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lunes, 2 de enero de 2017

El “fast track” del venezolano

Por Luis Manuel Aguana

No hay una característica que nos defina mas como venezolanos como nuestro sentido de la urgencia. “¡Lo mío que me lo den ahora!”, “¡Pa' ayer es tarde!”, “¡Burro que piensa bota la carga!”. Eso explica muchas cosas: los operativos, los motorizados, los gestores, la corrupción para movilizar documentos, y hasta los puestos de empanadas en las calles. Ese rasgo cultural define comportamientos que luego la gente olvida de donde salieron. Queremos que todo se resuelva ya (los documentos, los trámites, etc.), sin importar que algunas cosas requieran maduración. Este rasgo cultural puede explicar porque aun no salimos todavía del régimen, aunque ustedes no lo crean, y forma parte de lo que debemos, si no cambiar, al menos empezar a controlar en este nuevo año que comienza.

Me motivó a escribir de este tema en mi primera nota de este año, una duda razonable de una extraordinaria seguidora de nuestro proyecto, que también es compartida por muchas personas que me han seguido, y que es la misma duda que sufren los venezolanos por este rasgo cultural descrito de querer las cosas resueltas para ayer: muy bien, les compro el proyecto constituyente pero, ¿no sería mejor dedicamos primero a salir de Maduro (por aquello de la urgencia) para luego seguir con la Constituyente? Considero tan importante este tema, que compartiré la respuesta que le di a mi amiga, y algunas cosas más que creo que se deben abordar de aquello que he llamado el “fast track” del venezolano. Eso puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de la iniciativa que estamos emprendiendo.

Quiero comenzar por lo que le réferi a mi amiga: hay una idea equivocada según la cual los problemas de los venezolanos tendrán una solución inmediata. Y eso es precisamente porque a los venezolanos nos gustan mucho las soluciones instantáneas. Está en nuestra cultura y en los tuétanos de todos nosotros. De alguna manera debemos comenzar a entender que en la medida que los problemas son más complejos, en esa misma medida requieren de soluciones estudiadas y planificadas, llevadas a cabo con precisión de relojería por gente competente.

Es por eso que ustedes ven que aquellas opciones que ofrecen “salir ya” del régimen gozan de mayor popularidad entre los venezolanos. Nadie apuesta por aquella solución que implique un camino largo y por el que haya que trabajar mucho de manera consistente. Por eso todas las opciones constitucionales empezaron por la mas “rápida” hasta llegar al Referendo Revocatorio porque supuestamente “una constituyente era una salida lenta y engorrosa”. Allí también se explica la gran inclinación por una solución militar inmediata, llámese por los “golpes buenos” o los malos. ¡Ojo, esto no es un reproche, es una realidad! Al final, no se ha llegado ni a lo uno ni a lo otro…

Tal vez un ejemplo les ilustre mejor la situación. En una oportunidad asistí a un Taller de Supervivencia en el marco de un programa gerencial de alto nivel que realicé hace muchos años. Realizamos un ejercicio que me llamó mucho la atención. Nos despertaron a las 3 de la mañana y nos dividieron en grupos de 5. A todos los grupos nos señalaron una fogata que se veía a lo lejos en el tope de una montaña y nos dijeron: nos vemos allí en media hora.

La mayoría de los grupos eligieron la vía corta (se imaginan porqué): una línea recta entre el sitio donde nos encontrábamos y la fogata que se veía a lo lejos en el tope de la montaña, en el medio de la más negra oscuridad. Nadie se sentó a pensar, solo salieron corriendo hacia la montaña sin siquiera una linterna. Hubo un grupo que se fue por un barranco antes de llegar a la montaña, gracias a Dios sin víctimas fatales que lamentar, pero hubo una persona que se fracturó una pierna. Nadie se sentó a meditar como habían prendido una fogata tan lejos en tan poco tiempo y menos aun pedirnos vernos luego allá en media hora, en un sitio que tendría no menos de 10 kilómetros de distancia. Era estúpido pensar que se podría llegar en línea recta: ¡tenía que haber un camino!

Y efectivamente lo había. Nos costó 20 minutos encontrar un camino que bordeaba la montaña y otros veinte para llegar corriendo al sitio en 20 minutos adicionales. El camino era una pica para rústicos que ellos usaron para prender la fogata y estaba escondido. El camino al principio parecía ir en la dirección contraria pero luego se enderezó. Eso mismo nos está pasando ahora. De esa experiencia aprendí que para llegar hay primero que pensar y eso toma su tiempo. Pero una vez que lo haces y ya sabes que hacer, lo emprendes hasta que consigues tener éxito. Eso no fue del pensar de la mayoría de los grupos del ejercicio. Gracias a Dios en mi grupo estábamos gente pensante que nos preguntamos primero de que se trataba el problema y pudimos resolverlo.

Siempre me he preguntado por qué la oposición oficial no tiene “salas situacionales” como las del gobierno o grupos de trabajo político-estratégico que piensen. Ustedes ven que es reactiva a lo que hace el régimen. Y eso no es de ahora, tiene mucho más tiempo de lo que ustedes creen. No convocan a los especialistas. Las figuras políticas se creen dueñas de la verdad y como resultado vemos fracaso tras fracaso. Y si a eso le añaden los apetitos de poder personales de la dirigencia política opositora, y el colaboracionismo corrupto de muchos de ellos, el resultado no puede ser otro que el que estamos apreciando a principios de este año del Señor 2017.

Muchos venezolanos piensan, como algunos de mis compañeros en ese ejercicio, cuando en aquella oscuridad el camino empezó a desviarse para otro lado y dudando dijeron que ellos no lo seguían porque “parecía” alejarse de la dirección de la fogata. Efectivamente eso parecía pero había que continuar en el plan. Tres de nosotros dijimos que continuaríamos pero los demás iniciaron otro camino por unas trochas fuera de la ruta principal que seguíamos todos. Esos llegaron después. No les puedo negar que me pusieron a dudar pero me dije: encontramos el camino (que ya fue bastante difícil hallarlo) lo que resta es seguirlo de acuerdo al plan acordado. Y así lo hice y llegamos antes. Recuerden la Ley de Kanter en mi última nota: “Everything can look like a failure in the middle” (“Todo puede parecer un fracaso en la mitad”).

A la pregunta: ¿no sería mejor  dedicamos primero a salir de Maduro para luego dedicarnos a la Constituyente? Mi respuesta es: ambas cosas son lo mismo aunque parezcan dos caminos diferentes. Les digo a todos: no hay camino directo para llegar a la fogata de la democracia. Hay que pensarlo primero, hacer un plan, trabajarlo y ejecutarlo. Y eso no es precisamente lo que nos gusta hacer a la mayoría de los venezolanos, queremos las vainas para ayer.

Don Rafael Grooscors Caballero, en uno de sus múltiples mensajes de su vasta experiencia política que compartió conmigo el año pasado, lo define extraordinariamente bien: “La MUD, tanto como la Coordinadora Democrática, fueron buenos aciertos en lo electoral. Pésimos, sin embargo, en cuanto a formulación estratégica de una oportuna oposición. La AN, con todo y su Henry Ramos peleón, perdió el tiempo en el año que se va, porque creyó, como la MUD, que estaban dadas las condiciones para operar democrática y constitucionalmente y lograr una salida política, pacífica, sin riesgos y electoral. Despreciaron a la sociedad civil. Despreciaron a la Academia. Despreciaron a los trabajadores organizados. Despreciaron a la OEA y a su Secretario General. Terminaron jugando la carta del Vaticano, olvidando el pasado peronista del Papa. Un desastre. En política no es fácil rectificar. La oposición, a más de requerir otras caras, requerirá una formulación programática muy densa y distinta. Los partidos deben pasar a un segundo plano. La soberanía debe ocupar el primero. Venezuela es una Nación con 23 órganos funcionales que son más representativos de su vida verdadera que los Poderes Públicos "nacionales". Los 23 Estados de la unión federal. Llegó la hora de hacer ver esta realidad, pero no escribiendo tweets en Caracas, sino rebelando a esos 23 frentes, con intensidad creciente. De Maracaibo a San Cristóbal; de San Fernando a Ciudad Bolívar; de Tucupita a Puerto La Cruz; de Maracay a Coro; de Barquisimeto a Valencia, el viejo sentimiento, siempre reprimido, de la Federación, debe imponerse y convencer a todos de que a Venezuela no la salva sino Venezuela.” (resaltado nuestro).

Y en ese plan estamos en la Alianza Nacional Constituyente para llegar a la fogata de la democracia verdadera en Venezuela. Y como parte de los deseos de cambio de los venezolanos para este año que comienza, y que creo que será muy duro, desde ya yo le agregaría trabajar mucho en ese “fast track” que nos ha jodido tanto en los años pasados. Tal vez no les guste a algunos el plan que nosotros hemos formulado y lo respetamos. Pero a aquellos que nos les guste el nuestro ¡hagan el suyo! ¡hay espacio para todas las ideas! Nosotros comenzamos hace más de tres años. Seguramente alguno de esos funcionará, dándoles a los venezolanos en algún momento los resultados “para ayer” que nos encanta tanto disfrutar, pero que hasta ahora no hemos tenido el sentido común de trabajar…Recuerden siempre las palabras de Don Rafael: A Venezuela no la salva sino Venezuela…

Caracas, 2 de Enero de 2017

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

lunes, 22 de agosto de 2016

Carta de Don Rafael Grooscors Caballero a Abdón VivasTerán – 18-08-2016

Apreciado Abdón,

Hace 57 años, en la AL (Asamblea Legislativa) del Táchira, discrepamos, elegantemente, sobre la interpretación, referida a la política, de la última encíclica papal. Tengo la impresión de que me convenciste. En todo caso, las diferencias militantes, nos distanciaron casi para siempre. Pero aún cuando todavía estoy vivo y resido en Venezuela, nunca he abandonado la lucha y siempre he estado pendiente de sus ocurrencias. Por eso aprovecho la ocasión para observar, en el texto de la proclama y en la intención de sus redactores, algo que, adecos y copeyanos, venezolanos en general, --¿salvo Ezequiel Zamora?--  abrigan en común. Cierto desprecio por la autónoma capacidad de acción de los Estados, singularmente hablando, es decir, los 24 que conforman nuestra geografía política territorial.

Nunca se les atiende como a 24 sociedades distintas, cada cual con sus propias peculiaridades. El Táchira es bien una muestra. Ningún otro se le parece. A cada rato de la historia, lo convalida. Probablemente igual ocurre con Bolívar y con el Zulia. Tienen su definida personalidad diferente, susceptible de responder a reclamos distintos. Pero veo que todos son "convocados" a que "vengan" a Caracas --¡Caracas, Caracas, Caracas!-- a "sumarse" a la marcha del Primero de Septiembre, en favor del Revocatorio.

¿Puede marchar el Cristo de La Grita? ¿Los raudos que hacen posible, en el Amazonas, al Orinoco, pueden venir a la Capital? ¿El grafito y el grafeno, la bauxita y lo que queda del cuadrilátero ferroso de Bolívar, con sus aguas en caída violenta sobre el gran río, pueden hacerse presentes en la populosa manifestación caraqueña? Ignoran o ignoramos a sus pobladores. Primero son los organismos internacionales y la opinión pública del exterior, que la específica sociedad civil de cada uno de los Estados.

Abdón, cuando trabajen por ellos, adentro, se van a conseguir muchas "Venezuelas", en tránsito hacia su autonomía y reivindicación territorial. Es necesario, a mi juicio, antes que nada, crear los climas de indignación ciudadana, propios de cada Estado, in situ, con su amalgama de palabras que identifiquen sus separadas aspiraciones de pequeñas naciones, unidas a la federación supra-nacional. 24 manifiestos; 24 marchas; 24 climas de rebelión; 24 focos de repudio al mal gobierno nacional, son alientos mejores para el cambio que doscientas conversaciones con Ban Ki Moon y con Almagro.

Ando por Barcelona, España, visitando a mis hijas y a mis nietos. Eludo la cualidad de exilado. Ya voy por los 86 y tengo mi tumba preparada en cualquier lugar de Venezuela. De allá no sale mi pensamiento. En ese sentido, soy ultra-nacionalista, aun cuando me importa mucho el "nuevo mundo" y veo a América, "together", como la nueva puerta del futuro para todos. Regresaré en septiembre y uniré mi "cascada" voz a la de los rebeldes con causa. Ojalá dejen hablar a los Estados; los rebelen; los lancen individualmente a la lucha y recojan los frutos del éxito. Ojalá haya revocatorio. Ojalá haya Constituyente. Ojalá haya renuncia presidencial. Ojalá haya sentencia sobre la doble nacionalidad del jefe nacional y lo obliguen a abdicar. Pero, por favor, respeten a las 24 sociedades civiles de los 24 Estados de la unión republicana.

Un abrazo, cariñoso,
Rafael Grooscors Caballero

domingo, 5 de julio de 2015

La República Civil

Por Luis Manuel Aguana

Nos han metido tanto el militarismo en el ADN que no hay fecha patria en que no haya un desfile militar. ¡Todas destacan una batalla o alguna hazaña militar! Muchos venezolanos están convencidos que todas las fechas a las cuales debemos algún recuerdo conmemorativo son producto de alguna intervención de los militares al punto que no nos dejan olvidarla. Eso atornilla y condiciona la mente de los ciudadanos.

Deseo expresar aquí que eso no es así. Particularmente hoy, 5 de Julio de 2015, no solo quiero recordar sino exigir que se rinda homenaje a la civilidad y a los héroes civiles que fundaron este país y que para ello no necesitaron más que su inteligencia y su determinación, sin portar más armamento que una pluma para escribir y unas ideas claras de libertad en su mente. Incluso, que esta fecha epónima en la cual se reparten los sables de los nuevos oficiales de la Academia Militar, es profundamente civil.

¿Quiénes fueron los firmantes del Acta de la Independencia el 5 de Julio de 1811? Veamos: En una extraordinaria intervención en un Foro de El Nacional, el Dr. Asdrúbal Aguiar (ver https://soundcloud.com/laguana-1/intervencion-del-dr-asdrubal-aguiar-foro-el-nacional-21-07-2014) indicó: " No debemos olvidar que el Congreso de 1811 cuando se construye, se integra, el 78% de sus miembros eran egresados de la Universidad Santa Rosa de Lima y Tomas de Aquino, que era como se llamaba, y todos ellos en conjunto Doctores en Letras, Doctores en Canon, Doctores en Derecho Civil…". En otras palabras, allí se encontraba la más esclarecida representación civilista de nuestra sociedad. ¿Había acaso allí algún grupo militar por el que se pudiera decir que este acto tuviera ese sesgo histórico militarista? Obviamente que no, el acto fue civil. Por supuesto, quienes la respaldaron, peleándola en una guerra para hacerla realidad, debían y tenían que ser nuestros militares. Pero primero, lo primero. El acto político fundamental de firmar un Acta declarando independiente a una nación, ES UN ACTO FUNDAMENTALMENTE CIVIL Y POLÍTICO.

Los héroes del 4 de Julio en los Estados Unidos fueron Thomas Jefferson, John Adams, James Madison, Benjamín Franklin, Alexander Hamilton, todos civiles. Y aunque George Washington, firmante de la Declaración de Independencia fuera posteriormente Comandante en Jefe del Ejercito Continental, ...solo había sido coronel de regimiento en la frontera virginiana y tenía poca experiencia en combate. No sabía nada de mover grandes masas de soldados y nunca había dirigido un asedio a una posición fortificada. Muchos de sus oficiales habían salido de las capas medias de la sociedad: había posaderos convertidos en capitanes y zapateros en coroneles…” (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Independencia_de_los_Estados_Unidos). Quienes forjaron la Independencia de los Estados Unidos fueron civiles y algunos posteriormente se obligaron a ser militares por fuerza de las circunstancias. Fueron esos civiles los que pensaron ese movimiento que cambio la historia de ese país.

No es ninguna pendejada que luego de ganarse esa o cualquier guerra los vencedores reclamen el botín. Venezuela no fue, es, ni será una excepción de esa conducta que ha prevalecido desde el inicio de los tiempos. Sin embargo lo que precisamente separa a las naciones civilizadas y desarrolladas de aquellas que no lo son, es precisamente eso, que luego de los conflictos se regrese a la civilidad y que aquellos que pelearon esas guerras se sometan a la autoridad civil y al imperio de la ley y el Estado de Derecho.

Tamaña diferencia hace a las naciones. Sin embargo, Venezuela tiene solo alrededor de un quinto de su tiempo republicano gobernada por civiles. ¿Como entonces le podemos pedir a la gente que no se alumbre por una charretera? Lo tenemos cableado en nuestra idiosincrasia. Cuando nuestro incipiente ensayo democrático empezó a boquear después de 40 años, no se le dio una oportunidad para enmendarse, la gente salió corriendo a buscar un militar golpista. Y aun estamos entonces en período de maduración.

Sin embargo, Restituto “Tuto” Calvo Fuentes, nos promete en su libro “Nace la Segunda República Civil de Venezuela”, en palabras de su prologuista Don Rafael Grooscors Caballero, que estamos “presenciando los últimos avatares de la Primera República Civil de Venezuela, insistiendo en cuanto a que todo el pasado, todo lo anteriormente vivido por los venezolanos, desde la Independencia, había sido una desorganizada prolongación de la cultura colonial, eminentemente episódica, repitiendo, una y otra vez, la aparición casi fantasmal del monarca absoluto y de una corte de interesados, graduados en las artes de la adulancia y la inmoralidad.” (ver Prólogo del libro Nace la Segunda República Civil de Venezuela en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/07/nace-la-segunda-republica-civil-de.html. El libro será publicado, de acuerdo a su autor, a finales del mes de Julio 2015).

De acuerdo a este planteamiento, Don Rafael Grooscors Caballero indica que esta Primera República Civil, “tras la llamada “Revolución de Octubre” y consolidada luego del 23 de Enero de 1958, a la caída del Dictador--  tenía la obligación de evolucionar en relación con las nuevas tendencias federativas del mundo y de no hacerlo, caería en una debacle decadente,  lo que exigiría su suplantación histórica por un proceso más acorde con la realidad mundial.”. Esto es, transformarnos en una Segunda República Civil, federal y evolucionada.

¿Podremos hacer eso? Son muchísimos años de militarismo pero es una obligación histórica de nuestra sociedad llegar a esa Segunda República Civil, si deseamos que Venezuela entre en la modernidad del Siglo XXI. El rescate de la civilidad lograría, como en 1811, que quienes tienen la obligación de combatir para defender lo que los ciudadanos civiles decidan, lo hagan como lo hicieron sus antepasados en los años de la Independencia.

De eso hablamos precisamente cuando proponemos una nueva convocatoria del Constituyente para restituir la civilidad y el imperio de la Constitución y el Estado de Derecho, poniendo orden donde ahora hay desorden e intervención extranjera. Solo convocando limpiamente a los legítimos representantes del pueblo, la quintaesencia de la civilidad, el Poder Originario, cualquier poder en armas deberá subrogar su voluntad a él, corrigiendo el desorden que ha intercambiado a quien debe estar por encima de quien en el ejercicio del poder.

Cuando llegue el momento-que tarde o temprano llegará-, en que los militares reconozcan que no puede haber República en el sentido que la diseñaron nuestros fundadores CIVILES en 1811, que primero son los civiles quienes marcan la pauta de su accionar como militares, entonces, solo entonces, no solo tendremos paz, sino que seremos testigos excepción de los primeros pasos que recorrieron las mejores naciones para emprender su largo camino hacia el desarrollo.

Caracas, 5 de Julio de 2015

Twitter:@laguana