martes, 16 de abril de 2013

Capriles: La Lucha No Violenta



Por Luis Manuel Aguana

No me cabe duda que la respuesta del candidato al pueblo venezolano excedió nuestras expectativas. En estas líneas le solicité que se pusiera al frente de la oposición, desconociendo un resultado fraudulento seguro y lo hizo. Le pedimos que se retara al Diablo, como lo retó Florentino y lo hizo. Le pedimos que no oyera cuentos de camino y también lo hizo. Ya el juego es otro.

Había indicado en este blog antes del 14A que una cosa era tener un candidato realizando una campaña de diferenciación con un gobierno heredero, tratando de recaudar unos votos que de una manera u otra ya estaban cantados, que una desafiando al gobierno indicándole que si no daba una pelea justa, no se reconocería un ganador ilegitimo (ver  La Apuesta del Candidato o cómo Florentino le pudo ganar al Diablo en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/03/la-apuesta-del-candidato-o-como.html). Pues bien, ya nuestro Florentino desafió al Diablo, y éste perderá el lance porque el tiempo juega en su contra. Ya está muy cerca el amanecer y al Diablo no le quedan coplas.

La barbaridad del CNE al reconocer como ganador al perdedor de la contienda y su negativa al reconteo del 100% de los votos y la auditoría de los cuadernos electorales solicitados por el candidato, pone al gobiernito de Maduro entre la espada y la pared.

Hubiera sido mejor explicación que la Presidente del CNE dijera que no le daba la gana de contar esos votos, que la excusa que dio: “Los venezolanos saben que el voto en nuestro país es automatizado y que los comprobantes constituyen un medio de verificación del sistema”, indicando de esa manera que las boletas son una suerte de recibo sin valor que no están por encima del resultado automatizado. Algo así como que en Venezuela lo que vale es lo que digan las máquinas, lo demás es un accesorio inocuo ¿Qué tal?

¿Alguien por favor le podría explicar a la Sra. Lucena que la voluntad de los venezolanos reside precisamente en esas boletas? ¿Y ese recibo, que ella califica despectivamente, es la única prueba de esa voluntad, que al contarse a los ojos de TODO el mundo decide quién gana realmente una elección?

Pero lo más horroroso fue lo que siguió. Que Capriles “debe acudir a las instancias correspondientes” si no estaba de acuerdo con los resultados, despachando en un dos por tres la exigencia del representante de más de la mitad de la población. ¿Alguien me puede decir que derecho tiene un funcionario público, por más Rector del CNE que sea y cuyo sueldo pagamos todos los venezolanos, de rechazar una exigencia, que no proviene de un candidato, sino de la voluntad de más de 7 millones de venezolanos?

Acto seguido la Rectora Lucena consideró que contando los votos se “pretende regresar al tan vulnerable escrutinio manual que lesionó por décadas la voluntad de los electores en Venezuela”, tergiversando para las nuevas generaciones de una manera grosera y maniquea lo que en verdad sucedía durante esos años: la gente contaba todos sus votos, en todas las mesas, con la presencia del pueblo. No esa patraña que ellos llamaron “Verificación Ciudadana” que inventaron para transformar el verdadero escrutinio de saber por quien se pronuncio el pueblo por un expediente estadístico. Siempre, con o sin máquinas, si no hay testigos se escamotean votos. Eso no ha cambiado aun con todos los millones de dólares que se han gastado. Eso podría contar como la 4ta. Mentira del CNE dicha por la propia Presidente de ese desprestigiado organismo.

Desde hace tiempo hemos venido indicando que en Venezuela estamos en el mundo al revés. Los delincuentes mandan y las personas honestas están presas. Pues al parecer ha llegado la hora en que por fin la voluntad política de la oposición está yendo en el sentido correcto, a pesar de que factores muy influyentes desde adentro frenan esa evolución.

Sin ese cambio fundamental nos quedamos en el siglo antepasado. Creo que al final el candidato entendió de que se trababa el juego: romper el paradigma opositor y adentrarse fuera del área de confort, donde siempre ha medrado la mayoría de los dinosaurios de la oposición.

Si el candidato le hubiera hecho caso a aquellas sirenas que le cantaban al oído que el CNE era una maravilla, el oasis dentro de toda la podredumbre de la administración pública chavista, otro gallo nos hubiera cantado en la madrugada del lunes con la respuesta de Capriles. Al ver todos los atropellos vaticinados por los llamados “frauduleros” no tuvo ni un asomo de dudas: me están metiendo gato por liebre. ¡Recuérdese que ahora “frauduleros” somos todos!

Si se abren todas esas cajas y se auditan los cuadernos electorales, los primeros presos del gobierno de Capriles deben ser los Rectores del CNE, Vicente Diaz incluido, que no se le ocurrió otra cosa que decir que la razón por la que deberían abrirse esas cajas no era otro que confirmar ese resultado fraudulento para que los opositores nos quedáramos tranquilos. ¡No me defienda compadre! Por eso ese Rector y los demás deberían ir presos, no solo porque se destaparían los millones de votos chimbos electrónicos sumados al candidato del gobierno de un RE corrupto, sino por la abrumadora avalancha de votos del candidato opositor, que haría ilegal esa proclamación hecha a la carrera y huyendo hacia delante.

A partir de hoy se abre una lucha que ya hemos de alguna manera iniciado, pero con una diferencia fundamental: tenemos un liderazgo fuerte al frente: Henrique Capriles, que sin darse cuenta y sin pensarlo mucho se metió de lleno en la lucha No Violenta al exigir lo que es justicia exigir. ¡Bienvenido al Club Henrique! Eso en la historia lo han transitado muchos líderes que se han destacado, llevando a un colectivo dispuesto a librar esa batalla cueste lo que cueste para el logro de la libertad, la justicia y la democracia. No es fácil, pero es llevadero cuando la mayoría lo acompaña.


El llamado hecho por el candidato a todos los venezolanos es concluyente: no caer en la violencia del régimen y creer que su liderazgo nos llevará a puerto seguro. Démosle ese voto de confianza porque sabemos, como él mismo dijo, que nos asiste la razón.

Nuestro objetivo: QUE SE CUENTEN EL 100% DE LOS VOTOS Y QUE SE AUDITEN CON ELLOS TODOS LOS CUADERNOS ELECTORALES. Allí se valen cacerolazos, marchas, concentraciones, cooperación internacional y cualquier otra de las 180 formas No Violentas de Gene Sharp indicadas en los Apuntes, en una protesta pacífica pero insistente y contundente hasta lograrlo. Saben que no tienen ninguna excusa para negarlo salvo que escondan el FRAUDE gigantesco que cometieron. Creo que la Presidente del CNE se enterara después de todo de cuál es la instancia correspondiente para resolver este problema, que precisamente no son los tribunales corruptos de su régimen, sino la calle para defender nuestros derechos.

Caracas,  16 de Abril de 2013

Twitter: @laguana

viernes, 12 de abril de 2013

Tres Mentiras del CNE: 3ra. 54% de las Mesas



Por Luis Manuel Aguana

La mentira más flagrante con la cual concluyo este ciclo de mentiras del CNE la constituye la Verificación Ciudadana de solo el 54% de las Mesas electorales el día de las elecciones.

La justificación dada por el CNE la primera vez que se instituyó esta manera de contar nuestros votos fue que era “estadísticamente imposible” que si se verificaba el 54% de las mesas electorales, el resultado fuera diferente del total que el CNE nos dijera al totalizar el 100% de los votos automatizados. Esa fue la mentira que el gobierno nos metió al instituir en la Ley Orgánica de Procesos Electorales el voto electrónico por Ley: “Artículo 141. El acto de escrutinio deberá ser automatizado y excepcionalmente manual, cuando así lo determine el Consejo Nacional Electoral.

Del Diccionario de la Real Academia Española-DRAE: Escrutinio: (Del lat. scrutinĭum). 1. m. Examen y averiguación exacta y diligente que se hace de algo para formar juicio de ello. 2. m. Reconocimiento y cómputo de los votos en las elecciones o en otro acto análogo. Por otro lado, del mismo diccionario: Escrutar. (Del lat. scrutāre).1. tr. Indagar, examinar cuidadosamente, explorar. 2. tr. Reconocer y computar los votos que para elecciones u otros actos análogos se han dado secretamente por medio de bolas, papeletas o en otra forma.

Véase que en ambas palabras derivadas constituye un total contrasentido un “escrutinio automatizado” dado que el único que puede hacer “examen y averiguación exacta y diligente” de algo para formarse un juicio de ello es el ser humano. Asimismo, el acto de “escrutar” es “indagar” y “examinar cuidadosamente”, cosa que solo está reservada igualmente a las personas. Podemos contar los votos con máquinas pero escrutarlos solo lo puede realizar el hombre.

Entonces de acuerdo a esa mentira, las máquinas “escrutan” el 100% de los votos y nosotros “verificamos” solo un porcentaje de ellos. Sutil pero decisivamente tramposo. El régimen le cambió el sentido al idioma y al mismo tiempo nos sembró una trampa de incalculables proporciones al permitir que solo contáramos una parte de los votos, dejando a las maquinas hacer lo que quisieran con el resto ¿Qué tal?

Pero la mentira más aviesa en relación a la población votante es la convencerlos de que abriendo solo el 54% de las cajas es suficiente, estadísticamente hablando, para quedarnos tranquilos. ESO ES FALSO.

Simplemente hagamos el ejercicio numérico. Pongamos un ejemplo: Un centro tiene 1000 votos y van todos los electores. Abrimos el 54% y dejamos sin abrir el 46%. Esto es, solo contaremos (Verificaremos) 540 votos. Supongamos, que en esos 540 votos Capriles saca el 55% y Maduro 45% (10 puntos arriba). Esto es, 297 votos para Capriles y 243 votos para Maduro, dando la ventaja a Capriles 55% a 45% de acuerdo al ejemplo.

Ahora veamos los 460 votos que estaban en una caja que no se abrió. En esa máquina el CNE logra ponerle a Maduro conservadoramente el 60º% de esos votos, esto es, de esos 460 votos el 60% se lo ponen a Maduro. Esto es 276 votos para Maduro y los restantes 184 a Capriles. El resultado total del centro sería 519 para Maduro y 481 para Capriles. Como son 1000 votos totales, resultaría el 51,9% para Maduro y el 48,1% para Capriles (3,8 puntos por arriba) en todo el centro.

Esto es, dándole a Capriles de esos 460 votos solo el 40%. Ahora imagínense el escenario que no le den nada, que sea el 100% de esos 460 no verificados. El resultado sería 703 votos Maduro y 297 votos Capriles. Esto es 70,3% para Maduro y 29,7% para Capriles, solo en ese centro, aun teniendo nuestro candidato 10 puntos porcentuales por arriba antes del cambio en las mesas abiertas.

Los expertos en estadística indican que los resultados en todas las mesas del mismo centro deben guardar una distancia porcentual muy baja, con lo cual si existen 10 puntos por arriba en las mesas abiertas eso debe mantenerse aproximadamente en todas las mesas por igual. Pero los resultados de los estudios rompieron ese patrón el 7-O (ver estudio Febres-Márquez Elección Presidencial en Venezuela 2012 – Evaluación de los resultados electorales presentados por el CNE Nov2012 en http://esdata.info/pdf/EP_2012_Febres-Marquez.pdf). ¿Se explican ahora porque se voltean los resultados de los conteos rápidos cuando empiezan los escrutinios electrónicos?

Pero estos cambios en las cajas no abiertas se harían de manera diferente en todas las mesas. Lo único que deben hacer para asegurar una diferencia cercana al porcentaje con el que desean ganar es ponderar en todo el país los números con una computadora. Es muy simple. Solo tienen que mirar cuanto porcentaje le ponen a cada máquina de acuerdo a su trayectoria histórica y aprietan en unas y aflojan en otras. Y no lo tienen que hacer en todas las mesas del país sino en un conjunto de mesas en centros escogidos previamente. Por eso es que no les dió el análisis de Newcomb-Benford (ver La Naturaleza delató al CNE en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/la-naturaleza-delato-al-cne.html) ni en el 2004 ni en el 2012, donde los resultados de la curva de Chávez siempre fueron uniformes, atentando contra esa ley natural. Es por eso QUE TENEMOS QUE CONTAR TODAS LAS BOLETAS.

Y aun si no las contamos, es absolutamente importante que el régimen no sepa con anticipación cuales mesas serán sorteadas para el proceso de Verificación Ciudadana sino hasta cuando todas cierren en un centro, cumpliendo a cabalidad la secuencia del Art. 441 del Reglamento Electoral. La MUD no ha podido detectar eso porque nunca han verificado ese 54%, con la respectiva Constancia de Verificación Ciudadana, no yendo más allá del 2.5% de las máquinas el 7-O pasado.

Es por eso que no solo miente el CNE cuando dice que con el 54% basta, sino que hemos llegado al absurdo que también mienten “nuestros” representantes ante ese organismo en su defensa. Solo vean las declaraciones de Vicente Bello a la Prensa de Monagas (ver en http://www.laprensademonagas.info/Articulo.aspx?aid=118086) donde indicó: “En Venezuela se han hecho ocho procesos electorales con proceso automatizado y en todos se han hecho auditorías de las actas, se ha abierto el 54% de las mesas, como está establecido, y nunca se detectó una sola acta que no coincidiera con lo publicado por el CNE. Si en ocho procesos electorales no se ha producido discrepancia en la verificación ciudadana, me preguntó cuál sería el sentido de incrementarlo”, sostuvo Bello, al mostrarse en desacuerdo con las peticiones que desde el punto de vista técnico hacen los estudiantes.”. ¡Por eso es que los llamamos colaboracionistas!

Es absolutamente necesario completar el proceso de Verificación Ciudadana porque los más interesados en hacerla somos nosotros. Por las múltiples razones conocidas por todos (falta de testigos, abandono de las mesas porque el candidato anunció el 7-O que aceptaba la derrota antes de concluir el proceso y los testigos se fueron, agresiones de los factores violentos del chavismo no dejando entrar a los testigos opositores, etc, etc, etc.) lamentablemente no se han tenido esas Constancias. Esperamos que el 14A sea diferente, no solo en el conteo de los votos sino en la actitud de defensa del voto que hagamos nosotros y el propio candidato.

Juan Jacobo Rousseau, padre de la Revolución Francesa y de las bases de la democracia como la conocemos ahora define, en su esencia, el Pacto Social en su obra inmortal “El Contrato Social” de la siguiente manera: “Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, recibiendo también a cada miembro como parte indivisible del todo.” Y agrega: “En el mismo momento, en vez de la persona particular de cada contratante, este acto de asociación produce un cuerpo moral y colectivo, compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, cuyo cuerpo recibe del mismo acto su unidad, su ser común, su vida y su voluntad”.

No puedo imaginarme a J.J. Rousseau concibiendo la voluntad general con solo el 54% de los votos de la asamblea, dejando el resto al arbitrio de una máquina, como lo torció este régimen el año 2004 inventando otra manera de contarnos en democracia. La voluntad es solo una y compuesta por tantos miembros como votos tiene la asamblea. Todos TENEMOS el derecho que nuestro voto se cuente, más allá de cualquier condición impuesta por quienes gobiernan. Y solo por construcción conceptual de la democracia HAY QUE CONTAR TODOS LOS VOTOS para restituir el Pacto Social en Venezuela.

Caracas,  12 de Abril de 2013

Twitter: @laguana