolíticas principalmente, les es vital que el régimen no caiga, aunque cada uno de ellos tenga razones diferentes: Rusia, China, Irán y Cuba de manera directa, y otros como Turquía de manera indirecta.

Si ponemos atención a las respuestas que la oposición ha dado hasta ahora “para que caiga Maduro” y entregue el poder a quien resulto con la mayoría de los votos el 28J, ninguna de ellas responde a combatir alguna de esas perspectivas, si tenemos en cuenta que serían ellas las verdaderas responsables de la permanencia del régimen en el poder. Es posible que respondan a mantener un clima de conflictividad y desestabilización social desfavorable para el régimen, pero que nunca irán en la dirección de resolver el meollo del problema que es su permanencia en el poder.

La escala planteada por el analista Ian Bremmer solo llega a visualizar el tema desde la perspectiva global, sin descender, más abajo, a la micropolítica de lo local. Eso lo debemos hacer nosotros los venezolanos, pero entendiendo que sin ver el panorama completo por arriba es imposible conocer adonde estamos y las interrelaciones de elementos que vistos localmente parecieran estar desconectados. Y por no ver lo que sucede en una escala superior, aplicamos soluciones que difícilmente tendrán el efecto esperado porque no están conectadas a un mayor nivel. Y eso tiene consecuencias porque se termina perdiendo un tiempo valioso aplicando soluciones que solo tendrían efecto si el mundo no funcionara a escala global y de manera sistémica.

Ya el mundo entendió esto desde hace tiempo y comprende que, por ejemplo, los problemas de Derechos Humanos, del ambiente, las migraciones masivas como la venezolana y la lucha en contra de delitos transnacionales como el narcotráfico, no pueden tener una respuesta únicamente local, porque existe un mundo interconectado e interdependiente que debe activarse para poderle dar una respuesta efectiva al problema.

De lo anterior se deriva que la solución del problema complejo que representa Nicolás Maduro Moros para los venezolanos, para la región latinoamericana y para el mundo en general, requiere de una respuesta global y local simultáneamente, y que en nuestro caso específico todo apunta a que la acción global es la prioritaria. ¿Y por qué? No solo porque nuestro problema interno sobrepasó nuestras fronteras territoriales, sino porque existe una nueva “guerra fría” que intenta imponer un mundo multipolar con países como los arriba mencionados, que le disputan a los EEUU, por diferentes razones, el control económico, militar y político del mundo. Y nosotros nos encontramos en el medio de esa nueva guerra, como la principal cabeza de playa latinoamericana de esos países, lograda por obra y gracia de un régimen que entregó a Venezuela a esa lucha a cambio de poder y dinero.

Es por eso que Ian Bremmer dice que Maduro no se irá. Y todavía se nos plantea a los venezolanos que utilizando las mismas estrategias aplicadas a las dictaduras latinoamericanas de principios y mediados del siglo XX, entre las que se cuentan invasiones armadas y golpes de Estado militares por traiciones al régimen de turno, a la usanza de los 40s y 50s venezolanos, podremos deshacernos de este cáncer completamente inédito, sin tocar la verdadera causa del problema y sin provocar un conflicto de escala planetaria, como el que ocurrió con la Cuba de los años 60s, donde los EEUU dejaron al pueblo cubano a merced de un tirano sanguinario, sin tocarlo, por proteger su seguridad nacional frente a la URSS, en una compleja negociación política.

Aunque los tiempos hayan cambiado, los conceptos de poder y dinero no lo han hecho. Y ahora hay más en juego que antes al tener el control de un país como Venezuela. A ninguno de los participantes de este juego complejo y global le interesa convertir a Venezuela en un teatro de guerra, pero Maduro y su grupo son solo fichas que pueden ser removidas a cambio de posiciones ventajosas por los verdaderos jugadores con poder planetario. Es allí donde tendrá que jugarse esta partida compleja si queremos comenzar a resolver esta crisis. Y si queremos que no nos repartan como lo hicieron las potencias después de la II Guerra Mundial en Europa, deberíamos estar a ese nivel y en el lugar correspondiente, no en Venezuela, jugando a las escondidas con un régimen protegido…

Caracas, 6 de Septiembre de 2024

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miércoles, 4 de septiembre de 2024

Venezuela, choque de verdades

Por Luis Manuel Aguana

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A estas alturas, a un mes y días del 28J, no se ve por ningún lado un desenlace definitivo, ni a favor ni en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros. Los venezolanos nos encontramos en medio de un limbo tenebroso donde todo el mundo es sospechoso solo por haber ido a votar el 28J. Mucho de ese desenlace tiene que ver con lo que cada uno de los factores en pugna imponga como “su” verdad. Y como todos sabemos, solo hay una verdad…

A este punto algunos de ustedes estarán diciéndome: ¡¡¡¿¿¿cómo que su verdad?!!! ¡El régimen perdió las elecciones 70% a 30%! ¡Toda Venezuela fue testigo de eso! Muy bien, esa es nuestra verdad, que es comprobable como todos ustedes saben. Pero el régimen desea imponerle al mundo la suya, sustentada en un poder judicial subrogado a su control, sin mostrar las pruebas que le solicita la Comunidad Internacional, para poder reconocer que los resultados que anunciaron la madrugada del 29J son los correctos. Y de allí que nos encontramos estancados  todavía.

Basados en esa línea narrativa, el régimen intenta imponer su “verdad”, destacando que los resultados mostrados por la oposición son los falsos, y en consecuencia todos aquellos que sustenten lo contrario a esa “verdad” puesta en una sentencia del TSJ, son objeto de persecución porque solo esa es la “verdad” válida en el país desde el 29J por quienes detentan el poder. Y siendo congruentes con esa narrativa, a Edmundo González Urrutia (EGU), quien encabeza, junto con María Corina Machado (MCM) lo que nosotros consideramos la “verdad” verdadera, la Fiscalía le ha emitido una orden de aprehensión por los delitos de  usurpación de funciones, forjamiento de  documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, conspiración y sabotaje a daños de sistemas” (ver post de PROVEA en X, en https://x.com/_Provea/status/1830766432650506481).

Pero basados en esa narrativa de la “verdad” del régimen, ¿será posible que la oposición, sobre la que han desatado una horrible persecución, pueda negociar con ellos una salida política a la situación que tenemos los venezolanos, donde de repente el régimen acepte que no es verdadero en lo que hasta ahora han insistido como su “verdad”, liberando, según los últimos reportes, a las más de 1.780 personas detenidas al 26 de agosto de 2024 (ver balance del Foro Penal al 26-08-2024 en https://x.com/ForoPenal/status/1828901230657319247) y enjuiciando a los responsables de las al menos 24 muertes ocurridas hasta ahora desde las elecciones del 28J? (ver Provea, Informe Crisis postelectoral y de DDHH 2024 en Venezuela, Pág. 54, en https://provea.org/wp-content/uploads/2024/09/Libro-Negro-Informe-DDHH-Vzla.pdf). En verdad quisiera creerlo pero me es imposible.

Sobre la base de esta narrativa de negociación incierta, la oposición encabezada por EGU y MCM han decidido, de acuerdo a lo que todos hemos percibido en el país, a permanecer en Venezuela para hacerle frente a esa “verdad” del régimen. Ese curso de acción de enfrentamiento directo supone que existe la seguridad plena en la oposición de que se solucionará de alguna manera la crisis del régimen, recobrando el Estado de Derecho y la libertad antes de que ambos líderes sean detenidos.

Pero, ¿es eso posible? Si algo han desarrollado excepcionalmente bien en el régimen en 25 años de destrucción masiva, han sido sus sistemas de inteligencia y contrainteligencia, al punto de que difícilmente exista en el país alguna organización o institución de interés que no se encuentre infiltrada y/o penetrada por ellos en los niveles más inimaginables. Ese fue precisamente el aporte de organismos de inteligencia externos como el G2 cubano, siendo los partidos de la seudo oposición uno de sus objetivos más destacados, en conjunto con las FFAA. No en vano ninguna iniciativa de liberación ha funcionado en el país, aun cuando se haya tenido en algún momento la mayoría de la Asamblea Nacional.

En consecuencia, si EGU o MCM no han sido detenidos, no será porque no existan los medios y la información necesaria para eso. No estamos en la época de los 50s de Pérez Jiménez y la Seguridad Nacional. Ahora el autoritarismo dispone de aliados como Rusia y su satélite cubano, Irán y China, lo más eficiente del mundo en sistemas de inteligencia para la represión, sin contar con toda su tecnología asociada.

Pero ante esa decisión de peso del liderazgo opositor de permanecer en el país, a sabiendas de que la probabilidad de una negociación con el régimen para el retorno de la democracia es casi nula, pone su juego en suma cero. Esto es, o se impone la oposición o se impone el régimen. Y en la generalidad de los casos donde se plantea esa dinámica, el resultado final no se alcanza sin violencia para ninguna de las partes. De hecho, ahora mismo, de acuerdo a lo observado, la política del régimen es aplastar a la oposición violentamente, y ahora busca activamente detener a la dirigencia principal.

Ante esa perspectiva de enfrentamiento directo, no es de extrañar que se haya caído, sin planteárselo originalmente, en los primeros pasos de una dirigencia política en clandestinidad. Y eso no está mal “per se”. Sin embargo, aunque eso sería necesario ante un régimen de las características del que tenemos en Venezuela, no es de ninguna manera suficiente, porque la experiencia internacional nos indica que una organización de esas características no nace de la noche a la mañana.

Si se pretende manejar la crisis de manera política y pacífica la estrategia del juego suma cero tiene que cambiar, entendiendo que en un curso de enfrentamiento directo, el régimen tiene una ventaja competitiva de 20 años de violencia, sin contar con que nuestra lucha siempre ha sido noviolenta y desarmada. Ellos siempre han dejado claro que la suya es armada, y en consecuencia violenta. En ese terreno el régimen siempre ha ganado.

Creo que es un error pensar que si los líderes opositores ante la persecución desatada por el régimen optan por salir del país, retrocederíamos en nuestras convicciones o sería una muestra de debilidad o cobardía. ¿Fue cobarde Rómulo Betancourt o Andrés Eloy Blanco al elegir luchar desde el exilio ante la persecución del régimen de Marcos Pérez Jiménez? ¿Fue cobarde Charles De Gaulle al irse a Inglaterra para desde allí dirigir la resistencia en la Francia de Vichy? ¿Fue menor su lucha si decidieron impedir que un régimen violento los vejara y sometiera a torturas? Creo incluso que su lucha fue más inteligente y pudieron resolver muchos problemas que de otra forma no hubieran podido resolver, coordinando acciones de ayuda para volver triunfantes a sus países, aunque el brazo largo de la tiranía los hubiera alcanzado, como fue el caso de nuestro Poeta del Pueblo.

Entendiendo que lo que el régimen busca con desespero es una “normalidad” para que nos olvidemos del 28J, a sabiendas de que el resultado fue que la soberanía popular decidió su reemplazo, mantener indefinidamente al país en una suerte de “se van mañana” sin algún resultado concreto a corto plazo tampoco puede considerarse como una solución. De la misma manera, poner una orden de captura en contra de quien consideramos el Presidente Electo tampoco lo es. Tanto es así, que las reacciones de los amigos cercanos y vecinos del régimen no se hicieron esperar: la Cancillería colombina anuncio en un comunicado ayer en su cuenta de X que los Gobiernos de Brasil y Colombia “expresan profunda preocupación por la orden de detención,,, en contra de Edmundo González Urrutia” indicando que “Esta medida afecta gravemente los compromisos asumidos por el Gobierno venezolano bajo los Acuerdos de Barbados, en los que el gobierno y oposición reafirmaron su compromiso de fortalecer la democracia y promover una cultura de tolerancia y convivencia” (ver Comunicado de Prensa de la Cancillería de Colombia, en https://x.com/CancilleriaCol/status/1831106083521277971).

A este punto es imposible definir cuál es el mejor curso de acción, si entrar adentro en un terreno de enfrentamiento directo solo armados con la razón, frente a unos criminales donde nadie meterá la mano por nosotros, o movernos a un terreno de la política donde en estas circunstancias más podemos hacer afuera que adentro, sin dejar de conceder que el régimen desea que el liderazgo opositor salga del país.

En este sentido podríamos colocarnos en un punto intermedio donde MCM permanezca en el país y el Embajador González Urrutia vaya afuera liderando una ofensiva diplomática internacional, en especial si la Comunidad Internacional de importancia, comenzando por los EEUU y la UE, han reconocido su condición de Presidente Electo.

Los EEUU están en el medio de una elección, para lo cual se deben gestionar acuerdos con los partidos en disputa allá, y luego con el Presidente que resulte electo en noviembre. EGU en su nueva condición podría lograr importantes acuerdos en nuestro beneficio para una transición. Con una acción diplomática adecuada, como bien podría conducirla EGU con los EEUU, se podría comenzar a negociar que los socios del régimen (Rusia-Cuba, China, Irán) reordenen su influencia en Venezuela, con el consiguiente cambio en el balance de fuerzas dentro de quienes sostienen al régimen. Considerado así, sería posible una solución pacífica desde arriba de toda esta situación.

Nadie posee la verdad en una coyuntura política como esta. Solo señalo lo que está a la vista de todos, porque quizá lo que no lo está, posiblemente siga estando así en lo inmediato por razones obvias, que están fuera del alcance del venezolano común como nosotros, generando angustias a la población. No dejemos que la impotencia y el malestar desatado por lo ocurrido del 29J y siguientes, nos hagan salir de nuestra tradicional posición noviolenta y democrática porque chocan nuestras verdades, cosa que también resultaba previsible antes del 28J. Solo así recuperaremos a Venezuela…

Caracas, 4 de Septiembre de 2024

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miércoles, 28 de agosto de 2024

Venezuela, entre el es y el deber ser

Por Luis Manuel Aguana

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Qué difícil es hacerle entender a alguien la diferencia entre el deber ser y el ES. Los venezolanos estamos permanentemente en esa discusión que no tiene fin. Y eso tiene que ver mucho con nuestra muy venezolana manera de ser, que tantas veces se ha manifestado históricamente. Pensar en esto me recordó un pasaje de uno de los últimos libros inéditos que dejó Francisco Herrera Luque, El vuelo del alcatraz y que fue publicado en 2007:

Al despedirse Bolívar de Páez en San Fernando de Apure, ciudad sitiada por el llanero, El Libertador, ya de vuelta hacia Angostura, nota que las tropas del General Páez se encuentran muy reducidas, y dirigiéndose al Centauro de los Llanos le dice:

“-Caramba General Páez –comenta Bolívar con preocupación- no me imaginaba que hubiese tenido tantas pérdidas. Le han matado la mitad de la gente…

-¡Ojalá hubiera sido así! – repuso desconcertante el llanero-. Las bajas que usted ve no es por muerte sino por deserción. Llanero no sirve para montarle guardia muy larga ni siquiera a una mujer. Ellos dicen que si se quedan demasiado tiempo en un sitio se les enmohecen las patas, que lo bueno es ir de un lado para otro, y entre tanto guerrear, saquear y matar.

-Pero supongo que usted hará con los desertores un escarmiento terrible –comentó el Libertador con acento grave-. Lo menos que merece un desertor es ser pasado por las armas…

-¿Para qué Libertador? –repuso Páez con llana resignación-. En lo que yo vuelva a los campos y ande de un lado para otro vendrán en mi busca, porque eso es lo de ellos. ¿Qué necesidad tengo yo de quitarme amigos por costumbres que nos son extrañas?” (1), Pág. 83.

Este solo párrafo de esa historia fabulada venezolana de Herrera Luque podría explicar la razón del porqué Páez se quedó con Venezuela, dejando al mismísimo Libertador fuera del país, y posteriormente separando a Venezuela de la Gran Colombia. El profundo entendimiento que Páez tenía, no solo del llanero, sino del pueblo venezolano de su época, le dio ciertamente una ventaja muy difícil de superar. ¿Para qué fusilar gente que podría usar luego, a favor de una costumbre europea? Ese es el ES. Lo de Bolívar era el deber ser de un oficial consciente de las reglas de la guerra, solo que sin tomar en cuenta que los sujetos de esa acción eran venezolanos.

En este largo trajinar político que pasa ya de los 25 años, los venezolanos seguimos insistiendo en tercamente ignorar el es por el deber ser. Eso nos causa todavía mucho estrés, malestar y desasosiego. La realidad ciertamente es dura, pero no por dura puede ser ignorada, atrincherándonos en que el deber ser -que no está siendo realidad- debe prevalecer y tiene que ser cambiado de alguna manera por fuerzas que escapan de nuestro control, y que nos garanticen que tenemos la razón en nuestro deber ser. Pero estas fuerzas no pueden (¿o quieren?) hacer nada para que esa realidad nuestra (o ES) cambie y se convierta en un deber ser.

El ejemplo más reciente de esa actitud social del venezolano son las elecciones del 28J. Edmundo González Urrutia (EGU) efectivamente ganó las elecciones del 28 de julio de 2024. El deber ser era que se le hubiera reconocido el triunfo, pero no fue así. Al contrario de lo que muchos pensaron desde la oposición, el régimen nunca tuvo la intención de reconocer el triunfo opositor (de hecho nos lo ha dicho insistentemente desde hace 25 años), y dándole una patada a la mesa dijeron que ellos habían ganado y punto. Como Jalisco, pues. Si no gano arrebato.

Sin embargo, la oposición en lugar de asumir que el régimen había dado un golpe de Estado y actuar en consecuencia de eso, insiste en que ese deber ser se cumpla por encima del talante de quienes se atrevieron a realizar semejante atropello a la Soberanía Popular, y que han profundizado luego del 28J todo un aparataje represivo para atornillarse en el poder después de tomar esa decisión (ver De fraude a golpe de Estado, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/07/de-fraude-golpe-de-estado.html).

Basándose en esa premisa, la estrategia que comenzó a aplicar la oposición luego del 28J es tratar de “convencer”, con la presión internacional correspondiente de aquellos que han reconocido el triunfo de EGU, a que el régimen aun dando un golpe de Estado -y que desataron una persecución indiscriminada y violenta en contra de cualquiera que afirme que fueron ellos quienes perdieron las elecciones-, “cambien su actitud” y vuelvan al cauce democrático para que todos volvamos a vivir en paz, si es que eso era lo que había antes del 28J, y nos movamos hacia un Estado de Derecho.

Tal vez es posible que yo me haya perdido algo de todo este cuento o bien no me lo sepa completo, pero una cosa es la reacción ante un fraude electoral y otra muy diferente ante un golpe de Estado. Son dos cosas completamente diferentes en enfoque y narrativa, incluso en lo que se refiere a una estrategia frente a la Comunidad Internacional. Pero hoy no nos enfocaremos en ese pequeño pero gran detalle.

Insistimos en un deber ser, que si no es imposible, tiene muy baja probabilidad de ser posible, dadas las circunstancias en que se están desarrollando las cosas y la represión desatada en el país. Pero a menos de que exista algo que desconozcamos –que con toda seguridad es así- el enfoque y la estrategia opositoras frente a los acontecimientos del país tiene que cambiar urgentemente, y de existir algo más allá del “wishful thinking” para una “profecía autocumplida” que implique la proclamación de EGU el 10 de enero, debe manifestarse urgentemente so pena de acabar con la esperanza y la confianza de los venezolanos.

La batería comunicacional opositora nos intenta convencer de que “Maduro se cae mañana” porque no soportará el rechazo cada vez mayor de la Comunidad Internacional y será aislado del concierto de naciones. O que se cae porque viola Derechos Humanos. ¡Por favor! Eso no ha sido mayor problema para países como Cuba, Nicaragua, Irán, Bielorusia, Corea del Norte o cualquier otro de talante descaradamente autoritario con más de 60 años en el poder. Los cálculos realizados por el régimen venezolano y sus actuales ejecutorias apuntan a su supervivencia de largo plazo, mientras nosotros insistimos en el deber ser.

Con estas palabras no pretendo desmoralizar a nadie y lamento la posible crudeza en la expresión. Solo deseo que despertemos del sueño “electoralista” que nos construyeron desde la oposición, que nos convencía de escapar de una realidad que no quisimos aceptar intentando un deber ser en contraposición al ES desde hace 20 años, cuando la Coordinadora Democrática se autodestruyó como una galleta de soda debajo de un palo de agua, el 15 de agosto de 2004, escondiéndose de nosotros para evitar darnos la cara después de las marchas apoteósicas que hicimos y jamás vistas en el mundo, reapareciendo luego para decirnos a que siguiéramos intentando salir de este grave problema con una estrategia electoralista, en lugar de reconocer que estábamos ante una tiranía que debía ser tratada como tal, construyendo desde ese entonces una estrategia opositora dirigida a no buscar votos sino libertad, porque nos habían cometido también un fraude en el Referendo Revocatorio de Chávez.

Y todos, incluyéndome finalmente, aceptamos esa estrategia porque de una manera u otra el régimen en todos estos años nos había tirado caramelos, como la Asamblea Nacional en el 2015 y una que otra gobernación o alcaldía en el país, en las diferentes elecciones regionales, pero sin cambiar su rumbo cada vez más asfixiante y autoritario. Imagino que aquellos que todavía no desean “perder espacios” estarán buscando sus números para la cola en el CNE que dio a Maduro como “ganador” en las elecciones del 28J, para las nuevas mega elecciones de 2025. Lo bueno de eso es que serán identificados públicamente como corresponde como parte del régimen y de toda esta tragedia continuista.

Pero los venezolanos somos resilientes. Eso es lo grandioso de nuestra nacionalidad.  Y tenemos historia para comprobarlo. Por ejemplo, nos diferenciamos de los colombianos en el enfoque de cómo abordar la lucha por la libertad, como bien describe Herrera Luque en la obra arriba mencionada. Solo lean este párrafo sin desperdicio:

“La Nueva Granada, a diferencia de Venezuela, que ha visto mermar en una cuarta parte su población y destruir su riqueza, es poco lo que ha sufrido con la reconquista española. Pablo Morillo cebó su retaliación en quinientos notables que intelectualmente conducían la revolución. Destruidos los cabecillas el resto de los neogranadinos no opusieron resistencia. En Venezuela cada cien millas había un caudillo que se oponía con fiereza al español, sin parar mientes en lo que le sucedía a sus colegas. Si en el llano estaba Páez, en Oriente pugnaban Piar, Mariño y Bermúdez, además de Zaraza y Cedeño. El gran mérito de Bolívar –como le decía Urdaneta al coronel caraqueño Ambrosio Plaza- era habernos unificado bajo un comando único. De no haber sido así ya estaríamos pelados. Casi un cuarto de millón de venezolanos fue el precio de nuestra desunión(resaltado nuestro) (1), Pág. 101.

A Morillo en la Nueva Granada le basto con descabezar a los jefes. En Venezuela había muchos jefes, solo que en aquel entonces esos jefes eran militares a diferencia de ahora. Y bajo un comando unificado, con Bolívar al frente, se logró lo que nunca nadie en el mundo civilizado de ese entonces hubiera pensado: que un pueblo descalzo venciera a uno de los mejores ejércitos del planeta y le quedara todavía para exportar libertad. Creo que es un buen momento para pensar que las condiciones están dadas para organizarnos primero a lo interno para enfrentar este nuevo reto que nos plantea el ES, que a mi juicio sigue siendo la única manera de asumir las cosas para poder cristalizar el deber ser al que tanto aspiramos…

Caracas, 28 de Agosto de 2024

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(1) Francisco Herrera Luque, El Vuelo del Alcatraz, 2007, Editorial Alfaguara, ISBN 978-980-15-0265-4

viernes, 23 de agosto de 2024

Ciberseguridad versus cuero seco

Por Luis Manuel Aguana

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Es obligante para este blog abordar el tema del decreto que crea el Consejo Nacional de Ciberseguridad, marco jurídico especialmente creado a pocos días de haberse realizado en el Poder Electoral venezolano, uno de los fraudes electorales cibernéticos más grandes de la historia del continente americano, y quizá del mundo.

Aunque el régimen de Nicolás Maduro Moros, e incluso alguna parte de la oposición, insista en la existencia de un “hackeo” del sistema automatizado de contar votos venezolano, el “mejor sistema electoral del mundo” a juicio de sus creadores, nadie ha demostrado hasta este momento con pruebas técnicas suficientemente comprobables, la existencia del tal “hackeo”, más allá de expresar que “como no ganamos” las elecciones, “nos hackearon” el sistema. Y hasta que eso no ocurra, no es posible creer en tal versión del régimen, que reaccionando de esa manera niega la verdad de lo sucedido el 28J.

A juicio de la doctora Jennie Lincoln, asesora principal del Centro Carter para América Latina y jefa de la única misión de observación electoral independiente en las elecciones de Venezuela, no hubo “hackeo” el 28J: “No hay prueba ni evidencia ninguna, mucho menos, hay evidencia al contrario. Hay compañías en la región que monitorean la denegación del servicio a sistemas de Internet en la región. No había ningún informe, ninguna denegación de servicio en Venezuela en esta noche. Segundo, la gente dentro de la sala de transmisión, había gente del CNE, había testigos en la sala de transmisión, monitoreando el ritmo de transmisión esta noche y ellos confirman, confirman que a medianoche habían recibido 92% de los votos por transmisión sin falta. Había un momento que el ritmo estaba más lento que el otro, pero no paró, no paró. Esto es prueba que no había “hackeo”…” (ver Confidencial,  Jennie Lincoln: no existe ninguna evidencia de supuesto hackeo en Venezuela, en https://youtu.be/soaQUkfUVvc?t=388) (resaltado nuestro).

En otras palabras, no queda otra que llegar a la conclusión de que el CNE, habiendo recibido a la medianoche la casi totalidad de las Actas del proceso, el 92% según el Centro Carter, suspendió las transmisiones o no admitió la existencia de tal hecho, esgrimiendo que la oposición había “hackeado” el sistema automatizado, cosa que en toda la historia de ese sistema, era imposible de realizar según su propia propaganda.

Pero aun así, y basándose en una narrativa creada para sostenerse en el poder sin los votos para respaldar eso, Nicolás Maduro Moros decreta un Consejo Nacional de Ciberseguridad como parte de ella, insistiendo en un “hackeo” inexistente -o al menos no comprobado-, pero que trae consigo elementos colaterales muy graves, pero sumamente útiles para afianzarse en la persecución de los ciudadanos y la violación de la libertad de expresión, para acallar una verdad muy incómoda a través de las redes sociales, que le grita al mundo cada segundo que el rey no tiene los votos para permanecer en el poder, reprimiendo a los ciudadanos por esa razón. Veamos por qué.

Se crea un Consejo Nacional de Ciberseguridad “como órgano asesor y de consulta dependiente del Presidente de la República…” (Artículo 1 del decreto), no como un organismo de la administración, capaz de ejercer acción alguna sobre los ciudadanos. Sin embargo, más adelante vemos que ese Consejo puede Requerir de las personas naturales o jurídicas de carácter público y privado los datos, estadísticas e informaciones relacionados con la seguridad informática de la Nación, así como su necesario apoyo” (Artículo 2, numeral 8), en clara contradicción con lo establecido en la Constitución de 1999 (ver Decreto de creación del Consejo Nacional de Ciberseguridad, en https://www.bancaynegocios.com/decreto-consejo-nacional-de-ciberseguridad-creara-red-de-vigilancia-permanente-de-incidentes-telematicos/).

¿Quién define la “seguridad informática de la Nación”? ¿Qué es eso? ¿Cuáles criterios aplican para definirla? ¿Los que diga quién sea que esté en ese Consejo de Ciberseguridad? Con base a ese seudo concepto CUALQUIER COSA CABE DENTRO DE ESA DEFINICIÓN. Todo lo que usted tenga en su computadora, desde una receta para una sopa de pollo, pasando por el informe de fin de año de cualquier pequeña empresa, o la fórmula para llevar un hombre a la luna, caen dentro de esa definición de “seguridad informática”, si así lo decide ese Consejo.

En virtud de no existir en el país ninguna regulación que proteja, de acuerdo a los estándares internacionales, los datos de los ciudadanos venezolanos, nuestra única protección se encuentra en el texto constitucional de 1999. Los venezolanos tenemos el derecho constitucional de proteger nuestra privacidad y ser celosos propietarios de todos los datos que de nosotros recojan y/o posean, no solo el gobierno, sino cualquier entidad pública o privada en el país. Y ninguna norma sub legal como un decreto presidencial, está por encima de esa protección. Y esa protección la conceden los Artículos 28, 48 y 60 de la Constitución de 1999. Sin embargo, pocos conocen que estos derechos son algo que sido materia de prioridad internacional en virtud de la vertiginosa aceleración del fenómeno tecnológico y su cada vez mayor globalización.

Les ahorraré buscar en la Constitución:

Artículo 28: Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras profesiones que determine la ley.

Artículo 48: Se garantiza el secreto e inviolabilidad de las comunicaciones privadas en todas sus formas. No podrán ser interferidas sino por orden de un tribunal competente, con el cumplimiento de las disposiciones legales y preservándose el secreto de lo privado que no guarde relación con el correspondiente proceso.

Artículo 60: Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.

(CRBV, Artículos 28, 48 y 60) (resaltado nuestro).

En otras palabras, de estos artículos se desprende que usted es el ÚNICO dueño de sus datos personales y tiene el derecho de protegerlos. Eso está garantizado en todo el mundo. Y más aun, la Administración de cualquier Estado, es decir su gobierno, que conserva datos suyos por múltiples razones, o cualquier privado, como por ejemplo su banco u otra entidad que los requiera, no puede usarlos sin su consentimiento, y usted tiene el derecho de ordenar destruir los que ellos tengan en su poder, si piensa que eso le va a perjudicar. Eso es lo que dice nuestra Constitución y es un derecho humano que se protege en todos los países civilizados del mundo, y tiene un nombre: el derecho a la Autodeterminación Informativa.

El 15 de diciembre de 1983 el Tribunal Constitucional de Alemania declaró la inconstitucionalidad de la Ley del Censo de 1982, decidiendo lo siguiente que se hizo posteriormente ley en toda la Unión Europea: “El derecho general de la personalidad...abarca... la facultad del individuo, derivada de la autodeterminación, de decidir básicamente por sí mismo cuándo y dentro de qué límites procede revelar situaciones referentes a la propia vida...: la libre eclosión de la personalidad presupone en las condiciones modernas de la elaboración de datos de protección del individuo contra la recogida, el almacenamiento, la utilización y la transmisión ilimitada de los datos concernientes a la persona.”. De esta manera nació el derecho internacional a la “Autodeterminación Informativa” (ver Sentencia de 15 de diciembre de 1983. Ley del Censo. Derecho a la personalidad y dignidad humana, en https://www.informatica-juridica.com/sentencia/sentencia-de-15-de-diciembre-1983-ley-del-censo-derecho-la-personalidad-y-dignidad-humana/).

¿Cómo puede entonces al gobierno, o régimen en este caso, sin un proceso judicial de por medio, y a través de un organismo “asesor” creado por una normativa sub legal “Requerir de las personas naturales o jurídicas de carácter público y privado los datos, estadísticas e informaciones” que les conciernen? Simplemente no puede.

Violentar el derecho humano a la Autodeterminación Informativa abre la Caja de Pandora de la vigilancia electrónica sobre los ciudadanos. Desde imponer la Muralla de Internet de China (ver  La Gran Muralla China del Internet, en https://expansion.mx/tecnologia/2023/08/31/gran-cortafuegos-de-china-como-es-el-internet) hasta los sistemas de vigilancia de alta tecnología para reprimir a la población,  como lo hace ese país en Xinjiang, de acuerdo a un informe de Human Rights Watch (ver China: cómo funciona la vigilancia masiva en Xinjiang, en https://www.hrw.org/es/news/2019/05/01/china-como-funciona-la-vigilancia-masiva-en-xinjiang).

Si eso es lo que pretende el régimen con esta nueva fase de “ciberseguridad”, perderán de nuevo, como perdieron el 28J. Se encontrarán igualmente con la decidida resistencia –y resiliencia- civil y pacífica del pueblo venezolano, y que tuvo como salida la desesperada narrativa del “hackeo” del CNE. Ante esta nueva deriva autoritaria del régimen, manifestada esta vez en la nueva ciberseguridad de Maduro, no nos queda más que invocar y reivindicar de nuevo la frase lapidaria de un presidente del siglo XIX venezolano, Antonio Guzmán Blanco: “Venezuela es como un cuero seco, lo pisan por un lado y se levanta por el otro”. Creo que después del 28J hay que entender y aplicar más que nunca esa frase histórica, y actuar en consecuencia para lo que se nos viene encima. Nos hará mucha falta de ahora en adelante, con un régimen que al parecer  todavía cree que en Venezuela el cuero seco se queda quieto cuando lo pisan…

Caracas, 23 de Agosto de 2024

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